
Rev. Téc. Ing. Univ. Zulia. Vol. 44, No. 1, 2021, Enero-Abril, pp. 04-58
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Biopelículas activas con micropartículas de citral
Introducción
La industria del envase y embalaje es una de las 
más dinámicas en el mundo, por su importancia en las 
diversas cadenas de valor. Por ello, este sector alcanzó, en 
el 2018, una producción mundial de 975 mil millones de 
dólares [1]. 
Los envases y embalajes son ampliamente 
usados en diferentes sectores industriales, como la 
industria alimentaria. En este sector, los materiales de 
elaboración para envase primario más usados son papel, 
cartón, plásticos, metal y vidrio [2,3]. De todos estos, los 
envases de plástico han aumentado su participación en 
los últimos años, y ocupan el 45% del total del mercado 
de envases, debido a su peso ligero, versatilidad y bajo 
costo [1,4]. No obstante, los envases plásticos provienen 
de derivados del petróleo, que son fuentes no renovables, 
no biodegradables, tardan más de cien años para su 
degradación y, por ende, causantes de contaminación 
ambiental; siendo los principales el polietileno, 
poliestireno y polipropileno [5,6]. 
Frente a esta problemática, los biopolímeros 
son considerados como recursos biotecnológicos con 
propiedades únicas como la ausencia de toxicidad, 
degradación y compatibilidad biológica; además, se 
constituyen en fuente para el desarrollo de biopelículas 
biodegradables [3].  Los principales biopolímeros 
utilizados en este propósito son obtenidos a partir del 
almidón, celulosa, algas marinas, quitosano, escamas de 
pescados, fuentes proteicas, semillas de frutos, entre otros; 
a los que se le adiciona otros materiales como lípidos, 
 
de los biopolímeros de fuentes proteicas, destacan los 
obtenidos de productos lácteos como la caseína [11,12]. 
Las biopelículas de caseína son transparentes, 
biodegradables y presentan buenas propiedades de 
barrera al oxígeno; además, pueden usarse como 
soporte de compuestos antimicrobianos, o antioxidantes 
(biocompuestos), dándole a la biopelícula una propiedad 
funcional conocida como biopelícula activa o envase 
       
potencia cuando se incorpora protegido, por ejemplo, 
mediante microencapsulación [16,17]. Estas biopelículas 
activas son de gran utilidad para el envasado de alimentos 
perecederos como lácteos, cárnicos, hortofrutícolas, 
alimentos preparados, entre otros. En algunos casos 
la pérdida de agua, permeabilidad al oxígeno, retardar 
la oxidación de lípidos, mejorar la textura y el sabor, 
disminuir el recuento microbiano y en general prolongar 
la vida útil del alimento a partir de la interacción de los 
biocompuestos con el envase [8].
La elaboración de biopelículas activas con 
propiedades antimicrobianas y/o antioxidantes se puede 
formular con incorporación de sustancias naturales como 
extractos o agentes activos (compuestos o metabolitos 
secundarios) extraídos de los aceites esenciales (AE), en 
   
activos (AA), destacan el mentol, geraniol, timol, eugenol, 
(3, 7-Dimetil-2, 6-octadienal) es un aldehído monoterpeno 
acíclico, compuesto por dos isómeros geométricos: 
geranial (citral A en su forma cis) y neral (citral B en su 
forma  trans) [26,27]. Este AA principalmente posee 
actividad antimicrobiana [28]. 
La literatura reporta algunos estudios 
donde incorporaron el citral microencapsulado en la 
formulación de biopelículas activas, entre el más reciente 
destaca los reportados por Alarcón-Moyano et al. [16], 
quienes adicionaron a una matriz de alginato de sodio, 
obteniendo biopelículas estables y reducción microbiana 
en ensayos in vitro. Por otro lado, existen estudios donde 
se emplearon caseinato de sodio en la elaboración de 
biopelículas activas con la incorporación de AA en forma 
libre, como carvacrol [14,15], AE de germen de maíz 
[29], AE de tung [30].  La mayoría de los trabajos antes 
mencionados coinciden en que la adición de los diferentes 
      
     
ópticas y mecánicas de la biopelícula. Sin embargo, no se 
encontró evidencia del uso de citral microencapsulado 
con caseinato de sodio y sorbitol para la elaboración de 
biopelículas activas.
Por lo tanto, el presente estudio tuvo como 
objetivo evaluar el efecto del caseinato de sodio, sorbitol 
y micropartículas de citral en las propiedades ópticas y 
mecánicas de biopelículas activas.
Materiales y métodos
Reactivos
Para la elaboración de la biopelícula activa se 
emplearon: caseinato de sodio, sorbitol (Sigma - Aldrich, 
Alemania) y micropartículas de citral (tamaño medio de 
7,08  m)  obtenidas en investigaciones previas [31,32], 
elaboradas con citral y lecitina de soya (Sigma - Aldrich, 
Alemania) y dextrina (Ingredion, Perú).
Preparación de las biopelículas activas
Las biopelículas se prepararon siguiendo 
la metodología planteada por Arrieta et al. [15], con 
      
destilada con 5% m/v de caseinato de sodio (CS). Se 
añadió sorbitol (Sb) para obtener proporciones de CS: 
Sb (1:0,5; 1:1,0 y 1:1,5). Se mezclaron a 50 °C durante 
10 minutos bajo agitación continua a 1000 rpm en 
un agitador magnético   
Cimarec, USA), luego se enfriaron a temperatura ambiente. 
El pH medio de las soluciones de CS-Sb fue de 6,48±0,01. 
Posteriormente, se añadieron las micropartículas de citral