
Rev. Téc. Ing. Univ. Zulia. Volumen Especial, 2019, No. 1, pp. 154-262
240 Torres y col.
Introducción
En los últimos años, la necesidad de encontrar
soluciones sustentables a los problemas de control
de erosión e inestabilidades en taludes de suelo, ha
generado un desarrollo interesante en técnicas de
bioingeniería. Dentro de estos enfoques no tradicionales,
destaca el uso del Pasto Vetiver (Vetiveria zizanioides
(L.) Nash, o Chrysopogon zizanioides (L.) Roberty) por las
características de su sistema radicular.
El vetiver es una gramínea nativa de países
asiáticos y se caracteriza por tener un sistema radicular
resistente, que alcanza grandes profundidades [1, 2, 3, 4,
5, 6].
Las características de estas raíces han permitido
que se proponga como una alternativa de estabilización
para inestabilidades poco profundas [7, 8, 9, 10, 11, 12].
Sin embargo, aún persiste una cierta carga de empirismo
en los diseños de estabilidad, por ello se ha tratado de
le incorporan al suelo. Destacan los estudios de Wu et al
[13], Waldron [14] quienes consideraron que variaciones
en la resistencia del suelo son producto de la resistencia
a la tracción, una relación de área de raíces (RAR, por su
acrónimo en inglés Root Area Ratio [15]) y un factor de
distorsión geométrica. Este modelo ha sido revisado por
Bischetti et al [16]; Mickovski y van Beek [17]; De Baets
et al [18]; Gray y Baker [19], tras lo cual actualmente, se
proponen tres respuestas diferentes durante el corte
de un suelo reforzado con raíces, denominados rotura,
estiramiento “stretching” o deslizamiento [19].
Son múltiples los estudios que han evaluado el
incremento en la resistencia en los suelos por efecto de
la vegetación [4, 20, 21, 12, 13, 14, 17, 18, 22], variando
el ensayo utilizado, tamaño de la muestra y especies
plantadas. En general, se asocia esta variación de
resistencia a incrementos en la cohesión del material [10,
23, 24], estando este directamente relacionado al RAR [17,
23].
En base a lo anterior, se plantea determinar el
incremento de la resistencia al esfuerzo cortante de una
arena limpia, producto de la plantación de pasto vetiver,
para establecer si efectivamente la variación está asociada
a la cohesión del material y si existe correlación con la
cantidad de raíces presentes. Este análisis se hace bajo
condiciones controladas de laboratorio para prevenir
efectos indeseados propios de la variabilidad de suelos en
estado natural.
Materiales y Métodos
En función del objetivo de la investigación,
resulta fundamental controlar la mayor cantidad de
parámetros para disminuir las variaciones asociadas a
crecimiento y desarrollo del sistema radicular. Por lo
tanto, se hace necesario realizar una búsqueda exhaustiva
de información documental sobre los ensayos de corte
realizados en suelos con raíces de distintas especies,
haciendo especial atención hacia la gramínea en estudio,
así como las características de crecimiento, desarrollo y
otras propiedades del pasto y su sistema radicular.
Considerando la escasa cohesión que presenta
el material, se requirió la elaboración de una serie de
recipientes, de idénticas dimensiones a la caja de corte,
para minimizar las perturbaciones en la muestra a
ensayar. Estos contenedores fueron realizados en vidrio
para observar el crecimiento de la raíz y controlar la
humedad del suelo, entre otras variables (Figura 1).
Figura 1. Recipientes y esquema de muestreo para corte
a profundidades de 10 y 25 cm.
Se realizan ensayos granulométricos (ASTM
D422) y límites de consistencia (ASTM D4318), peso
determina la densidad seca máxima y el contenido de
humedad óptimo (ASTM D1557) del suelo a utilizar para
Para la plantación de la gramínea se seleccionan
plantas con al menos tres hojas bien desarrolladas,
disponiendo el mismo número de especies para cada
recipiente, a los mismos se les registra el número de
raíces, sus diámetros y longitudes para establecer el
registro original.
Se compacta el suelo a la densidad máxima
y el contenido de humedad óptimo, para minimizar la
dispersión de los datos y se introducen los vástagos con
características similares en los recipientes. Se exige un
grado de compactación superior al 90% y tripletas de
recipientes con parámetros de siembra lo más similar