Universidad del Zulia (LUZ)

Revista Venezolana de Gerencia (RVG)

Año 30 No. 112, 2025, 1961-1978

Octubre-Diciembre

ISSN 1315-9984 / e-ISSN 2477-9423

Como citar: Narváez, M., González, N., y Senior-Naveda, A. (2025). Factores determinantes de Competitividad: Análisis sistémico para empresas públicas. Revista Venezolana De Gerencia30(112), 1961-1978. https://doi.org/10.52080/rvgluz.30.112.18

Factores determinantes de Competitividad: Análisis sistémico para empresas públicas

Narváez Castro, Mercy*

González Testa, Nirda **

Senior-Naveda, Alexa ***

Resumen

Los postulados del modelo de la competitividad sistémica, se sustentan en la conformación de una red de vinculaciones que incluye a las empresas con diferentes instituciones generales y específicas para promover procesos de desarrollo económico y social en entornos locales y nacionales. A la luz de este planteamiento, este trabajo tiene como objetivo analizar los factores determinantes de la competitividad en las Empresas Públicas adscritas a la Gobernación del estado Falcón – Venezuela, bajo el modelo sistémico. La investigación se inserta en la metodología descriptiva con un diseño de campo, haciendo uso de una muestra intencional conformada por cuatro (4) empresas adscritas a la Gobernación del estado. Los resultados revelan la presencia de algunos indicadores relacionados con los niveles de la competitividad sistémica, lo cual se contrapone con la realidad del entorno local y nacional. Se concluye en la necesidad de establecer un sistema de relaciones institucionales, fundamentado en procesos asociativos, atendiendo a las características y condiciones que rodean a las empresas sobre las cuales se centra el estudio.

Palabras clave: Competitividad sistémica; niveles analíticos; empresas públicas.

Recibido: 24.04.25 Aceptado: 12.08.25

* Doctora y postdoctora en Ciencias Gerenciales. Magíster en Gerencia de Empresas. Lic. en Administración. Profesora e investigadora. Directora del Programa de Investigación y Postgrado del Núcleo Punto Fijo - Universidad del Zulia. Punto Fijo, Venezuela. E-mail: mercynarvaez@gmail.com (Autor para la correspondencia) ORCID: https://orcid.org/0000-0003-4708-1859

** Doctora en Ciencias Gerenciales. Profesora invitada del Programa de Investigación y Posgrado del Núcleo Punto Fijo. Universidad del Zulia. Punto Fijo, Venezuela. ORCID: https://orcid.org/0009-0007-1057-1033

*** Doctora y Postdoctora en Ciencias Gerenciales. Magíster en Microbiología. Licenciada en Educación. Profesora tiempo completo e investigadora de la Universidad de la Costa (CUC), Barranquilla, Colombia. E-mail: asenior@cuc.edu.co. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4768-3115

Determining factors of Competitiveness: systemic analysis for public companies

Abstract

The postulates of the systemic competitiveness model are based on the formation of a network of relationships that includes companies with different general and specific institutions to promote economic and social development processes in local and national environments. In light of this approach, this paper aims to analyze the determining factors of competitiveness in public enterprises affiliated with the Government of the Falcon State, Venezuela, under the systemic model. The research is based on a descriptive methodology with a field design, using a purposive sample consisting of four (4) companies affiliated with the state government. The results reveal the presence of some indicators related to the levels of systemic competitiveness, which contrast with the reality of the local and national environment. The conclusion is that it is necessary to establish a system of institutional relations based on associative processes, taking into account the characteristics and conditions surrounding the companies on which the study focuses.

Keywords: Systemic competitiveness; analytical levels; public companies.

1. Introducción

La competitividad sistémica es una teoría cuya principal premisa es la integración social, sobre la base de reformas económicas y la transformación de la sociedad (Esser et al., 2013). Dicho postulado teórico plantea y parte de la proposición de que en el mundo actual no compiten solo empresas, sino sistemas, ya que, si bien la empresa es un nudo crucial de la competitividad y la innovación, ella está integrada a una red de vinculaciones que incluye a sus proveedores de bienes y servicios, al sistema financiero, al sistema educacional, tecnológico, energético, de transporte, telecomunicaciones, entre otros, así como la infraestructura, la calidad del sector público y de las relaciones al interior de la propia empresa.

De acuerdo a lo indicado por Messner (1996), las razones por las cuales se denominó “competitividad sistémica” responden a los siguientes factores:

a) la empresa no logra ser competitiva por sí misma, es decir, requiere del respaldo de un conjunto de proveedores y servicios orientados a la producción; b) una sociedad organizada en sí misma, en sus instituciones generales y específicas; c) el Estado tiene un rol importante que jugar en el desarrollo y en la reestructuración industrial y d) la existencia de fuertes interrelaciones entre cuatro niveles diferentes: meta, macro, meso y micro nivel (Serpa & Ferreira, 2019; Díaz et al., 2020; Bondarenko, 2020).

Se introdujo el concepto no solo como herramienta de análisis, sino porque en el mismo se refleja mucho mejor el modo como las instituciones sociales se organizan (Messner, 1996; Hill et al., 2021). Así pues, para obtener una verdadera competitividad, es imprescindible la cooperación, la participación e interrelación de diferentes niveles de la sociedad, los cuales de manera oportuna propicien la búsqueda de estrategias, políticas, programas coherentes que establezcan las condiciones adecuadas para el fortalecimiento competitivo tanto de las empresas, los sectores empresariales, las comunidades, las localidades y los países en general.

De acuerdo con los anteriores planteamientos, se presenta este artículo, el cual analiza los factores determinantes de la competitividad en las Empresas Públicas (EP) de la Gobernación del estado Falcón bajo el modelo sistémico, haciendo especial énfasis en los niveles meta, macro y meso. Todo ello en el entendido de que las EP son instituciones con personalidad jurídica controladas por el Estado, con una importancia notable en la sociedad, pues son proveedoras de productos y servicios básicos al ciudadano, compiten con otras empresas de carácter privado y su peso económico es muy relevante en términos de las finanzas gubernamentales (Chinchilla, 2017; Narváez-Castro et al., 2023).

Desde el punto de vista metodológico, el estudio se enmarca en el enfoque descriptivo, en el cual se caracterizaron cuatro (4) empresas públicas adscritas a la Gobernación del estado Falcón – Venezuela, representadas por la alta plana gerencial de las mismas y de las cuales se extraen los resultados de la investigación.

2. Competitividad Sistémica: Aspectos teóricos generales

Meyer-Stamer (2009) indica que la “noción sistémica” de competitividad reemplaza a los esfuerzos individuales que, si bien son condición necesaria para lograr este objetivo, deben ser acompañados, necesariamente, por innumerables aspectos que conforman el entorno de las firmas (desde la infraestructura física, el aparato científico tecnológico, la red de proveedores y subcontratistas, los sistemas de distribución y comercialización hasta los valores culturales, las instituciones, entre otros). Por otra parte, de acuerdo con Medeiros et al. (2019), la competitividad sistémica involucra los llamados “factores sistémicos”, sobre los cuales el control de la empresa es muy escaso o nulo. Estos factores son responsables de generar externalidades a las empresas, actuando como parámetros del proceso de decisión.

Entre estos factores, Romero-Suárez et al. (2020) destacan los siguientes:

Infraestructura: disponibilidad, calidad y costo de la energía, transporte, telecomunicaciones, insumos básicos y servicios tecnológicos.

Macroeconómicos: tipo de cambio, carga tributaria, tasa de crecimiento del producto interno, oferta de crédito y tasas de interés y política salarial.

Político-institucionales: política tributaria, política arancelaria, apoyo fiscal al riesgo tecnológico, poder adquisitivo del gobierno.

Sociales: sistema de calificación de la mano de obra, políticas de educación y formación de recursos humanos, laboral y de seguridad social.

Legales y normativos: políticas de protección de la propiedad industrial, preservación del medio ambiente, defensa de la competencia y protección del consumidor.

Internacionales: tendencias del comercio mundial, flujos internacionales de capital, inversiones de riesgo y tecnología, relaciones con organismos multilaterales.

De esta forma, bajo el enfoque sistémico, las múltiples relaciones entre los factores suponen que el comportamiento de cada uno de ellos afecta el desarrollo de los demás y viceversa, es decir, el desarrollo de un factor de competitividad puede apalancar el crecimiento de otros; por el contrario, la falla de alguno de ellos puede impedir el desarrollo adecuado de los demás. Asimismo, las acciones tomadas en determinados niveles pueden resultar estratégicas para contribuir con el desarrollo de la competitividad global (López, 1999; Ferrer, 2005; Ramírez y Ampudia, 2018; Gandrita, 2023).

El modelo sistémico de competitividad de Esser et al. (2013); Gutiérrez y Narváez (2017) plantea que las empresas o sectores económicos se hacen más competitivos al cumplirse dos requisitos: primero, estar sometidos a presión de competencia, que los obligue a esforzarse por mejorar sus productos y la eficiencia de sus procesos; segundo, estar insertos en redes articuladas dentro de las cuales los esfuerzos de cada organización se vean apoyados por un conjunto de factores externos, servicios e instituciones. Ambos requisitos están condicionados, a su vez, por factores situados en los niveles meta, macro y meso, que apuntan a objetivos concretos y se engranan entre sí.

Estos niveles se describen a continuación.

a. Nivel meta

Contempla la formación de estructuras sociales en el contexto económico, permitiendo elevar la capacidad de los diferentes grupos de actores para articular sus intereses y satisfacer, entre todos, los requerimientos tecnológicos, organizativos, sociales, ambientales y otros planteados en el entorno mundial (Ferrer, 2005). En este sentido, la capacidad de gestión necesaria del nivel meta implica la existencia de dos elementos fundamentales: en primer lugar, la separación institucional entre el Estado, la empresa privada y las organizaciones intermedias, para hacer posible la organización autónoma, los procesos de aprendizaje independiente y el desarrollo de la capacidad de anticipación y respuesta. El segundo elemento, el consenso, lo cual es determinante para dirigir las transformaciones subordinando los intereses inmediatos para alcanzar los objetivos a futuro (Hanafi et al., 2023).

Otro elemento importante que debe considerarse es la disposición al diálogo entre los grupos de actores sociales. Esta asegura la coordinación de los cuatro niveles sistémicos contemplados en este modelo. El diálogo es imprescindible para fortalecer las ventajas nacionales de innovación y competitividad, y poner en marcha procesos sociales de aprendizaje y comunicación; además, fundamenta la disposición y la aptitud para implementar estrategias dirigidas al desarrollo tecnológico-industrial (Amesho et al., 2022).

b. Nivel macro

En este nivel se considera la existencia de un conjunto de factores, capitales y bienes soportados por un contexto macroeconómico estable y, a su vez, apoyado en políticas presupuestarias, fiscales, cambiarias y monetarias, lo cual debe ir acompañado de reformas estructurales como el desarrollo del sector financiero y cambios en la política de comercio exterior (Guzmán et al., 2018).

De acuerdo con Esser et al. (2001), la estabilización del contexto macroeconómico demanda no solo un concepto congruente en términos tecnocráticos, sino también un esfuerzo político considerable. El éxito estará asegurado únicamente si el gobierno se muestra resuelto a imponer las difíciles y conflictivas reformas, si consigue organizar una coalición nacional de fuerzas reformadoras con miras a recobrar el equilibrio de la economía tanto interior como exterior y si logra captar al mismo tiempo el apoyo internacional (Romero Valbuena y Fajardo Ortiz, 2015).

c. Nivel meso

Involucra el desarrollo de políticas de apoyo específico entre el Estado y los actores sociales, el fomento de los procesos de aprendizaje en la sociedad y la formación de estructuras. Este nivel es promovido no solo por políticas públicas (como en el caso del nivel macro), sino, además, por las empresas, las instituciones intermedias y las asociaciones (Vlados y Chatzinikolaou, 2020). De acuerdo con Benavides et al. (2004), el mesonivel se orienta en la necesidad de que el Estado promueva relaciones adecuadas entre los diversos sectores o actores de la sociedad, a través del papel de coordinador, moderador, comunicador entre las empresas, asociaciones, instituciones de investigación y enseñanza (Serpa & Ferreira, 2019). Todo ello con el objetivo de facilitar el acceso a la información pertinente para el adecuado establecimiento de mesopolíticas que impulsen las iniciativas privadas y fortalezcan así el sector productivo empresarial de un país.

En este orden de ideas, la política macroeconómica y la formación de estructuras mesoeconómicas se condicionan mutuamente: La estabilización en el nivel macro es una condición necesaria, pero no suficiente, para garantizar el desarrollo sostenido de la competitividad, pues este presupone, además, la implementación de políticas a nivel meso, y la formulación de estas políticas será poco promisoria mientras no se haga nada por estabilizar el contexto macro.

La competitividad es sistémica cuando es resultado del patrón organizativo de la sociedad en su conjunto y los parámetros de relevancia competitiva en todos los niveles del sistema, siendo la interacción entre ellos lo que genera las llamadas ventajas competitivas. Al respecto, Esser et al. (2001) señalan que la competitividad sistémica exige de una sociedad un elevado nivel de organicidad y, por ende, pasos rápidos hacia una sociedad civil creativa y orientada en muchos aspectos hacia el bienestar común (Mancheco-Saá y Albán-Bautista, 2019; Cañizales, 2022).

3. Enfoque metodológico

La ruta metodológica que sustenta la investigación se enmarca en un estudio de tipo descriptivo, el cual, según Hernández-Sampieri et al. (2014), busca especificar las propiedades importantes de cualquier fenómeno que sea sometido a análisis. Adicionalmente, se recurrió a un diseño en el cual la fase de campo se respaldó en la aplicación de un instrumento de recolección de datos planteado a los fines de la investigación (Hernández-Sampieri, 2018; Sánchez Martínez, 2022) y se combinó con la indagación documental de fuentes relacionadas con la variable del estudio, lo que permitió proporcionar un marco conceptual para el análisis de la realidad y comprender el significado de los hechos estudiados (Ramírez, 2009; Cadena-Iñiguez et al., 2017).

En referencia a la población de este estudio, la misma está compuesta por seis (6) EP activas adscritas a la Gobernación del estado Falcón, representadas por los altos directivos de las mismas. A los efectos de la indagación, se seleccionó una muestra de tipo intencional constituida por cuatro (4) EP y los sujetos informantes fueron seis (6) representantes de la alta plana gerencial[1]. Los criterios de selección para establecer la muestra fueron los siguientes: similitud en los procesos administrativos de las organizaciones, forma de gestión y marco legal que las regula.

4. Caracterización y Factores Competitivos de las empresas públicas: Resultados

La totalidad de las empresas (100%) que formaron parte de esta investigación (4 EP) se constituyen en entes descentralizados con forma de derecho privado con fines empresariales; las mismas se encuentran reguladas por el Decreto N.º 1.424 de la Ley Orgánica de la Administración Pública de la República Bolivariana de Venezuela (2014). Por otra parte, el 100% de estas empresas se dedican a realizar actividades del sector terciario o de servicios, en el cual se producen beneficios intangibles, es decir, bienes que no se pueden almacenar y son de corta duración.

En lo correspondiente al tamaño de las empresas, atendiendo a la clasificación que considera a la cantidad de personas que laboran en las mismas, el 50% son medianas empresas, pues trabajan más de cincuenta (50) personas, y el otro 50% son grandes empresas, dado que su nómina está conformada por más de cien (100) trabajadores. En Venezuela, de acuerdo con la Oficina Central de Estadística e Informática (OCEI), citada por Mora Bastidas (2003), una microempresa tiene menos de cinco (5) trabajadores, una pequeña tiene entre cinco (5) y veinte (20) trabajadores, una mediana tiene entre veintiuno (21) y cien (100) trabajadores y una grande tiene más de cien (100).

4.1. Factores de los Niveles Sistémicos de Competitividad de las empresas públicas

En este apartado se describen los diferentes niveles que contemplan la propuesta teórica de la competitividad sistémica en el contexto práctico de las empresas públicas de la Gobernación del estado Falcón, es decir, se hará referencia a los factores particulares de los niveles macro, meta y meso en el ámbito de este estudio.

a. Nivel macro: Políticas macroeconómicas.

De acuerdo con Vîrjan et al. (2023), la prosperidad de una nación depende de su competitividad, la cual se basa en la productividad con la cual esta produce bienes y servicios.

Además, resulta necesario el establecimiento de políticas macroeconómicas e instituciones legales sólidas y políticas estables, las cuales son condiciones necesarias para asegurar una economía próspera. En correspondencia con la postura de los precitados autores, se muestran los resultados de la Tabla 1, en la cual se hace referencia a la posición de la plana gerencial consultada al respecto del indicador “Políticas Macroeconómicas”.

Tabla 1

Nivel Macro: Políticas Macroeconómicas

Ítem / Pregunta

Muy alto

Ato

Medio

Bajo

Muy Bajo

Fr

%

Fr

%

Fr

%

Fr

%

Fr

%

  1. En qué grado las políticas macroeconómicas del país garantizan condiciones estables para el desempeño competitivo de las empresas públicas

2

33,3

2

33,3

2

33,3

0

0

0

0

  1. En qué grado el Tipo de Cambio Oficial y las Tasas de Interés (activa y pasiva) fomentan el desarrollo competitivo de las empresas públicas del país

1

16,7

4

66,7

0

0

1

16,7

0

0

  1. En qué grado cuenta el país con un sistema financiero estable que garantice el desarrollo competitivo de las empresas del país

0

0

2

33,3

1

16.7

2

33,3

1

16,7

  1. En qué grado dispone el país de una política fiscal que permita el desarrollo competitivo de los diferentes sectores empresariales

1

16,7

1

16,7

2

33,3

1

16,7

1

16,7

Al examinar el grado en que consideran los directivos que las políticas macroeconómicas del país garantizan condiciones estables para el desempeño competitivo de las empresas públicas, predominan las opciones de respuestas favorables (“Muy alto” (33,3%), “Alto” (33,3%) y “Medio” (33,3%)). Por otra parte, al medir lo que opinan en relación al Tipo de Cambio Oficial y las Tasas de Interés (activa y pasiva), un significativo porcentaje (66,7%) indica que estos factores fomentan en alto grado el desarrollo competitivo de las empresas públicas del país. (Tabla 1).

Ahora bien, es importante destacar que las respuestas de los gerentes consultados se contraponen con la realidad macroeconómica del país, pues existen evidencias tangibles que indican que las condiciones de la economía nacional resultan ser desfavorables e inseguras para dinamizar el potencial competitivo que requieren los diferentes sectores productivos.

Al respecto de este planteamiento, Vera (2018) explica que Venezuela está inmersa en la más severa crisis económica que haya encarado país latinoamericano alguno en la historia moderna, con sombrías perspectivas de recuperación económica en el corto plazo, y sin que se vislumbre una voluntad política decisiva para diseñar e implementar un programa económico integral, que atienda los desequilibrios macroeconómicos, las profundas distorsiones de los precios relativos y la disfuncionalidad de instituciones que mantienen la economía en un estado de caos.

Señala el mismo autor que la economía se ha quedado sin mercado cambiario legal u oficial y se encuentra a merced de un mercado paralelo no legalizado, cuya tasa de cambio ha adquirido un comportamiento explosivo. Igualmente, existe un proceso de aceleración inflacionaria, que retrospectivamente se remonta a finales del año 2012 y que persiste de forma significativa. 

En relación a las garantías del sistema financiero para promover el desarrollo competitivo de las empresas del país, las respuestas de los consultados oscilan entre “Alto” (33,3%), “Medio” (16,7%), “Bajo” (33,3%) y “Muy Bajo” (16,7%). Finalmente, al consultar la opinión de los encuestados sobre el grado que dispone el país en relación a una política fiscal que permita el desarrollo competitivo de los diferentes sectores empresariales, las respuestas oscilan entre las diferentes opciones que se presentan en la escala, a saber: “Muy Alto” (16,7%), “Alto” (16,7%), “Medio” (33,3%), “Bajo” (16,7%) y “Muy Bajo” (16,7%) (Tabla 1).

Resulta conveniente señalar que existe divergencia entre lo que indican los gerentes de las empresas consultadas en relación a las políticas macroeconómicas del país, pues se observan importantes desequilibrios que llevan a las empresas a ser poco productivas y mucho menos competitivas. Al respecto, el Índice de Competitividad Global (según lo presentado por la Escuela de Negocios de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y por el Institute of Management Development (IMD) de Suiza) coloca a Venezuela en la posición más baja con relación a otros países de la región, y aún mayor es la diferencia si se consideran los países desarrollados como referencia. Así, para el año 2024, según el mencionado índice, Venezuela ocupó el puesto 67 de un ranking de 67 países, evidenciando la necesidad de reformas estructurales significativas para mejorar su competitividad (Marquina et al., 2024).

De acuerdo con el Centro para el Desarrollo Económico (Equilibrium CenDE), en relación a la posición de Venezuela en el Índice de Competitividad Global, la mayor barrera del país para conseguir competitividad es la inestabilidad macroeconómica, lo cual se evidencia desde hace más de 20 años. Las políticas monetarias que han causado inflación y mermado la capacidad de planificación de las empresas venezolanas deben ser corregidas. Para conseguir un cambio sostenible en Venezuela, se debe priorizar la estabilidad de precios en vez de acudir a políticas cortoplacistas (Licheri, 2021).

b. Nivel Meta: Interacción Empresarial y Disposición al Diálogo

Díaz et al. (2020) expresan que, para implantar las estrategias de la competitividad sistémica, es necesaria una organización estratégica de los diferentes actores sociales; por ello, la capacidad de los patrones organizativos está muy vinculada a las estructuras de cada sociedad involucrada. En correspondencia con esta afirmación, se muestran los resultados relativos a la capacidad de interacción e intercambio que poseen las empresas públicas y la disposición al diálogo con los diferentes actores con los cuales se relacionan. 

En relación al grado en el que las empresas realizan procesos de interacción e intercambio con otras organizaciones públicas, los directivos manifiestan una tendencia favorable en correspondencia con las opciones de respuestas seleccionadas (“Muy Alto” (33,3%), “Alto” (50%) y “Medio” (16,7%). Por otra parte, en relación con procesos de interacción e intercambio de las empresas en estudio con empresas privadas, se reflejan de los datos presentados en la Tabla 2 las siguientes opciones de respuestas: “Muy alto” (33,3%), “alto” (16,7%) y “bajo” (50%).

Tabla 2

Nivel Meta: Interacción empresarial y disposición al diálogo

Ítem / Pregunta

Muy alto

Ato

Medio

Bajo

Muy bajo

Fr

%

Fr

%

Fr

%

Fr

%

Fr

%

  1. En qué grado la empresa realiza procesos de interacción e intercambio con otras empresas públicas

2

33,3

3

50

1

16,7

0

0

0

0

  1. En qué grado la empresa realiza procesos de interacción e intercambio con otras empresas privadas.

2

33,3

1

16,7

0

0

3

50

0

0

  1. En qué medida existe capacidad de organización e interacción estratégica entre diferentes actores (empresas públicas, empresas privadas, Estado, organizaciones intermedias, sociedad civil) para promover desarrollo de los sectores empresariales y de la localidad en general.

3

50

0

0

2

33,3

1

16,7

0

0

  1. En qué grado la empresa mantiene relaciones de diálogo con otras instituciones (públicas o privadas ) y con diferentes grupos de interés

2

33,3

3

50

0

0

1

16,7

0

0

  1. En qué nivel existe disposición al diálogo entre los diferentes grupos de interés que interactúan en el desarrollo del sector público y privado y por ende de la localidad

1

16,7

4

66,7

0

0

1

16,7

0

0

En discrepancia con los datos anteriormente presentados, es menester destacar que, en la práctica, la interacción de las EP con los diferentes actores (empresas públicas, empresas privadas y otros actores) resulta escasa y deficiente; por lo que sería conveniente realizar procesos de colaboración y cooperación entre dichos actores para promover y sostener ventajas competitivas, no solo para las empresas de manera individual, sino también para el desarrollo del entorno donde están ubicadas las mismas.

Por otra parte, en referencia a la Disposición al Diálogo, los directivos consultados revelan que las empresas públicas en las que se desempeñan mantienen relaciones de diálogo con otras instituciones (públicas o privadas) y con diferentes grupos de interés en grados: “Muy alto” (33,33%), “Alto” (50%) y “Bajo” (16,7%). Del mismo modo, en correspondencia con la percepción del nivel que los consultados tienen sobre la disposición al diálogo entre los diferentes sectores que interactúan en el desarrollo del sector público y privado, y por ende de la localidad, las alternativas seleccionadas fueron: “Muy alto” (16,7%), “Alto” (66,7%) y “Bajo” (16,7%) (Tabla 2).

En relación con los datos expuestos, es conveniente señalar que, aunque los distintos actores locales con los cuales interactúan las EP pueden tener la intención de dialogar, se observa una escasa coordinación de esfuerzos para articular acciones que fortalezcan las ventajas competitivas de la comunidad local y promover procesos sociales de aprendizaje y comunicación.

c. Nivel Meso: Condiciones del Entorno

En relación a las condiciones del entorno, los encuestados manifiestan que el contexto político, económico y social para el desarrollo competitivo de las empresas públicas es favorable en virtud de las opciones de respuestas seleccionadas: “Muy alto” (16,7%), “Alto” (33,3%) y “Medio” (50%). Del mismo modo, se evidencia en las respuestas de los consultados una tendencia favorable (“Muy alto” (16,7%), “Alto” (33,3%) y “Medio” (50%)), en lo relacionado al nivel que se fomenta por las organizaciones y entes competentes en un entorno innovador para el impulso de los diferentes sectores empresariales (Tabla 3). 

Tabla 3

Nivel Meso: Condiciones del entorno

Ítem / Pregunta

Muy alto

Alto

Medio

Bajo

Muy bajo

Fr

%

Fr

%

Fr

%

Fr

%

Fr

%

  1. En qué medida existen condiciones en el entorno (político, económico, social) para el desarrollo competitivo de las empresas publicas

1

16,7

2

33,3

3

50

0

0

0

0

  1. En qué nivel se fomenta por las organizaciones y entes competentes un entorno innovador para el impulso de los diferentes sectores empresariales

1

16,7

2

33,3

3

50

0

0

0

0

Así, en contraposición con la postura de los gerentes, se debe indicar que el contexto general que rodea el entorno de las instituciones es poco favorecedor para el desarrollo competitivo de las empresas y de la localidad. Al respecto, el Centro para el Desarrollo Económico (Equilibrium CenDE) plantea que el deterioro sistemático del entorno institucional e infraestructura social en Venezuela a causa de deficientes políticas estatales de los últimos veinte (20) años es un factor determinante que afecta de forma significativa las posibilidades del país para ser competitivo (Licheri, 2021). 

d. Nivel Meso: Capacidad Asociativa y Redes de Cooperación

La cooperación y la capacidad asociativa entre distintos actores permiten a las empresas alcanzar niveles de eficiencia que de otra forma no serían posibles lograr. Para ello, el Estado debe constituirse en un factor facilitador a través del diseño de la política pública, la cual se puede traducir en la utilización de instrumentos de promoción económica local (Hernández, 2001; Ibarra et al., 2017).

Así, en correspondencia con los actores que fueron objeto de este estudio, se evidencia una percepción favorable (“Muy alto” (16,7%), “Alto” (33,3%) y “Medio” (50%)) en la capacidad de asociación entre los sectores público y privado para el desarrollo competitivo de los sectores empresariales en general y de la región. Por otro lado, los gerentes de las empresas públicas indican que en “Muy alto” (16,7%), “Alto” (50%) y “Medio” (33,3%) grado el Estado, las empresas públicas y los diferentes actores de carácter privado (empresas) desarrollan de manera conjunta políticas de apoyo para la promoción de los sectores empresariales (Tabla 4).

Tabla 4

Nivel Meso - Capacidad asociativa y redes de cooperación

Ítem / Pregunta

Muy alto

Ato

Medio

Bajo

Muy bajo

Fr

%

Fr

%

Fr

%

Fr

%

Fr

%

  1. En qué medida considera que existe capacidad de asociación entre los sectores público y privado para el desarrollo competitivo de los sectores empresariales en general y de la localidad.

1

16,7

2

33,3

3

50

0

0

0

0

14. En qué grado el Estado, las empresas públicas y los diferentes actores de carácter privado (empresas) desarrollan de manera conjunta políticas de apoyo para la promoción de los sectores empresariales

1

16,7

3

50

2

33,3

0

0

0

0

  1. En qué grado su empresa está enlazada en redes de cooperación con relacionados (proveedores, distribuidores, consumidores, empresas privadas y públicas)

1

16,7

3

50

1

16,7

1

16,7

0

0

  1. En qué nivel su empresa forma parte de redes de cooperación con Instituciones de Educación Superior (IES), Escuelas Técnicas y Centros de Investigación

0

0

4

66,6

0

0

1

16,7

1

16,7

Contrario a lo que reflejan los datos previamente expuestos, la realidad relacionada con la capacidad de asociación entre las diferentes instituciones para fomentar procesos sinérgicos de cooperación y colaboración es inexistente. De manera similar, se observa la falta de acción por parte del Estado para promover el desarrollo de sistemas empresariales que impulsen las capacidades competitivas de las empresas.

En relación al indicador Redes de Cooperación, predomina la alternativa de respuesta nivel “Alto” por los encuestados en este estudio. De allí que en la Tabla 4, se evidencia que el 66,6% de los directivos indica que, en alto nivel, las empresas públicas forman parte de redes de cooperación con instituciones de educación superior (IES), escuelas técnicas y centros de investigación. Con respecto al grado en que las empresas están enlazadas en redes de cooperación con relacionados (proveedores, distribuidores, consumidores, empresas privadas y públicas), el 66,6% de los encuestados indican un alto nivel.

En vista de estos hallazgos, es conveniente indicar la necesidad de establecer redes de cooperación efectivas entre los diferentes actores que conforman los sistemas de producción del entorno local. En la práctica, esta colaboración es inexistente, especialmente con los centros de producción de conocimiento. Al respecto, Rodríguez Lissirt (2024) establece que, para alcanzar posiciones de competitividad en una sociedad, resulta necesaria la conformación de redes que permitan la integración de los procesos productivos, los cuales pueden movilizar los recursos generadores de excedentes y los procesos de gestión pública a cargo fundamentalmente del Estado.

5. Sistema de Relaciones de los Componentes Estructurales del Modelo de Competitividad Sistémica

En correspondencia con los datos expuestos y analizados en la sección anterior, se plantea una propuesta respaldada en el Modelo de Competitividad Sistémica (Esser et al., 2001; Mancheno-Saá y Albán-Bautista, 2019). En la misma se esbozan descripciones particulares para cada nivel del modelo, atendiendo a las características económicas, políticas y sociales que rodean a las empresas (EP) sobre las cuales se centra el análisis (Gráfico 1).

Gráfico 1

Componentes Estructurales de la Competitividad Sistémica en EP

Para la aplicabilidad del sistema planteado se requiere la realización de reformas sustanciales que permitan superar las debilidades estructurales del país y de las empresas. Entre los principales ajustes se plantean los siguientes aspectos: reformas institucionales que prioricen la eficiencia sobre los fundamentos políticos e ideológicos, inversión en recursos y tecnologías, autonomía técnica en la gestión de las EP, políticas macroeconómicas estables y de seguridad jurídica, entre otras. De manera general, se plantean las siguientes consideraciones para cada nivel del sistema: 

Nivel micro

Aunque este nivel no se incluye en el análisis de este trabajo, es necesario destacar cómo las EP deben ser gestionadas para alcanzar verdaderos niveles de eficiencia y competitividad (incluso siendo organizaciones dependientes de la administración pública). De allí que se deban hacer esfuerzos significativos para lograr los propósitos de la gestión en organizaciones complejas: eficiencia, eficacia, mejora continua, calidad y valor agregado del negocio. De manera precisa, la plana gerencial de estas empresas debe adoptar una conducta directiva que priorice la gestión eficiente sobre la agenda política. Esto implica enfocarse en la gestión de talento humano, procesos óptimos de producción, flexibilidad estructural, satisfacción de los clientes, capacidad de innovación, capacidad tecnológica y calidad de productos y servicios.

Nivel macro

En este nivel se debe proporcionar, desde el Estado, un ambiente económico estable que impulse las inversiones y fortalezca los esfuerzos de los diferentes sectores empresariales (incluso las empresas del sector público), con lo cual se generará una mayor producción y mejores condiciones de empleo. De allí que los aspectos más relevantes del macronivel estén relacionados con el manejo de políticas fiscales, presupuestarias, cambiarias y monetarias, a través de las cuales se pueda estabilizar el valor de la moneda y se brinden adecuadas condiciones para el desarrollo del mercado de capitales; además, se impulse el desarrollo de los sectores productivos.

Nivel meta

En este nivel se deben crear estructuras que faciliten la articulación de intereses entre los actores de la sociedad, es decir, se requiere promover la disposición al diálogo, desarrollar patrones adecuados de organización social y orientar a los diferentes grupos hacia valores compartidos. Asimismo, por medio de la integración estratégica de los actores sociales, se estimulan los sectores empresariales y, a la vez, se impulsa la solidaridad de los sectores productivos con el resto de la sociedad. Para este nivel se incluyen los conceptos de “Asociatividad Empresarial”, como la capacidad de las instituciones para realizar procesos sinérgicos de cooperación y colaboración con el propósito de alcanzar niveles superiores de competitividad, y “Capital Social”, como redes de relaciones entre diferentes actores soportadas sobre la base de reglas claras de participación y coordinación.

Nivel meso

Como actor protagónico de este modelo, el Estado debe facilitar las relaciones entre los diversos sectores o actores de la sociedad (Gobernación del estado Falcón, Cámaras empresariales, Organizaciones sindicales, Instituciones de Educación Universitaria (IEU), Instituciones de Investigación, Instituciones Bancarias Públicas y Privadas). Además, debe actuar como promotor, coordinador, moderador, comunicador entre dichos actores. Todo ello con el objetivo de facilitar el acceso a la información relevante mediante el establecimiento de políticas que impulsen las iniciativas empresariales y fortalezcan el sector productivo empresarial del país.

6. Conclusiones

Para finalizar al respecto del análisis de los factores determinantes de la competitividad en las Empresas Públicas de la Gobernación del estado Falcón, bajo el modelo sistémico, se presentan los siguientes argumentos conclusivos: A nivel macro, es indispensable que en el país se generen las condiciones de estabilidad y crecimiento necesarias para facilitar la inversión y el desarrollo económico nacional.

Para el nivel meta, este estudio introduce dos conceptos clave que enriquecen el modelo original de competitividad sistémica: “Asociatividad empresarial” y “capital social”, entendida la primera como la “capacidad que tienen las instituciones públicas y privadas de realizar procesos sinérgicos de cooperación y colaboración para alcanzar niveles superiores de competitividad y, consecuentemente, fomentar el desarrollo de los entornos en los cuales se desarrolla esta capacidad asociativa. Y el “capital social”, el cual se define para efectos de este trabajo como una “red de relaciones sociales construida entre los distintos actores de una sociedad que se sustenta sobre la base de reglas claras de participación, colaboración y coordinación de acciones colectivas para alcanzar objetivos comunes”.

De allí que, para impulsar este nivel de competitividad sistémica, sea fundamental que el Estado venezolano implemente políticas públicas efectivas que permitan el fomento de procesos asociativos y fortalezcan las relaciones institucionales, reduciendo así la desarticulación existente entre el sector público, el privado y la sociedad en general.

A nivel meso, resulta necesario superar posibles conflictos de intereses entre los actores, definir metas comunes y promover la construcción de infraestructuras organizativas necesarias para impulsar el desarrollo de los sectores empresariales en sus diferentes ámbitos de actuación. En el nivel micro, se pretende que este tipo de organizaciones se administren desde una perspectiva de productividad y competitividad, priorizando la gestión eficiente sobre la agenda política e ideológica, incluso siendo instituciones dependientes del sector público.

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