REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DEL ZULIA.  3ª época. Año 12 N° 35, 2021 
Gerardo R. Salas Cohen /// Pacto Educativo Global y Fraternidad en Venezuela… 3-8 
                                                                                                                          DOI: http://dx.doi.org/10.46925//rdluz.35.01 
6 
 
instituciones religiosas,  universidades, de  ahí  la necesidad de disponerse para  superar las 
limitaciones políticas, económicas, sociales, culturales y religiosas.  
En la propuesta del Pacto Educativo Global la clave es que la educación sea siempre un 
acto  de  esperanza  que,  desde  el  presente,  mire  al  futuro.  Se  trata  de  una  esperanza 
constructiva, en palabras del Papa Francisco (2019:2): 
 
“…una educación que sea portadora de una alianza entre todos los componentes 
de la persona: entre el estudio y la vida; entre las generaciones; entre los docentes, 
los estudiantes, las familias y la sociedad civil con sus expresiones intelectuales, 
científicas, artísticas, deportivas, políticas, económicas y solidarias. Una alianza 
entre los habitantes de la Tierra y la “casa común”, a la que debemos cuidado y 
respeto. Una alianza que suscite paz, justicia y acogida entre todos los pueblos de 
la familia humana, como también de diálogo entre las religiones.”  
  
La propuesta de un itinerario integral supone pues, un proceso plural y multifacético 
capaz  de  involucrarnos  a  todos  en  respuestas  significativas,  donde  la  diversidad  y  los 
distintos enfoques se puedan armonizar en la búsqueda del bien común y la capacidad para 
crear una armonía. En este sentido, no hay verdades absolutas, recetas, lugar para posiciones 
sesgadas para actitudes cerradas, por el contrario, se requiere disposición, apertura, escucha 
y diálogo permanente. Se requiere del trabajo armonioso de todas las partes, nadie puede 
correr sin mirar a otros lados, nadie puede quedar afuera.  
En  el  caso  de  las  universidades,  es  preciso  emprender  tareas  conjuntas,  iniciar  la 
búsqueda de aliados, emprender un camino de formación permanente, para que de la reflexión 
y  el  diálogo  surjan  acciones  concretas  que  permitan  poner  en  el  centro  a  la  persona, 
desechando  la  cultura  del  descarte,  escuchando  a  los  niños  y  jóvenes,  fomentando  la 
participación  de  los  jóvenes  y  la  familia  (en  todas  sus  manifestaciones)  como  primera  e 
indispensable educadora. Así mismo, buscar otras formas de entender la economía, la política, 
el  crecimiento  y  el  progreso  al  servicio  de  la  persona  y  la  familia  humana  desde  una 
perspectiva de la economía integral. 
Para llevar adelante el Pacto Educativo Global, algunas condiciones son necesarias, por 
ejemplo: garantizar el acceso a la educación, mirar juntos, unir el esfuerzo de todos, pasar del 
“yo, me, mi, conmigo” al “juntos” aceptando y respetando las diferencias con el propósito de 
crear la aldea de la educación con cultura de encuentro, como lo refiere el  Papa Francisco