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En relación al contenido de grasas, se observa 
que  hubo  diferencias  signicativas  (p>0,05)  mos-
trando valores para el PDF de 8,28± 0,25 y para el 
PSF de 5,63±0,22, en comparación con los valores 
presentados por el CD 9,43±0,07 y CS 10,08±0,10 
aportados por el aceite utilizado en la preparación 
de los controles. Es importante mencionar, que el 
contenido de grasa de los productos dulce y sala-
do formulados está representado en alto grado por 
ácidos grasos poliinsaturados alfa-linolénico (ome-
ga-3) aportados por la chía y por la avena. De allí, 
que no sólo tienen una función nutricional y senso-
rial como ocurre en los alimentos tradicionales, sino 
también una función siológica que busca proteger 
el estado de salud del consumidor. 
Por otro lado, los productos formulados mues-
tran  una  cantidad  importante  de  bra  (4,75±0,14 
- 4,53±0,18) en comparación con sus controles y 
con otros estudios de productos horneados como 
es el caso de  bizcochos de cúrcuma y harina de 
trigo con un contenido de bra que oscila entre 1,2 
y 2,3% (Lim et al., (2010).
El aporte de bra de los productos se atribuye a 
la utilización de avena en hojuelas, frijol y semillas 
de chía, que son fuentes importantes de bra solu-
ble. Por una parte, la avena es rica en betaglucanos 
(1,8 - 5,5%), un tipo de bra que se ha estudiado 
por sus efectos positivos en la reducción del coles-
terol sanguíneo (Aparicio y Ortega 2016), mientras 
que, las semillas de chía son ricas en mucílagos 
hidrocoloides con capacidad de formar geles en el 
tracto digestivo, prolongando la sensación de sa-
ciedad, mejorando el tránsito intestinal,  también, 
se presume que reduce los niveles de glicemia post 
- prandial (Sneh y Sanju, 2019). 
En relación a, los valores de humedad obser-
vados, (48,01±0,07 -44,82±0,40) esto  puede ser 
atribuido a la utilización de la chía y su capacidad 
de retención de agua. Huerta et al., (2018), al reem-
plazar parte de la metilcelulosa por harina de chía 
en un pan sin gluten, encontraron un aumento en el 
contenido de humedad.
Resultados similares a los valores de ceniza 
del presente estudio se reportaron en  el estudio 
de Santos y Salas (2017). Los valores obtenidos 
en la presente investigación permiten asumir que, 
probablemente  ambos productos de panadería 
elaborados con avena, frijol, chía y cúrcuma son 
una fuente de minerales como fósforo, magnesio, 
hierro y zinc; mejorando así la calidad del producto. 
Esto se concluye partiendo de las opiniones refe-
ridas por  Salas y Haros (2016), quienes señalan 
que estos minerales no se encontrarían disponible 
en su totalidad en  panes elaborados con 100% de 
harina de trigo, por tanto sería más recomendable 
el consumo de productos de panadería forticados. 
Como era de esperarse, hubo diferencias signi-
cativas (p>0,05) en el contenido de polifenoles. Los 
resultados muestran que los productos de panade-
ría formulados alcanzaron valores muy superiores 
a los controles. Con valores de 185±5,12% para el 
PDF y de 183,23±9,14% para el PSF mientras que 
para el CD 3,82±2,02 % y  para el CS de 4,41±2,08% 
lo cual permite indicar que los productos desarro-
llados  en  este  estudio  presentan  una  signicativa 
actividad antioxidante superior a los productos con-
troles elaborados con harina de trigo. 
Por una parte, la cúrcuma contiene compuestos 
fenólicos llamados ‘’curcuminoides’’, principalmente 
la curcumina, la cual se ha estudiado por su capaci-
dad antioxidante, antiinamatoria y su acción con-
tra distintas enfermedades (Omonte et al., 2022), 
mientras que la avena, posee un alto contenido de 
aventramidas, ácido ferúlico, ácido cafeico y ácido 
sinápico (Paudel et al., 2021). 
Cabe agregar, que el principal grupo de com-
puestos polifenólicos que se encuentra en las se-
millas son los ácidos fenólicos, incluido el ácido ros-
marínico,  el ácido cafeico, el ácido clorogénico, el 
ácido ferúlico,  ácido p-cumárico y ácido gálico, así 
como,  avonoides,  incluyendo    el  ácido  cinámico, 
apigenina, kaempferol, quercetina y rutósido (Mar-
tínez y Paredes., 2014, Pellegrini et al., 2018).   
Al lado de esto, tenemos  que la manzana (Malus 
spp), incluida en la formulación del producto dulce, 
contiene altos niveles de polifenoles incluyendo 
quercetina, catequina, epicatequina, faloridzina y 
ácido clorogénico, todos los cuales son poderosos 
antioxidantes  que  tienen  efectos  beneciosos  en 
la prevención de enfermedades cardiovasculares, 
respiratorias, diabetes o cáncer entre otras (Shih-
Hsin et al., 2017). De igual forma, en la canela  se 
encuentra el eugenol, el ácido cinámico, la cumari-
na y el cinamaldehído que tienen funciones en mu-
chas actividades biológicas como  antimicrobiana, 
antioxidante,  antifúngica,  antidiabética  y  antiina-
matoria (Zaidi et al., 2015).
Adicionalmente, los compuestos bioactivos del 
tomate seco incluido en el producto salado aportan 
un valor nutricional extra. La mejor fuente de lico-
peno, son los productos concentrados de tomate 
como la pasta de tomate, tomates secos y salsa de