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vestigaciones sobre la ingesta de manzanas 
han revelado un claro efecto para la salud. 
Por ejemplo, el consumo de manzana se aso-
cia positivamente con la reducción del riesgo 
de cáncer especialmente el cáncer de pulmón, 
previene enfermedades coronarias y disminu-
ción del riesgo de diabetes tipo II (Massini & 
Martin, 2018).
Tal como se ha visto, un importante porcentaje 
de las madres encuestadas consume mango. Esto 
debido posiblemente a que Ecuador es el segundo 
país mayor exportador de mango a los mercados 
americanos con una producción de 75.800 tonela-
das métricas (Marcillo et al., 2021).Los polifenoles 
del mango, al igual que otros compuestos polife-
nólicos, funcionan principalmente como antioxidan-
tes, que permiten proteger a las células humanas 
contra el daño causado por el estrés oxidativo que 
conduce a la peroxidación lipídica, daño al ADN y 
muchas enfermedades degenerativas (Dembitsky 
et al.,2011).
El mango (M. indica L.) contiene altas cantidades 
de compuestos bioactivos y su potencial antioxidan-
te es signicativo. Los principales polifenoles en el 
mango en términos de capacidad antioxidante y/o 
cantidad son: mangiferina, catequinas, quercetina, 
kaempferol, rhamnetina, antocianinas, ácido gálico 
y elágicos, ácido benzoico y ácido protocatecutico. 
La mangiferina, es un polifenol especial del mango 
con importancia nutracéutica y farmacéutica debi-
do, a su sugerido potencial para combatir enferme-
dades degenerativas (Dembitsky et al., 2011). 
No menos importante,  resultó el consumo de 
duraznos y melocotones. Estos,  tienen una menor 
capacidad antioxidante total que las manzanas, sin 
embargo, son nutricionalmente importantes, porque 
contienen cantidades signicativas de carotenoides 
incluyendo  β-caroteno,  luteína  y  b-criptoxantina. 
Dentro  de  los  compuestos  fenólicos  identicados 
en duraznos y melocotones está el ácido neocloro-
génico, la catequina y el ácido clorogénico (Chong-
ting et al., 2020).
A diferencia del mango, un porcentaje menor de 
madres consume kiwi y arándanos. El kiwi, es un 
ejemplo de fruta con excelentes propiedades bioac-
tivas apreciada y consumida en todo el mundo y ha 
llegado a caracterizarse como la súper fruta debido 
al bajo contenido de energía y la alta cantidad de 
agua, bra, vitamina C, A y E entre otros nutrientes 
lo  que  conrma  su  alta  calidad  nutricional  (Lato-
cha, 2017). Los arándanos (Vaccinium sp.) contie-
nen toquímicos funcionales, incluidos polifenoles, 
antocianinas,  ácidos  fenólicos  y  avanoles,  que 
han sido acreditados por conferir muchas propieda-
des saludables (Kalt et al., 2020).
A partir de los datos presentados en este docu-
mento, se observa que las madres lactantes ecua-
torianas  preeren  consumir  cereales  procesados 
tipo zucaritas hojuelas de maíz y mûsli entre otros, 
posiblemente debido al impacto de la globalización 
lo que determina un rápido aumento del consumo 
de alimentos altamente procesados, listos para co-
mer y densos en calorías. Con respecto a las semi-
llas oleaginosas, el presente estudio encontró un 
bajo consumo de ellas.
A pesar, de que el consumo de estas semillas es 
bajo en este grupo de madres, es importante seña-
lar que uno de los alimentos con importantes bene-
cios a la salud es la linaza, (Linum usitatissimum), 
ampliamente utilizada debido a sus compuestos 
con actividad biológica entre los cuales, destacan 
el ácido α-linolénico, los lignanos como el secoiso-
lariciresinol diglucósido (SDG), pinoresinol, laricire-
sinol y la bra soluble o mucilago que a través de 
su efecto anti hipocolesterolémico, anti carcinogé-
nico y controlador del metabolismo de la glucosa, 
se sugiere que pueden prevenir y reducir el riesgo 
de enfermedades importantes como la diabetes y 
la obesidad (Gallardo et al.,2013). En efecto, se ha 
reportado que el consumo de linaza y chía mejoran 
los marcadores biológicos relacionados con dislipi-
demia,  inamación,  enfermedades  cardiovascula-
res y diabetes debido a sus compuestos bioactivos 
(Parker et al., 2018, Maidana et al., 2020).
Por otro lado, un buen número de estudios su-
gieren que el consumo de avena (Avena sativa L.), 
tiene efectos positivos sobre los niveles de coleste-
rol en sangre, ya que es uno de los pocos cereales 
que contiene los dos tipos de bra, la soluble e in-
soluble. Contiene aproximadamente de un 12-16% 
de bra dietética y toquímicos. Se menciona que 
posee propiedades hipocolesterolémicas y antican-
cerígenas (Gupta & Kumar 2017, Rasane et al., 
2020).
El comportamiento alimentario observado en las 
madres lactantes en particular al consumo óptimo 
de legumbres se considera un hábito positivo de-
bido a su valor nutricional y bajo costo. Las legum-
bres constituyen una fuente interesante de com-
puestos bioactivos como los toquímicos. Muchos 
de estos toquímicos, tales como las antocianinas, 
avonoides y compuestos fenólicos han sido identi-
cados en diferentes legumbres (Sánchez-Villegas 
et al., 2018).