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ENSAYO
EL CONTROL ECOLÓGICO Y LA ECOEPIDEMIOLOGÍA EN EL MANEJO
DE ARTRÓPODOS DE INTERÉS EN SALUD PÚBLICA
Ecological control and ecoepidemiology in the management of arthropods
of interest in public health
Edison Pascal-Bello
Unidad de Investigaciones Parasitológicas, Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad del Zulia (LUZ).
Centro de Biomedicina Molecular, Instituto Venezolano de Investigaciones Cientícas (IVIC).
Sociedad Venezolana de Entomología
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-5108-1889
edisonpascal@gmail.com / edison.pascal@fcv.luz.edu.ve
REDIELUZ
ISSN 2244-7334 / Depósito legal pp201102ZU3769
Vol. 13 N° 1 • Enero - Junio 2023: 213 - 218
RESUMEN
A nivel mundial, existen muchas enfermedades
como el dengue, la enfermedad de Chagas, la lei-
shmaniosis, la malaria, las parasitosis intestinales,
entre otras, que continúan siendo un verdadero
problema de salud pública. Desde esta perspectiva
surge la ecoepidemiología, la cual, es una nueva
disciplina que emerge en la interfase entre la eco-
logía y la epidemiología, esta tiene como objeto
estudiar el impacto de las alteraciones en el me-
dio ambiente, incluyendo los seres vivos que allí
se encuentran, sobre la salud de los seres huma-
nos. En la epidemiología el estudio de los insectos
es muy importante, ya que muchos son vectores
de importantes enfermedades, dando cabida a la
rama que estudia los insectos de importancia sa-
nitaria (Entomología Médica). Este grupo zoológi-
co es capaz de incidir sobre la salud humana de
forma muy variable, pero en absoluto desdeñable,
y pueden desde causar sensaciones placenteras
(por su aspecto estético especialmente) a producir
molestias e incluso transmitir enfermedades, más o
menos graves. Desde este ámbito, podríamos apli-
car el Manejo Integrado de Plagas (MIP), el cual, es
una estrategia utilizada para el control de plagas y
vectores, y su objetivo principal es utilizar la menor
cantidad de pesticidas posible, aplicar labores cul-
turales y control biológico, a n de evitar o reducir
el contacto con las personas y la contaminación del
medio ambiente. No cabe duda que, el manejo eco-
lógico de insectos vectores y plagas, en el marco
del desarrollo sostenible, requiere de la aplicación
de estrategias educativas, sanitarias y ecológicas,
por cuanto se busca minimizar el impacto ambiental
a las comunidades, y al entorno general.
Palabras clave: Entomología; vectores; salud
pública; ecoepidemiología; control biológico.
ABSTRACT
Worldwide, there are many diseases such as
dengue, Chagas disease, leishmaniasis, malaria,
intestinal parasites, among others, which continue
to be a real public health problem. From this pers-
pective, ecoepidemiology arises, which is a new
discipline that emerges at the interface between
ecology and epidemiology, this aims to study the
impact of alterations in the environment, including
the living beings that are there, on the health of hu-
man beings. In epidemiology, the study of insects is
very important, since many are vectors of important
diseases, making room for the branch that studies
insects of sanitary importance (Medical Entomolo-
gy). This zoological group is capable of inuencing
human health in a very variable way, but not at all
negligible, and they can cause pleasant sensations
(especially due to their aesthetic appearance) to
produce discomfort and even transmit diseases,
more or less serious. From this area we could apply
Integrated Pest Management (IPM), which is a stra-
tegy used to control pests and vectors, and its main
objective is to use the least amount of pesticides
possible, apply cultural work and biological control,
to In order to avoid or reduce contact with people
and pollution of the environment. There is no doubt
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that the ecological management of vector insects
and pests, within the framework of sustainable de-
velopment, requires the application of educational,
health and ecological strategies, as it seeks to mini-
mize the environmental impact on communities and
the general environment.
Keywords: Entomology; vectors; public health;
ecoepidemiology; biologic control
INTRODUCCIÓN
Muchas enfermedades como la malaria, el den-
gue, la enfermedad de Chagas, la leishmaniosis,
las parasitosis intestinales, entre otras, continúan
siendo un verdadero problema de salud pública en
varios países del mundo.
Desde esta perspectiva, el abordaje de estas en-
fermedades requiere un gran esfuerzo en términos
del manejo, que debe implementarse para alcanzar
un mejor control de ellas. Esto incluye la adición
de nuevas disciplinas cientícas que pueden inte-
grarse para tener mayor información sobre dichos
problemas, que a su vez, sirva para tomar decisio-
nes, que repercuten en salud pública en forma más
temprana.
La ecoepidemiología es una nueva disciplina
que emerge en la interfase entre la ecología y la
epidemiología, esta tiene como objeto estudiar el
impacto de las alteraciones en el medio ambiente,
incluyendo los seres vivos que allí se encuentran,
sobre la salud de los seres humanos. También lla-
mada epidemiología de paisajes, esta nueva dis-
ciplina pretende ser una herramienta de gran utili-
dad para entender en forma integral los problemas
complejos que representan las enfermedades y la
ocurrencia de estas, condicionadas siempre por
una multiplicidad de factores que se encuentran
constantemente interactuando entre sí.
En esta disciplina el estudio del ambiente es
fundamental, para comprender el potencial riesgo
de transmisión de diversas enfermedades. En el
entorno del hábitat de los seres humanos, los ele-
mentos del medioambiente como la vegetación, las
condiciones topográcas, la presencia de lagunas,
ríos, quebradas y colecciones de agua en general
son importantes por representar los lugares donde
vectores y reservorios de diversas enfermedades
pueden habitar, desarrollarse y transmitir múltiples
agentes infecciosos.
En la epidemiología, el estudio de los insectos
reviste mucha importancia, ya que algunas espe-
cies son importantes vectores de enfermedades
que afectan la salud humana y animal, desde este
punto de vista, una de las ramas más importantes
de la zoología es la Entomología, la cual es la rama
de la zoología que estudia los insectos, y a su vez,
la Entomología Médica, es la rama que se ocupa
del estudio de los insectos, considerándolos como
agentes transmisores de enfermedades en el hom-
bre, es decir, realiza el estudio teniendo en cuenta
la forma en que dichos insectos actúan al propagar
graves enfermedades, entre los seres humanos,
así como los hábitos de dichos animales, que tie-
nen relación con la difusión de la mencionadas en-
fermedades, es decir, realiza el estudio teniendo
en cuenta la forma en que dichos insectos actúan
al propagar graves enfermedades, entre los seres
humanos, así como los hábitos de dichos animales,
que tienen relación con la difusión de la menciona-
das enfermedades.
La distribución de los insectos abarca todo el
planeta, desde las regiones polares hasta el tró-
pico, pueden hallarse desde el nivel del mar hasta
más de 6,000 metros sobre el nivel del mar (msnm),
en aguas termales, en tierra rme, no existe lugar
donde no existan, no obstante el número y variedad
máxima la alcanzan en los trópicos, la capacidad
para reproducirse de los insectos es indudablemen-
te uno de los principales factores que han contri-
buido a su éxito en la distribución, en cuanto a su
abundancia se estima que existe aproximadamente
1.000.000 de especies descritas, teniendo en cuen-
ta que este número va en aumento, ya que frecuen-
temente se descubren nuevas especies.
DESARROLLO
I. Epidemiología y Ecología, la Fusión de dos
Vertientes Cientícas
Ahora bien, si desglosamos ambas ramas de la
ciencia, tenemos que, la epidemiología tiene como
propósito describir y explicar la dinámica de la salud
poblacional, identicar los elementos que la com-
ponen y comprender las fuerzas que la gobiernan,
además de promover la salud, prevenir y controlar
las enfermedades mediante el conocimiento de sus
causas, a n de intervenir en el curso de su desa-
rrollo natural para modicarlas.
Por otro lado, la Ecología es la rama de la biolo-
gía que estudia las interacciones que ocurren entre
los seres vivos entre si y a su vez con el ambiente
donde se encuentran, es decir, estudia la biología
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de los ecosistemas, establece como estas interac-
ciones entre los seres vivos y su entorno afectan
factores como la abundancia o la distribución. De
igual manera, estudia los ecosistemas en su con-
junto, es decir, a las comunidades dentro de su am-
biente, los ujos de materia y energía, los balances
de los elementos químicos en ese sistema comple-
jo (Malacalza, 2013).
Desde un enfoque transdisciplinario, de estos
dos conceptos, se podría perlar un nuevo tiem-
po en la investigación epidemiológica, en el que se
limita la preponderancia del método y la identica-
ción de factores de riesgo de enfermedad, y se da
paso a una investigación epidemiológica que pre-
tende situar las teorías etiológicas en el centro de la
disciplina y en el origen de la investigación. Se reto-
ma la perspectiva poblacional de la epidemiología
y se acentúa la relevancia de los contextos social,
cultural y medioambiental, en los que se desenvuel-
ve la investigación y práctica de la epidemiología.
Este paulatino cambio en su enfoque, podría contri-
buir a reforzar su inuencia en la mejora del estado
de salud (Rodríguez y Rodríguez, 2014).
Los problemas de salud no solo son enfermeda-
des, sino cualquier daño o riesgo que constituya un
peligro presente o futuro para la salud de cualquier
población. Estos problemas pueden ser causados
por factores de origen físico, mecánico, químico o
biológico e, incluso, psicológico o social, o la acción
conjunta de algunos o de todos ellos. El propósi-
to fundamental de la Epidemiología como ciencia,
es, ha sido y será, identicar y estudiar las princi-
pales causas que provocan, permiten o facilitan la
ocurrencia de estos problemas, con el objetivo de
ofrecer soluciones para evitarlos, disminuirlos, eli-
minarlos o erradicarlos, según sea la naturaleza del
problema y las posibilidades de actuar sobre ellos.
II. Los Artrópodos y su Efecto e Importancia
en Salud Pública
El Phylum Artrópoda es el que alberga el mayor
número de especies de todo el reino animal. Sus
asociaciones con el ser humano, sus actividades y
construcciones, han sido constantes a lo largo de
la historia.
Este grupo zoológico es capaz de incidir sobre la
salud humana de forma muy variable, pero en ab-
soluto desdeñable, y pueden desde causar sensa-
ciones placenteras (por su aspecto estético espe-
cialmente) a producir molestias e incluso transmitir
enfermedades, más o menos graves, algunas de
muy alta mortalidad.
No se puede olvidar que muchas de las pande-
mias que han diezmado la población humana, en el
pasado, están íntimamente ligadas a ellos y que en
la actualidad algunos siguen transmitiendo muchas
de las más importantes enfermedades de alta mor-
bilidad y mortalidad, en amplias áreas del globo.
(Cantillo y col., 2006).
La forma en que los artrópodos alteran negativa-
mente la salud de un individuo, o incluso de un gru-
po o de una población, es bien diferente. Unos so-
lamente causan molestias por su aspecto o por su
picadura. Otros provocan reacciones locales (por
contacto) o generales (por inhalación de sus res-
tos). Existen, de igual manera, los vectores, es de-
cir, los que vehiculan enfermedades infecciosas en
forma meramente pasiva, no especíca, mientras
que otros son agentes necesarios para la transmi-
sión de afecciones de variados tipos. En este último
grupo su importancia es primordial, de forma que
en su ausencia no se transmiten determinadas en-
fermedades (Arria y col., 2005).
Desde un punto de vista eminentemente antró-
pico, se debe puntualizar que muchos de estos ar-
trópodos han ocupado, ocupan y ocuparán, un lu-
gar destacado entre las mayores amenazas para
la Salud Pública. Ejemplo evidente de ello son las
numerosas epidemias sufridas por la humanidad,
debido a enfermedades provocadas por agentes
etiológicos de tan diversa índole como protozoos
hemosporídeos del género Plasmodium, causante
del paludismo, diversos arbovirus de la familia Fla-
viviridae responsables del dengue, la ebre amari-
lla o la ebre del Oeste del Nilo, o bacterias como
Yersinia pestis. Todos ellos con un denominador
común, la presencia de un artrópodo como vector
o agente transmisor hasta el ser humano (Fernán-
dez, 1999).
Desde un punto de vista sanitario los daños pue-
den ser directos, por ejemplo, cuando la plaga o
vector (parásitos) se alimenta de los uidos o te-
jidos del animal o de la planta, o indirectos, como
ocurre con las especies relacionadas con la trans-
misión de patógenos o parásitos responsables de
enfermedades. Mientras que, en algunos casos, el
daño lo provocan sólo las larvas o sólo el individuo
adulto, en otros casos ambos estados deben ser
considerados plaga (Pascal, 2019).
Existen dos formas básicas de transmisión de
microorganismos patógenos desde el artrópodo
vector hasta el ser humano, la transmisión mecá-
nica y la biológica. La primera se caracteriza por
una ausencia de la obligatoriedad del contacto en-
tre el parásito y el vector para completar el ciclo del
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primero. En el caso de la transmisión biológica el
agente patógeno exige el paso previo por el vector
para su multiplicación y/o desarrollo hasta el estado
infectante.
En Europa se citan muchas investigaciones que
hacen referencia a afecciones por bacterias de los
géneros Rickettsia y Borrelia. Sus vectores más
habituales son ectoparásitos hematófagos como
piojos anopluros, pulgas pulícidas y garrapatas ixó-
didas. Sin embargo, diversos estudios evidencian
la posibilidad de que insectos con un potencial re-
productor y capacidad de dispersión mucho más
elevada, como son los mosquitos culícidos, puedan
adquirir un papel activo en ciertos ciclos de trans-
misión.
En España existe una variedad de artrópodos
que pueden estar involucrados en diferentes ci-
clos de transmisión de enfermedades; entre ellos
destacan los pertenecientes a órdenes de insectos
que engloban a ciertos ectoparásitos hematófagos
como hemípteros (chinches), Ptirápteros (piojos) o
Sifonápteros (pulgas). Además de los insectos, di-
versos arácnidos Trombicúlidos (ácaros) e Ixódidos
(garrapatas) ocupan también un lugar destacado.
Sin embargo, los grupos con la capacidad vectorial
más sobresaliente, son los dictiópteros Blatodeos
(cucarachas) y, fundamentalmente, los Dípteros
(moscas y mosquitos).
Mientras tanto en ambientes tropicales, el pa-
ludismo, el dengue, la enfermedad de Chagas, la
leishmaniosis, las parasitosis intestinales, la ebre
amarilla, entre otras, siguen siendo un fuerte pro-
blema de salud pública, sobre todo en América La-
tina (Bueno-Marí, y col., 2009).
III. Artrópodo Vector y Zoonosis
Las enfermedades que se transmiten desde los
animales al ser humano se agrupan bajo la denomi-
nación general de zoonosis, es decir, son las entida-
des nosológicas que el hombre adquiere desde los
animales. Algunas en determinadas circunstancias
son transmitidas de los animales al hombre, ya sea
en forma directa o por intermedio de agentes bioló-
gicos a los que denominamos vectores. Se deno-
mina vector al organismo que transmite un agente
patógeno desde un organismo enfermo a uno sano
que se enferma. Los vectores son generalmente
artrópodos, en su mayoría insectos hematófagos,
que pican tanto a los hombres como a los animales,
ya estén sanos o enfermos. Estas enfermedades,
causadas por agentes en cuyos ciclos de vida que-
dan al mismo tiempo involucrados los hombres y
otros animales, se denominan antropozoonosis.
También se puede expresar que, un artrópodo
vector, o simplemente un vector, es un organismo
portador viviente que generalmente es un artrópo-
do, capaz de transmitir, diversos organismos pató-
genos (virus, bacterias, protozoarios, otros), que en
dependencia del tipo (biológico, mecánico u hos-
pedero intermediario) requiere de la transformación
(numérica, biológica o ambas) del agente etiológico
capaz de infestar (por diseminación, inoculación o
ambas a la vez) y provocar la enfermedad en un
individuo sano. Todo vector debe cumplir con los re-
quisitos de ser receptivo al mismo agente etiológico
que infesta al hombre; permitir el desarrollo de las
formas infestivas en cantidad sucientes como para
provocar la enfermedad; poseer especicidad por
una (o varias) especie afín (humanos o animales)
y encontrarse en la misma zona geográca don-
de aparece la enfermedad y en cantidad suciente
como para asegurar la transmisión (Monteagudo,
2010:12).
Como ejemplo podemos citar la leishmaniosis
canina, la cual está causada por Leishmania infan-
tum y los vectores pertenecen al género Phlebo-
tomus (subfamilia Phlebotominae; ebótomos) los
cuales poseen hábitos hematófagos, el perro se
considera el principal hospedador de L. infantum,
aunque los gatos también pueden serlo. De igual
forma, otras especies de mamíferos pueden infec-
tarse, incluido el hombre, y se ha aislado este pará-
sito de roedores como ratas o ardillas, liebres, ca-
ballos, gatos y cánidos salvajes como el zorro rojo,
lobos y chacales, el vector se desarrolla en hábitat
terrestre; los huevos son depositados en suelos
muy ricos en materia orgánica y las larvas pasan
por 4 estadios evolutivos antes de pupar y emerger
como adultos para ubicarse el lugares sombríos y
húmedos especialmente en grietas y agujeros de
muros de piedra, sótanos oscuros y establos de
animales (Fernández, 1999).
IV. Controles Ecológicos y Manejo Integrado
de Plagas
El Manejo Integrado de Plagas (MIP) es una es-
trategia utilizada para el control de plagas y vec-
tores, y su objetivo principal es utilizar la menor
cantidad de pesticidas posible, aplicar labores cul-
turales y control biológico, a n de evitar o reducir
el contacto con las personas y la contaminación del
medio ambiente.
No obstante, el MIP prioriza la prevención y los
tratamientos no químicos. Para ello deben realizar-
se inspecciones en los agrosistemas y sus alrede-
dores, con el n de reconocer las plagas, su entorno
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y efectuar un minucioso análisis para implementar
el control más adecuado y seguro (Nicholls, 2008).
Es importante resaltar que, afectaciones a la sa-
lud humana, contaminación ambiental y la presen-
cia de residuos tóxicos en los alimentos son algu-
nos de los tantos inconvenientes que aparecen con
el uso de plaguicidas sintéticos y las razones por
los que desde la década de los noventa se ha ge-
neralizado a nivel mundial el empleo de plaguicidas
naturales de origen vegetal y el control biológico de
plagas y vectores. Las piretrinas, la azadiractina
(AZA) y los aceites esenciales se rearman como
plaguicidas naturales de gran efectividad y mínimos
efectos adversos a la salud humana, animal y al
ambiente (Pérez, 2012).
Desde esta perspectiva, es importante resaltar
que la AZA (proveniente de árbol de Neem o Aza-
dirachta indica) contiene diversos componentes
con una fuerte actividad insecticida natural. Esta
sustancia (AZA) es un tetranortripirenoide natural.
La acción de preparar un insecticida natural prove-
niente de A. indica requiere que el proceso de ex-
tracción separe e incremente el contenido de AZA
y otros componentes con efectos pesticidas, de los
extractos de la planta.
CONCLUSIÓN
Es importante destacar, en medio de lo expuesto
en este artículo, tener en cuenta lo que representa
el concepto multifactorial del riesgo en relación a
los elementos medioambientales en el cual viven
las personas, debe estar presente al abordar pro-
blemas de salud pública como las enfermedades
mencionadas, el entorno de los entes sociales y
sus hábitos deben ser evaluados conjuntamente
para tener una visión mas cercana a la realidad de
estas infecciones que representan un constante
reto ante su emergencia, reemergencia y persis-
tencia en muchas poblaciones del planeta, donde
las mismas siguen ocasionando grandes pérdidas
humanas, laborales y económicas, impidiendo en
muchos casos el desarrollo apropiado de diversos
sectores humanos.
De igual manera, es notable la importancia de
los artrópodos dentro de estos temas referentes a
la salud pública. Los insectos son el grupo con el
mayor número de especies de todo el reino animal,
por lo tanto, tienen una elevada radiación adapta-
tiva abarcando un gran número de nichos ecológi-
cos. Estos animales, son un importante factor de
estrés biótico para otros animales (y para el ser hu-
mano) al comportarse como plagas y vectores de
enfermedades.
Desde este punto de vista, se puede denir el
término plaga como una población de organismos
que, al crecer en forma descontrolada, causa da-
ños económicos o transmite enfermedades a las
plantas, a los animales o al mismo ser humano.
No cabe duda que, el manejo ecológico de in-
sectos vectores y plagas, en el marco del desarrollo
sostenible, requiere de la aplicación de estrategias
educativas, sanitarias y ecológicas, por cuanto se
busca minimizar el impacto ambiental a las comu-
nidades (causados por los métodos tradicionales
de control de plagas) y aplicar técnicas con mayor
visión ecológica y ambiental, a n de evitar la conta-
minación del medio ambiente, con ello implementar
planes educativos para el control más adecuado y
seguro de las plagas y vectores.
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