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REDIELUZ
ISSN 2244-7334 / Depósito legal pp201102ZU3769
 Vol. 11 N° 2 • Julio - Diciembre 2021: 7 - 8
PROEMIO
CURIOSIDAD HUMANA
La perspectiva académica introduce un nuevo 
rol, el actor creativo, el cual inuye, y le asigna va-
lor humano e institucional a la creación, comprome-
tiendo la curiosidad en el ámbito cientíco, consiste 
en el deseo de dar respuesta a “la problemática”, 
que resuena dentro de nuestra normalidad. En este 
sentido, la curiosidad es una cualidad natural del 
reino animal y el género humano, que combina con 
la razón; la cual, nos ha llevado al avance tecnoló-
gico y evolución como especie en el mundo de hoy. 
Las ansias por descubrir lo innovador, ha per-
mitido insertarnos en el por qué y cometido de las 
cosas; al igual que, con la proactividad hemos in-
ventado aparatos que son útiles para el desempe-
ño diario en la sociedad informática. Esto le asigna 
vigencia a la siguiente interrogante: ¿Hasta qué 
grado de ingenio llega la mente y la curiosidad hu-
mana para saciarse de nuevos conocimientos e 
innovaciones? Es transitorio porque nuestro ins-
tinto de supervivencia exige numerosas facultades 
para  desarrollar  y  vivir  en  un  espacio  y  ambiente 
que cambia constantemente. En la actualidad, en 
el mundo global que habitamos, la mayor exigencia 
es la capacidad de adaptación a la era la informá-
tica,  quizás, dentro  de  veinte  (20)  años,  el  mayor 
requerimiento será adaptarnos a un mundo que de-
safía las leyes físicas y avances que derivan de la 
curiosidad humana. 
El desafío de retar las leyes físicas, que repre-
sentan  a  nuestro  mundo  puede  sonar  cticio,  por 
supuesto que solo es un caso hipotético e incierto, 
pero si se diera el caso ¿Qué consecuencia tendría 
ese  desarrollo  cientíco  en  el  bienestar  humano 
que se requiere en este planeta con las leyes físi-
cas? La respuesta es, la curiosidad como propulsor 
de la evolución, podría convertirse en el principal 
destructor de la especie. Lo desconocido es atrac-
tivo, capaz de despertar la curiosidad humana, de 
acuerdo a esta premisa, es la razón por la que hoy, 
abunda  el  conocimiento  y  descubrimiento,  que, 
de la mano de la razón, se convierte en informa-
ción valiosa para la preservación de las siguientes 
generaciones. 
¿La curiosidad disminuye? Solo cuando dejamos 
de existir. El mundo está lleno de saberes que no 
exploramos y  vivencias, que aún no experimenta-
mos. La cualidad de la curiosidad, despierta inevi-
tablemente si estamos atentos, a sentir curiosidad 
siendo capaz de alcanzarnos y explorar en la bús-
queda de “problemas” a solventar, convirtiéndose 
en la epifanía y el hacer de la curiosidad. 
En el ámbito académico-investigativo, la curiosi-
dad es un valor inigualable que caracteriza a pocos 
estudiantes, si bien, los niños aprenden en sus pri-
meros años de vida, con esta facultad de la curio-
sidad, en el grado de secundaria y universitario, se 
inclina más por el deber, que por el querer saber. 
El deber predomina sobre el querer saber. ¿Se 
puede sentir curiosidad, sin sentir interés? La ma-
yoría de los estudiantes ignoran la ventaja que la 
curiosidad puede brindar, aunque, no todos los pro-
fesores se encargan de despertar esta necesidad 
en los estudiantes. Aquí entra en juego, lo que lla-
mamos sistema de recompensas, el cual, estimu-
la el deseo de obtener cierta información para así, 
retener  y  enriquecer  el  conocimiento,  en  esto  es 
signicativo  la  aplicación  de  estrategias  de  ense-
ñanza-aprendizaje. 
Muchos aseguran, que la curiosidad es una ne-
cesidad biológica, que debe ser satisfecha. Con el 
internet y  la  web, tenemos al  alcance  millones de 
informaciones, lo cual, permite la independencia en 
el proceso de aprendizaje. Con el internet, ahora es 
posible, que la curiosidad se expanda y se satisface 
de grandes maneras, pues, al estar, al alcance de 
un clic, se obtiene, un sin número de información, 
donde la enseñanza y el aprendizaje, se privilegian 
como  procesos  autodidactas  y  es  signicativo  re-
marcar, que no solo se basan en tópicos académi-
cos,  por  lo  que  el  aprendizaje  de  nuevos  conoci-
mientos, se convierte en un proceso permanente 
durante toda la vida. 
La  curiosidad  junto  a  la  razón,  es  decir,  la  ca-
pacidad de análisis que posee el ser humano, ha 
convertido esta cualidad natural en una herramien-