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REDIELUZ
ISSN 2244-7334 / Depósito legal pp201102ZU3769
 Vol. 11 N° 1 • Enero - Junio 2021: 9 - 10
EDITORIAL
EL ARTE Y LA CIENCIA SORPRENDIENDO LA REALIDAD
Esta nueva realidad que nos sorprendió a todos, 
llegó para cambiar el mundo que nos rodea y los 
procesos que se generan en el mismo, “detonó una 
beta” que vino a potenciar la creatividad, un acto 
inmanente en la mayoría, trabajado ahora de modo 
consciente, se traduce en un desborde de innova-
ciones y descubrimientos, impulsando los procesos 
creativos, subyacentes en el hacer de todo acto 
realizado por el hombre.
Es así como, en el ámbito que tocará esta re-
exión  se  enfocará,  en  el  binomio  Arte-Ciencia, 
como parte de esa malla interconectada, que ha 
generado interacciones muy interesantes. El deve-
nir histórico nos ha presentado al Arte y la Ciencia 
como  disciplinas  separadas,  pero  existe  un  claro 
efecto invisible que las ha impactado, se requiere 
de una gran creatividad para plantearse preguntas 
que han impulsado grandes avances cientícos, y 
el arte que estamos experimentando en la actuali-
dad surge como claro “producto” de un desarrollado 
y renado conocimiento cientíco.
En todo caso, esta reexión me transporta a un 
universo donde se ha producido un cambio de códi-
gos de modo abismal, para aventurarme a presen-
tar un punto de vista, cual aletehía , o ejercicio de 
develamiento de aquello existente  que se nos ocul-
ta, tratando de arrojar luces para vislumbrar el nexo 
entre, la actividad cientíca, donde el investigador 
busca, explora, indaga, descubre, encuentra  solu-
ciones a problemas planteados o hipótesis que en 
muchos casos han sido comparada por estos como 
productos de una inspiración o iluminación y la ac-
tividad  artística  donde  se  presenta  una  expresión 
estética para la recreación humana, bajo una pers-
pectiva de realidad o un sentimiento, manifestados 
a través de formas bellas, apoyadas en la materia, 
la imagen o el sonido para su creación.
Para iniciar esta reexión, el arte y la ciencia han 
estado  unidos  desde  la Antigüedad. Alberti  y  sus 
dibujos arquitectónicos, Leonardo con sus dibujos 
del cuerpo humano o los esquemas de sus inven-
tos, las poesías de muchos cientícos de la era del 
romanticismo  son  casos  a  señalar;  es  fácil  notar 
como en ambas se sigue un proceso que nace de 
un germen de curiosidad sobre algún aspecto de 
la realidad, que en principio desconoce y preten-
de validar y compartir; manifestándolos a través de 
productos: una obra artística, un artículo o informe 
cientíco, que se presenta ante pares o se expone a 
la sociedad buscando el efecto o respuesta de está.
De allí que, para ambos procesos de algún 
modo, se secciona la realidad conocida, y se desa-
fían desde sus estadios de conocimiento, en primer 
momento la ciencia interroga la realidad, a través 
de diversos instrumentos tratando de satisfacer la 
curiosidad inicial, y generando soluciones o res-
puestas, que a su vez desarrollan nuevas interro-
gantes, el arte por su parte genera preguntas sin 
respuestas  como lo expresa Gil  (2018)  y  multipli-
cando el asombro inicial, trasladándolo a los otros, 
en ambas prácticas hay una base fuerte de imagi-
nación que despliega en terrenos diferentes, el del 
esclarecimiento en un caso y el de la ambigüedad 
en otro. 
Por tanto, la imaginación, la invención, la crea-
tividad son marcas inseparables de la producción 
cientíca. Así como la interrogación y la voluntad de 
conocer y comprender atraviesan la práctica artísti-
ca como lo expresa, Gil (2008). 
Para la autora antes mencionada, se presentan 
unos caminos posibles, de la ciencia al arte, entre 
otras iniciativas: la investigación sobre arte, es de-
cir, el arte como objeto de estudio, la divulgación 
cientíca  mediante  experiencias  artísticas  (cada 
vez más frecuente), el uso de criterios estéticos en 
comunicaciones orales y  escritas  (diseño de imá-
genes, infografías, soportes digitales, entre otros). 
Del arte a la ciencia, podemos encontrar produc-
ciones “cientícamente  informadas” (como la  web 
con estadísticas sobre el Sida en África del chileno 
Alfredo  Jaar), así como  apelaciones  de  artistas  a 
procedimientos propios del método cientíco (como 
las investigaciones de Ai Weiwei sobre los efectos 
del terremoto que azotó Sichuan en 2008, la pre-
servación de cadáveres humanos del alemán Gun-