
Año 11 - Vol. 22  /  Issn:2244-8764 
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2. DESARROLLO
UNA MIRADA AL PRESENTE: LO COMPLEJO DE HA-
BITAR EN ESTA CONTEMPORANEIDAD
Es  cle  enir  la  cnteraneia  r  las 
multidimensiones  en  que  se  vislumbra,  se  vive  en  una 
época  compleja  inmersa  en  procesos  permanentes  de 
cambios socioculturales, donde la temporalidad juega un 
papel  primordial  debido  a  que  esta  es  transitoria  y  cir-
cunstancial en la  nueva etapa de globalización. En  este 
sentido,  vista  desde  la  arquitectura  y  el  urbanismo,  la 
Contemporaneidad, según Pinardi (2015): es la poiesis y 
praxis de un movimiento en un momento dado que surge 
de una experiencia, conocimiento, grupo de ideas o con-
ceptos compuestos por paradigmas epistemológicos y/o 
expresivos  con  una  fuerte  dosis  de  creatividad  cultural 
que le imprime el arquitecto, de esencialidad lingüística, 
de experiencias del presente sobre acontecimientos, sig-
nicacines  interretacines el asa acaaa 
de tecnología, que se renueva constantemente y que per-
mite crear lugares para el desarrollo del ser humano y su 
forma de vida, de esto último radica su importancia.
Por  lo  que,  hablar  de  las  ciudades  contempo-
ráneas,  es  reconocer  los  cambios  y  evoluciones  de  las 
urbes, estas se adaptan experimentado grandes trasfor-
maciones para cubrir las nuevas exigencias, lo cual trae 
como  consecuencia  característica  industriales  y  creci-
miento  acelerado,  desarrollando  un  modelo  pensado 
para la modernidad del automóvil perdiendo así la escala 
humana y dejando de ser una ciudad para el ciudadano, 
trayendo  importantes  disfuncionalidades.  Esta  situación 
se  acrecienta  a  futuro,  puesto  que  las  urbes  juegan  un 
papel protagónico en las vidas de los seres humanos; se-
gún  la  Organización  de  las  Naciones  Unidas  (ONU),  se 
ha llegado al punto crucial en que más de la mitad de la 
población  (55%)  viven  en  áreas urbanas,  y  se  proyecta 
incrementar  a  un  68%  de  personas  conviviendo  en  las 
ciudades para el año 2050, (ONU: 2018:1).
  Por consiguiente y en consecuencia, la acelerada 
e incntrlale eansión  e  las res  cn  ecientes 
 esasaas estrctras e lanicación  estión el 
territorio, aunado a la falta de inversión del gasto público 
necesario por parte de los gobiernos, generan problemas 
complejos debido a la mayor demanda de infraestructura 
y servicios esenciales, donde el ciudadano queda inmer-
so  y  requiere  de  respuestas  inmediatas  para  minimizar 
impactos negativos formales, funcionales y ambientales.
Ante  este  hecho  Briceño  y  Ribas  (2012:269)  re-
portan que  el Paradigma de  la Complejidad  “constituye 
una forma  de  situarse  en  el  mundo  que  ofrece un  mar-
co creador de nuevas formas de sentir, pensar y actuar 
que  orientan  el  conocimiento  de  la  realidad  y  la  adqui-
sición  de  criterios  para  posicionarse  y  cambiarla”.  Bajo 
este paradigma se puede estudiar las ciudades desde su 
multidimensión, y abordarla a partir de las “aproximacio-
nes teóricas fractales, que entienden las ciudades como 
artefactos  complejos  producto  de  procesos  dinámicos” 
(Zarza,1996:7)
Para lograr una  mejor comprensión del desarrollo 
de la  incertidumbre actual  de los actores sociales  en  la 
creación del paisaje cultural, se puede visualizar desde la 
fractalidad, donde se pretende intercomunicar el pasado 
y el presente, de forma que se constituya el conocimien-
to a  través  de  un  bucle fractal, para  analizar  la  relación 
de la experiencia histórica y la actual, determinando las 
acciones repetitivas través de las épocas (historicidad) y 
su perspectiva actual con una proyección futura para la 
creación de escenarios, es determinante el conocimiento 
acumulado  de  los  actores, que  está  en  continua  evolu-
ción y cambio por el aumento continuo de la información, 
acorde con el desarrollo de las diversas disciplinas y cien-
cias, y la evolución de las tecnologías de la información 
y la comunicación. Al respecto Hernández-Sampieri et al 
(2006:9) reporta:
Dentro  del  enfoque  cualitativo  existe  una 
variedad  de  concepciones  o  marcos de  in-
terpretación,  en  todos  ellos  hay  un  común 
denominador  que  podríamos  situar  en  el 
concepto de patrón cultural, que parte de la 
premisa de que toda cultura o sistema social 
tiene un modo Único para entender situacio-
nes y  eventos. Esta cosmovisión, o manera 
de ver el mundo, afecta la conducta humana. 
Los modelos culturales se encuentran en el 
centro del estudio de lo cualitativo, pues son 
entidades  exibles  y  maleables  que  consti-
tuyen marcos de referencia para el actor so-
cial, y están construidos por el inconsciente, 
lo transmitido por otros y por la experiencia 
personal.
Tomando en cuenta lo expresado, la ciudad de Ma-
racaibo no  es  la excepción, ciudad-puerto,  de  mediano 
tamaño,  Latinoamericana,  capital  del  estado  Zulia,  una 
de  las  principales  ciudades  de  la  República  Bolivariana 
de  Venezuela,  cuyo  paisaje  cultural  de  desarrollo  urba-
no-arquitectónico  está  caracterizado  por  el  crecimiento 
González, M. (2023)
  La evolución del paisaje cultural en la morfológica en 
el casco central de Maracaibo