Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ 
lado  el  control  o  disciplinamiento  de  los  cuerpos  (atendiendo  a  su 
educación, el aumento de sus aptitudes, la potenciación de sus fuerzas y el 
crecimiento tanto de su utilidad como de su docilidad), dando lugar a una 
“anatomopolítica  del  cuerpo  humano”  (Foucault,  1977,  168),  y  por  el 
otro el control de la población por medio de la vigilancia de nacimientos, 
la muerte, el nivel de  salud, el  promedio de vida etc. Es importante en 
este sentido resaltar que muchas veces se desconoce que el vínculo entre 
la anatomopolítica (disciplina) y la biopolítica (población) se halla en este 
carácter bifronte de la vigilancia.  
Lo  biopolítico  es  entendido acá  como  el  eje  que  articula  y  permite 
interrogar, en primer lugar, la afirmación de la vida y de la salud desde la 
razón  orden/derecho,  planteado  por  Foucault  como  resultado  de  la 
introducción  de  una  nueva  racionalidad  en  el  arte  de  gobernar 
contemporáneo. Esta práctica de gobierno está basada en la economía y 
en  el  “libre” mercado  y  es  parte  del  objeto  del  trabajo  del  autor  en  el 
seminario  denominado  el  nacimiento  de  la  biopolítica,  que  podría 
resumirse en la frase: dejar hacer (laissez-faire), sustento de las ideas de 
los Estados liberales contemporáneos. 
De este modo, es importante resaltar los análisis más contemporáneos 
sobre el asunto y que darán luces importantes a la presente investigación, 
esencialmente  los  planteamientos  de  Deleuze,  quien,  en  un  artículo 
publicado  en  1995  (2006),  anuncia  la  crisis  eminente  del  control  social 
moderno basado en las instituciones de encierro y pone de manifiesto la 
transición de la sociedad disciplinaria foucaultiana a una nueva sociedad, 
la sociedad de control. Esta sociedad a diferencia de la planteada bajo la 
lupa  de  la  biopolítica  es  una  sociedad  en  donde  en  control  no  es  tan 
disciplinante ni de encierro, las formas de control de la modernidad han 
venido  siendo  sustituidas,  aunque  no  por  completo  por  unas  nuevas 
formas  de  vigilancia  y  control  estatalizados  (Cunjamá,  y  Loría.  2010).  
Ahora  con  los  cambios  que  han  devenido  de  la  planetarización,  estos 
espacios de encierro no constituyen el pilar de los controles. Dentro de la 
era  digital,  el  control  no  se  fija  en  un  espacio  determinado  (cárceles, 
manicomios, hospitales, asilos, etc.), ahora se encuentra en todas partes.  
En  este  sentido,  para  los  propósitos  investigativos  fue  importante 
determinar  las  rupturas  subyacentes  en  la  contingencia  presentada  en 
cuanto a estas nuevas formas de dominación, el encierro y la cuarentena 
como  forma  de  vigilancia,  los  aparatos  tecnológicos  utilizados,  los 
software de metadatos que lo estados implementaron para el control de la 
pandemia, qué papel juegan dentro de la configuración del control social