Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ 
medioambientales  y  proteger  las  zonas  verdes  (Laurie,  1979).  Nace 
entonces  el  llamado  ecologismo,  favorecido  por  la  fuerza  que  algunos 
grupos  pusieron sobre las instituciones públicas para que se  tuviera  en 
cuenta el impacto en el medio ambiente. Más adelante surge el concepto 
“desarrollo sostenible o sustentable”, orientado a que el desarrollo arrope 
y procure la salud del planeta.  
En 1972, en Estocolmo, Suecia se realiza la primera cumbre sobre el 
tema ambiental, que  sentó los cimientos para el  impulso y  creación del 
Programa de las Naciones  Unidas  para el  Medio Ambiente, (PNUMA) 
(en inglés, United Nations Environment Programme, UNEP) que es la 
autoridad ambiental que establece la agenda a nivel global y funge como 
motor,  impulsor  y  guía  sobre  el  desarrollo  sostenible.  Resultado  de  la 
urgencia  de  saber  si  el  desarrollo  económico  podría  tener  límites  y 
juntamente  con  la  reunión,  ese  mismo  año,  se  publica  el  Informe 
Meadows, titulado The Limits to Growth (Meadows, 1972) a solicitud del 
Club Roma al MIT. 
Después,  en  los  años  ochenta,  nace  el  ambientalismo,  en  donde, 
según  lo  señala  Nieves  (1998):  “[…]  las  circunstancias  mundiales 
intentaron soportar una vigilancia del crecimiento económico abocado a 
la  demanda  de  los  recursos  naturales  y  de  sus  consecuencias”.    Como 
señaló  Olabe  (2016):  “A  raíz  de  la  revolución  industrial  empezaron  a 
surgir  dos  principales  fuerzas  motrices  de  desarrollo,  por  un  lado,  el 
crecimiento económico, basado en el consumo masificado y, por el otro, 
el crecimiento demográfico”. 
Otro  estudioso,  Odum  (1983),  definió  a  la  ciudad  como:  “Un 
ecosistema  heterótrofo  que,  a  diferencia  de  un  sistema  heterótrofo 
natural, presenta una tasa metabólica más intensa por unidad de área, lo 
que requiere una mayor entrada de energía” y afirma: “Una ciudad sólo 
puede  ser  considerada  un  ecosistema  completo  si  se  consideran 
completamente incluidos en él los ambientes de entrada y salida”. 
En palabras de Bettini (1998), Ecocity: “[…] alude a la problemática 
de la ciudad considerada como lugar de intercambios, no así de tráfico; 
bajo  una  perspectiva  mumfordiana  significaría  más  calles  para  los 
peatones,  más  Ciudad-Jardín”.  Como  lo  señala  Gordon  (1990),  Green 
city  se  refiere  a:  “Una  ciudad  donde  el  ambiente  urbano  no  se  define 
necesariamente  por  los  paisajistas  sino  por  una  profundización  en  los 
valores  de  naturalidad  de  los  ecosistemas  circundantes”.  Greenway 
plantea la edificación de ciudades lineales, donde se prolongan los centros