302                                                                     Ariadna Hernández-Rivera et al.   
                                                 Opción, Año 38, Especial No.29 (2022): 299-320 
                                   
                        
                       Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ 
MUÑOZ;  2019).  Con  una  identidad  generacional  constituida,  se  abre 
paso  para  que  cada  generación  que  entre  en  convivencia  con  otra 
comparta  valores,  habilidades,  recursos  y  experiencias.  Además,  cada 
generación tiene dos opciones: responder a la transmisión o bien, negarse 
a  ella,  esto  último  es  lo  que  genera  las  brechas  generacionales 
(FIGUEROA et al., 2017). 
Cuando  las  generaciones  no  se  adaptan  en  su  interacción,  se 
producen  brechas,  mismas  que  provocan  cambios  en  los  paradigmas 
sociales.  Un  ejemplo  de  ello,  es  cuando  las  generaciones  jóvenes 
adquieren  una  perspectiva  diferente  del  mundo,  comparada  con  las 
generaciones  mayores;  estos  cambios  tienen  origen  en  las  nuevas 
experiencias  que  viven  los  jóvenes  por  distintas  causas  como:  la 
tecnología,  guerras,  crisis,  descubrimientos  científicos,  etc.  (FONER, 
1984; SUM et al., 2008; ACURIO, MOSQUERA y ZAMBRANO, 2016). 
Una de las brechas más notorias es la tecnológica, puesto que esta era de 
la  información,  es  conocida  como  la  era  digital;  en  esta  hay  una 
abundancia de  elementos tecnológicos e  innovaciones con  potencial de 
acceso inmediato (BARRÓN, 2020; ACUÑA Y SÁNCHEZ, 2020).  
Pese  a  esto,  las  diferencias  generacionales  provocan  un  efecto 
negativo  en  la  profundización  digital  y,  por  tanto,  se  genera  una 
distribución  desigual  con  la  interacción  de  tecnología  en  uno  o  más 
sectores  sociales.  El  acceso  a  recursos  tecnológicos  tiene  un  papel 
fundamental  en  la  generación  de  oportunidades  de  la  sociedad  y 
disminuye  la  cantidad  de  barreras  provocadas  por  las  brechas 
tecnológicas  (GARCÍA  et  al.,  2019;  ROJAS,  2022).  En  ese  sentido,  la 
brecha tecnológica puede afectar el desarrollo sostenible de las naciones 
y, por tanto, estancar la evolución de la sociedad (ROJAS, 2022).   
Al unir la brecha generacional y la brecha tecnológica, se obtiene el 
fenómeno de la brecha  generacional tecnológica, que no  es más  que la 
prolongación  de  las  brechas  sociales  ya  existentes  (generacional  y 
tecnológica),  lo  que  describe  una  situación  en  actualidad  en  materia 
laboral,  educativa,  cultural,  etc.  En  donde,  múltiples  generaciones 
conviven  y  comparten  elementos  característicos  entre  sí,  haciendo 
evidente la necesidad de combatir esta brecha (ROMERO, 2020).  
Esta brecha tecnológica generacional, es una variable de interés en 
la  investigación;  puesto  que  existe  la  suficiente  evidencia  para  suponer 
que aquellas generaciones que nacieron a partir de 1995 en adelante son 
las  que  cuentan  con  mejores  capacidades  de  procesamiento,  análisis  y