Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ 
desde diversas perspectivas; en ella se emplea como siempre un lenguaje 
claro,  simple,  coherente  y  pedagógico,  logrando  deslindar  algunos 
aspectos medulares para la determinación de ciertos aspectos normativos 
y teóricos sobre el tema, reconstruido el concepto bajo ciertas dinámicas 
que operan entre la oposición y lucha de ideas divergentes, las cuales van 
desde  la  lógica  y  la  semántica,  hasta  la  metafísica  y  la  teoría  política, 
desplegando al mismo tiempo su visión acerca de la política y de la ética 
del  poder;  en  estos  ámbitos  despliega  agudas  argumentaciones,  pero 
también  debate  y  dialoga  con  importantes  autores  del  siglo  XX: 
Heidegger,  Hegel,  Nietzsche,  Foucault,  Lévinas,  Luhmann,  Schmitt, 
Arendt,  Agamben,  son  autores  que  sirven  la  bandeja  para  la  discusión 
filosófica de Han. 
Es  interesante  ver  cómo  dibuja  Han  el  sentido  del  poder,  pues 
desde los clásicos se viene estipulando como contentivo de significados 
de fuerza y acción; Han da un giro en su significado y lo expone más bien 
con un carácter integrador/desintegrador a la vez. De esta manera, en el 
prólogo de Sobre el  poder, aclara lo siguiente: “Para unos, poder significa 
opresión; para otros, es un elemento constructivo de la comunicación” 
(HAN, 2016: p. 6). Cabe destacar que según sus convicciones opera una 
confrontación  de  los  referentes  jurídicos,  políticos  y  sociológicos  del 
poder. Sin embargo, para otros intérpretes, dice Han: “El poder se asocia 
tanto  con  la  libertad  como  con  la  coerción.  Para  unos,  se  basa  en  la 
acción común; para otros, guarda relación con la lucha” (HAN, 2016: p. 
6).  Conviene  destacar,  siguiendo  su  análisis,  que:  “Unos  lo  separan 
radicalmente de  la  violencia mientras  que,  según  otros, esta no  es  sino 
una forma intensificada de poder. Ora se asocia con el derecho, ora con 
la arbitrariedad” (2016, p. 6). Parece ser que esta posición es estructural 
del poder, pues afirma de forma necesaria que “Lo que hay que formular 
es,  por  lo  tanto,  una  forma  fundamental  de  poder  que,  mediante  la 
reubicación de elementos estructurales internos, genere diversas formas 
de  manifestarse”  (2016:  p.  6).  Es,  podría  decirse,  una  forma 
multidimensional de entender el poder en cuanto acción.  
Aunque no caben dudas que Byung-Chul Han es un filósofo muy 
estimado en los círculos de pensadores de nuestra era de incertidumbre, 
especialmente por las ideas que expone respecto al diagnóstico que realiza 
acerca del poder en el presente, su concepto al respecto no deja de ser 
polémico;  desde  su  filosofía  del  poder  nos  explica  que  este:  “…como 
coerción  consiste  en  imponer  decisiones  propias  contra  la  voluntad  del 
otro.  Muestra  un  grado muy  reducido  de  intermediación”  (2016,  p.  6). 
Por  eso,  nada  es  más  evidente  para  él  que  la  contraposición  entre  los