Revista de Ciencias Humanas y Sociales
© 2021. Universidad del Zulia
ISSN 1012-1587/ ISSNe: 2477-9385
Depósito legal pp. 198402ZU45
Portada: S/T. De la serie “RETORNO”
Artista: Rodrigo Pirela
Medidas: 25 x 30 cm
Técnica: mixta sobre tela
Año: 2009
Año 37, Regular No.96 (2021): 56-85
ISSN 1012-1587/
ISSNe: 2477-9385
DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.7470549
Recibido: 14-09-2021 Aceptado: 25-10-2021
De todos y de nadie. Reflexiones sobre el Patrimonio
del centro Bonaerense
Carolina Mariano
Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Paleontológicas del
Cuaternario Pampeano (Unidad Ejecutora CONICET), Facultad de
Ciencias Sociales, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de
Buenos Aires, Olavarría, Argentina
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-7523-1343
caro.mariano@hotmail.com
Mercedes Mariano
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET),
Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Paleontológicas del
Cuaternario Pampeano (Unidad Ejecutora CONICET), Facultad de
Ciencias Sociales, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de
Buenos Aires, Olavarría, Argentina
ORCID: http://orcid.org/0000-0002-7052-9597
mercedes.mariano@gmail.com
María Eugenia Conforti
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET),
Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Paleontológicas del
Cuaternario Pampeano (Unidad Ejecutora CONICET), Facultad de
Ciencias Sociales, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de
Buenos Aires, Olavarría, Argentina.
ORCID: https://orcid.org/0000-0003-4261-0272
mariaeugeniaconforti@gmail.com
María Luz Endere
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET),
Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Paleontológicas del
Cuaternario Pampeano (Unidad Ejecutora CONICET), Facultad de
Ciencias Sociales, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de
Buenos Aires, Olavarría, Argentina.
ORCID: http://orcid.org/ 0000-0001-8500-2512
mendere@soc.unicen.edu.ar
Resumen
En este ensayo se exploran diferentes hipótesis que pretenden
explicar las razones del deterioro de bienes culturales en la provincia de
57
Carolina Mariano et al.
Opción, Año 37, Regular No.96 (2021): 56-85
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
Buenos Aires, Argentina. Se presenta una síntesis de reflexiones teóricas
consecuencia de más de diez años de investigación interdisciplinaria
sobre la gestión patrimonial. Se plantean tres ideas troncales que se
articulan entre sí, para incorporar los ejes de discusión económicos,
valoraciones e identificaciones sociales. Concluimos que se requieren
lecturas multicausales que pongan en tensión nuestros presupuestos
sobre cómo y por qué los actores deberían participar, apropiarse del
patrimonio y protegerlo en un ejercicio pleno de la ciudadanía.
Palabras clave: Patrimonio cultural; Gestión; Deterioro;
Intereses; Ciudadanía.
Everybody´s and nobody´s. Reflexions about heritage at
Buenos Aires Center
Abstract
This essay explores different hypotheses that seek to explain the
reasons for the deterioration of cultural assets in the province of Buenos
Aires, Argentina. A synthesis of theoretical reflections is presented as a
consequence of more than ten years of interdisciplinary research on
heritage management. Three main ideas are proposed that are articulated
among themselves, to incorporate the axes of economic discussion,
valuations and social identifications. We conclude that multi-causal
readings are required that put our budgets under tension on how and why
the actors should participate, appropriate the heritage and protect it in a
full exercise of citizenship.
Keywords: Heritage; Management; Damage; Interests;
Citizenship.
1. Introducción
El objetivo de este artículo consiste en explorar diferentes
hipótesis que podrían explicar por qué las sociedades “toleran” el
deterioro de determinados bienes culturales antiguos, aún cuando en
ocasiones se escuchan tibios reclamos que no logran evitar su
desaparición a corto, mediano o largo plazo. Se pretende abordar el tema
desde el lugar en el que subyacen las causas posibles del problema, que
consideramos tienen mucho más que ver con una actitud cultural que con
la falta de normas, pues, aunque existen, se ignoran sistemáticamente, ya
sea por desidia, por desconocimiento o por ambas cuestiones.
De todos y de nadie. Reflexiones sobre el Patrimonio del centro Bonaerense 58
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
Aquí proponemos efectuar una síntesis de algunas reflexiones que
fueron surgiendo a lo largo de más de diez años de investigación en
materia de gestión patrimonial, y que hoy nos permiten plantearnos otro
tipo de preguntas y ensayar un nuevo grupo de hipótesis. En este sentido,
el abordaje metodológico se realiza a partir de un enfoque
interdisciplinario que busca articular dichas hipótesis desde una mirada
empíricamente situada, así como teóricamente fundada y articulada.
En relación con las múltiples definiciones que existen sobre
patrimonio, en este trabajo vamos a abordar especialmente aquellas que
lo vinculan con el pasado con vistas a analizar el patrimonio
arqueológico. PEARCE (2000: 59) propuso que “el Patrimonio es la
autoridad cultural del pasado”, y constituye una riqueza particularmente
frágil y no renovable (ver ICOMOS, 1990). En este sentido, el
patrimonio arqueológico incluye a los bienes más antiguos que poseen las
sociedades y los territorios. En el área de estudio que abordamos, estos se
ven afectados por una suerte de proceso de descuido crónico que va
generando daños irreversibles. Acerca de este tema han escrito
numerosos autores, tanto de la región como en general, que se han
ocupado de asuntos relativos a la gestión del patrimonio y su valoración
(BALLART HERNÁNDEZ y TRESSERRAS, 2007; CARMAN, 2012;
para la región investigada ver DEGELE et al., 2018; CONFORTI et al.,
2016; GIACOMASSO et al., 2014), así como el estudio del largo proceso
a través del cual un bien llega a convertirse en digno de ser cuidado
(UNESCO, 2008; ICOMOS, 1990; LOWENTHAL, 1985; HALL y Mc
ARTHUR, 1996, etc.; ver también MARIANO y CONFORTI, 2013).
Para contextualizar las ideas que aquí se plantean, vamos a
proporcionar ejemplos concretos tomados de diferentes investigaciones
llevadas a cabo por los integrantes de una línea de investigación destinada
a los Estudios Interdisciplinarios de Patrimonio (PATRIMONIA),
dependiente del Instituto de Investigaciones Arqueológicas y
Paleontológicas del Cuaternario Pampeano (INCUAPA), Unidad
Ejecutora de CONICET - UNICEN. Dicho equipo sistematizó la
información disponible de 118 yacimientos arqueológicos del centro de la
provincia de Buenos Aires (MARIANO, 2013). De este conjunto de
sitios, tomaremos diferentes ejemplos para sustentar las ideas que se
plantean (desde hornos caleros del siglo XIX hasta yacimientos con
evidencia arqueológica del poblamiento temprano de la región). Se
intentará analizar la manera en que se conjugan conceptos tan amplios
59
Carolina Mariano et al.
Opción, Año 37, Regular No.96 (2021): 56-85
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
como el de identidad, patrimonio, comunicación, valoración social,
participación, comunidad, conservación y legislación, entre otros.
2. Perspectivas Teóricas
A continuación, se presenta un análisis de la temática, a través de
tres apartados en los que se pretende abordar el debate desde
perspectivas complementarias: la arqueológica, la antropológica y la
comunicacional.
2.1. El patrimonio y su vinculación con el pasado
El valor no es algo inherente al bien, sino que es algo aprehendido
y socialmente asumido (LIPE, 1990). Podría afirmarse que el pasado
mismo es una construcción social basada en aquello que las diferentes
comunidades consideran digno de ser recordado y puesto en valor. Esto
sin duda impactó en ámbitos académicos y científicos, ya que la idea de
un pasado subjetivo y cambiante (MERRIMAN, 2000: 302) y una cultura
material que flota libremente (UCKO, 2000: 83) implican poner en
cuestionamiento la autoridad intelectual sobre la interpretación
arqueológica.
Ello también tuvo su impacto en los documentos (e.g. cartas,
directrices) elaborados por organizaciones internacionales vinculadas con
el patrimonio. Así, a lo largo del tiempo se han establecido diferentes
criterios como, por ejemplo, los que se explicitan en la Carta de Venecia
elaborado por el ICOMOS (1964) para juzgar la “autenticidad” de los
bienes patrimoniales. Posteriormente estos criterios fueron cuestionados,
sobre todo a partir de los debates iniciados con la Carta de Burra sobre la
significación cultural de los sitios vinculados con los Aborígenes
australianos (ICOMOS, 1999a) y luego retomados en las
Recomendaciones de la Conferencia de Nara, convocada por UNESCO
en 1994 (ver LARSEN, 1995). Estos dos últimos documentos muestran
que se ha reconocido a nivel internacional el rol de los juicios de valor de
las diferentes comunidades acerca del Patrimonio y la importancia de
considerar el contexto cultural en el que se inserta cada bien cultural al
momento de efectuar evaluar su significación cultural o su autenticidad
(Larsen, 1995; UNESCO, 2006). De este modo, el Patrimonio Cultural
ha sido definido como la expresión externa de la identidad (PEARCE,
2000) y, por ende, no debe considerarse como algo estático sino como
dinámico, sujeto a los cambios permanentes que realizan las generaciones
De todos y de nadie. Reflexiones sobre el Patrimonio del centro Bonaerense 60
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
sucesivas por medio de constantes procesos de resignificación
(LOWENTHAL, 2000).
En 1982, la UNESCO estableció que el Patrimonio Cultural de un
pueblo está constituido por
…las obras de sus artistas, arquitectos, músicos, escritores
y sabios, así como las creaciones anónimas surgidas del
alma popular y el conjunto de valores que dan sentido a la
vida, es decir, las obras materiales y no materiales que
expresan la creatividad de ese pueblo; la lengua, los ritos,
las creencias, los lugares y monumentos históricos, la
literatura, las obras de arte y los archivos y bibliotecas
(UNESCO, 1982: 2).
El Patrimonio Arqueológico, por su parte, forma parte del acervo
Cultural, y se ha definido como “el legado histórico y social de
generaciones anteriores, que perviv a lo largo del tiempo y que es
preciso preservar para las generaciones futuras” (GONZÁLEZ
MÉNDEZ, 2000: 135). Está constituido por todos los restos materiales
de culturas del pasado que puedan ser estudiados con metodología
arqueológica a partir de su contexto de depositación y de toda
información que pueda obtenerse en dichas investigaciones (ENDERE,
2000). Físicamente, estos recursos culturales participan del presente y
participaron del pasado, lo que les confiere un valor único (LIPE, 1990).
La legislación argentina estableció que el Patrimonio Arqueológico
está formado por vestigios “que puedan proporcionar información sobre
los grupos socioculturales que habitaron el país desde épocas
precolombinas hasta épocas históricas recientes”, es decir últimos 100
años (Ley 25.743 art. 2 y Dec. Regl. 1022). Se observa aquí que lo que se
valora es el potencial informativo y científico de los yacimientos y
materiales encontrados.
Los cambios significativos de los últimos tiempos en materia de
recomendaciones de organismos internacionales, así como de los
especialistas del Patrimonio, tienden a considerar la dimensión
participativa de las comunidades locales en su vinculación con los bienes
culturales. Ya en la década del ´90, la Carta Internacional de ICOMOS
para la Protección del Patrimonio Arqueológico declaró que la
preservación del Patrimonio es una responsabilidad colectiva y, por lo
tanto, la actitud activa del público en general debe formar parte de las
políticas de protección (ver ICOMOS, 1990, 1999b; UNESCO, 2008).
61
Carolina Mariano et al.
Opción, Año 37, Regular No.96 (2021): 56-85
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
Parece claro que si el patrimonio es una construcción social y su
investigación y conservación son, sobre todo, prácticas en las cuales los
profesionales no deben desconocer los contextos sociales y culturales
(AVRAMI et al., 2000), su dimensión pública es un eje de análisis
ineludible (SALERNO, 2013). Además, el involucramiento de las
comunidades locales es un aspecto que podría resolver potenciales
conflictos de interés en torno del Patrimonio, a la vez que contribuir en
su conservación y desarrollo (ALONSO, 2014; CASTILLO, 2015, 2016;
CONFORTI et al., 2015; WATERTON, 2015; ATALAY, 2012, entre
otros).
2.2. La dimensión antropológica del patrimonio
La noción de patrimonio ha sufrido un notable proceso de
expansión que le ha dado un carácter omnicomprensivo, pero a la vez
diverso y multivocal, a tal punto que, como señala ROTMAN (2015: 21),
se ha ido produciendo “un desdibujamiento en su concepción y una
flexibilidad que torna imprecisa su definición, contenidos y usos
sociales”. Por ello, en términos de la autora se vuelve necesario construir
nuevas preguntas que habiliten una discusión actualizada y un esfuerzo
intelectual que apunte a “sustentar y viabilizar la capacidad analítica de la
categoría” (p.21). Pero no sólo eso, sino que, al mismo tiempo, “tienda a
mantener, a asegurar su capacidad como estrategia, como recurso de
confrontación, de demanda, de sectores sociales que bregan y disputan
por su reconocimiento y legitimación” (p.21). En suma, se propone
entender al Patrimonio como un campo permeado por las desigualdades,
los conflictos y el poder.
Mucho se ha discutido desde las diferentes perspectivas teóricas
sobre la viscosidad del concepto de patrimonio y sus usos
contemporáneos (HEWISON, 1987; LOWENTHAL, 1996, ver también
RIVOLTA et al., 2014; etc.). Como lo expresa ENDERE (2016: 48) el
patrimonio cultural ha comenzado a ser, en este siglo, “objeto de
múltiples miradas, críticas y reclamos. Lejos de la tradicional visión
monolítica que suele ser sustentada en la normativa, la noción de
patrimonio se expande conceptualmente, al tiempo que es cuestionado
por diferentes actores sociales (p.48).
En esta línea, se recuperan los aportes de SÁNCHEZ
CARRETERO (2012), quien sugiere utilizar el concepto de
patrimonialización como marco analítico en vez del de patrimonio. Esta
decisión se inscribe en el marco de las “fracturas conceptuales” sobre
De todos y de nadie. Reflexiones sobre el Patrimonio del centro Bonaerense 62
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
modelos teóricos aplicados al Patrimonio Cultural. Esta autora hace un
repaso de definiciones en torno de la idea de patrimonialización y afirma
que no existen allí tales contradicciones. Por el contrario, existe un
consenso respecto del carácter procesual de la patrimonialización. En este
sentido, comparte la postura de DAVALLON (2010), quien expresa que
es preferible usar la noción de patrimonialización como concepto
operativo en vez de la de patrimonio, ya que este último se usa para
designar realidades diferentes y contradictorias, mientras que
patrimonialización como concepto operativo no implica esas
contradicciones” DAVALLON (citado en SÁNCHEZ CARRETERO,
2012: 200).
Esta última autora señala otra fractura dentro del campo
patrimonial que tiene que ver con “lo que se entiende por Patrimonio
desde un ámbito de política y lo que las poblaciones locales consideran
que es digno de conservarse y que pertenece a todos” (SÁNCHEZ
CARRETERO, 2012: 202). A esto se suma la brecha con lo que los
investigadores entendemos por Patrimonio. En general, si bien la
construcción social del Patrimonio es un punto de partida que se da por
hecho, esto no sucede en el campo de la gestión de políticas
patrimoniales donde “el objetivo para muchos es únicamente la
conservación y, en todo caso, la llamada puesta en valor del patrimonio
como objetos” (SÁNCHEZ CARRETERO 2012: 197). Así, las teorías
críticas señalan la importancia de articular esfuerzos para que la visión
antropológica se integre a los programas de formación de gestores
patrimoniales y se faciliten cauces de comunicación entre diversas áreas
de investigación. Por ello se considera imprescindible un cambio de
perspectiva que deje de asignarle a la sociedad civil el mero rol de
receptora de los productos culturales para convertirse en el eje en torno a
la cual se articulan las políticas culturales.
Por su parte, LACARRIEU (2008) afirma que “aunque la
dimensión política del Patrimonio ha sido históricamente omitida (...) es
el resultado del campo de la política y en ese sentido, es necesariamente
constituido en el marco de políticas públicas de cultura” (2008: 17). En
consecuencia, “el patrimonio (...) requiere ser pensado como un
instrumento político que se constituye en la esfera del espacio público
(p.17), que se institucionaliza desde el Estado y con el que diferentes
actores sociales cooperan y/o confrontan.
En este contexto es interesante retomar la idea de la
multivocalidad, que adquirió vigencia en los ‘90s ante la necesidad de
63
Carolina Mariano et al.
Opción, Año 37, Regular No.96 (2021): 56-85
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
abrir las interpretaciones y criterios de expertos y admitir voces
alternativas provenientes de círculos no académicos (LEONE et al., 1995;
BENDER, 1998, etc.). El reconocimiento de la otredad en los debates
patrimoniales
1
impuso además la necesidad de una auto-reflexión sobre el
rol de los propios expertos. Como señaló HODDER (1999: 19) para el
caso de la arqueología, esta comenzó a verse menos como una disciplina
bien definida con límites claros y más como un conjunto fluido de
interacciones negociables, menos como una cosa y más como un
proceso.
No obstante, el concepto de multivocalidad no ha estado tampoco
libre de controversias, se ha cuestionado que no todas las voces posibles
son las que emergen y que las que surgen, no lo hacen en un plano de
igualdad, sino atravesadas por condiciones de producción corpo-políticas
de los saberes (CURTONI, 2014; ver también ALONSO GONZÁLEZ,
2014; RIVOLTA et al., 2014). Desde las teorías y enfoques decoloniales,
sin embargo, se ha afirmado que la multivocalidad tiene “potencial
desconolonizador”, en la medida que constituya un posicionamiento y un
compromiso; así como una práctica situada y caracterizada por ser
inclusiva y abierta, capaz de considerar las valoraciones y significados que
las comunidades le atribuyen a los paisajes, lugares y territorios
(GIANOTTI GARCÍA et al., 2014).
2.3. Patrimonio, comunicación y ciudadanía
La cuestión de la patrimonialización, vista desde una perspectiva
de la sociedad civil activa (en el marco de políticas públicas), permite
realizar un abordaje analítico desde la dimensión comunicacional del
proceso y, así mismo, su vinculación respecto del ejercicio de la
ciudadanía. Esto implica tomar postura sobre qué comunicación estamos
pensando. El concepto de comunicación que se pone en juego es aquel
que, en términos de Uranga (2013: 26), se entiende como
…intercambio y producción de sentidos en el espacio
público. Esto contribuye a la construcción y consolidación
de estrategias de generación de conocimiento colectivo y
de procesos comunicacionales que aporten al diseño de
políticas públicas para el desarrollo. Pero
fundamentalmente, la comunicación es el intercambio
1
Estos debates fueron especialmente activados por representantes de las corrientes
posprocesuales de la arqueología inglesa
De todos y de nadie. Reflexiones sobre el Patrimonio del centro Bonaerense 64
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
relacional fundante de lazos sociales y culturales, que
contribuye a configurar sentidos comunes, a construir la
pertenencia a una comunidad, a una sociedad (p.26).
Esta definición relaciona criterios fundamentales como el de
participación, diálogo y responsabilidad. En este sentido, también entra
en juego la categoría de “movilización” asociada a la posibilidad de
generar bienes públicos en cualquier escenario histórico social.
La mirada analítica no debería confundir la movilización (social)
con una manifestación (social) como acción aislada, sino que se la
entiende como un proceso contingente basado en la identidad de los
actores sociales, es decir, situados en un determinado contexto. En este
marco, URANGA (2013: 36) propone que La movilización social
alimentada desde la comunicación es un proceso colectivo que
interrelaciona sujetos, organizaciones y comunidades para la construcción
de bienes públicos desde una perspectiva de derechos. El sujeto de estos
derechos es el ciudadano.
Este enfoque puede ser abordado para tratar de comprender los
procesos de patrimonialización en el área de estudio a partir de analizar la
comunicación desde las prácticas sociales, a partir de los sentidos que
incluyen tanto las acciones como también las omisiones y los silencios de
los actores en una situación social (URANGA, 2007).
En términos de MASSONI (2011), la comunicación sería ese
momento relacionante de la diversidad cultural, que se retroalimenta en la
movilización social, y se constituye en fuente de ciudadanía. Si
pensáramos la acción de patrimonialización desde una perspectiva
estratégica de la comunicación en el espacio público, deberíamos poder
aportar a la generación de procesos de movilización social en pos de los
bienes públicos, ya que ello permitiría fortalecer y empoderar las
identidades diversas y alentar la participación. En este sentido,
ciudadanía, poder y política no pueden aislarse, ya que existen tensiones y
disputas de sentidos, espacios y roles, “no es posible aproximarnos a una
construcción de lo público, sino bajo una comprensión del ciudadano, de
la organización institucional y del tejido social” (URANGA, 2007: 18).
La problematización de la cuestión ciudadana no es abordada de
manera completa si la entendemos sólo como un problema teórico, se
convierte en un desafío concreto cuando se la interpela desde marcos
empíricos capaces de analizar la vida social y política. En suma, al hablar
de un proceso de patrimonialización, nos referimos al intercambio y
65
Carolina Mariano et al.
Opción, Año 37, Regular No.96 (2021): 56-85
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
producción de sentidos en la sociedad, espacio de disputa simbólica y
material, tal y como lo plantea URANGA (2013). La ciudadanía supone
comunicación, porque lo ciudadano se construye desde el diálogo social
en el espacio público (entendido como el escenario del consenso y del
conflicto, de la disputa y la negociación), en una interacción creativa que
es multiactoral y multisectorial.
3. El Área de Estudio
Con el objetivo de ejemplificar las ideas que aquí se proponen,
tomamos el centro de la provincia de Buenos Aires (actuales partidos de
Tandil, Olavarría y Azul, en adelante TOA) como área de estudio (Figura
1). La misma abarca una superficie total aproximada de 20.000 km
2
.
Figura 1. Área de estudio: TOA (partidos de Tandil, Olavarría y Azul).
Fuente: autoras
De todos y de nadie. Reflexiones sobre el Patrimonio del centro Bonaerense 66
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
Gracias a un importante corpus de investigaciones se ha podido
determinar que este territorio ha sido poblado por seres humanos a lo
largo de 12000 años AP aproximadamente (POLITIS et al., 2019 y
POSTH et al., 2018). Se encuentra ubicado en la subregión Pampa
Húmeda, que constituye una extensa llanura relativamente baja de relieve
suave (FIDALGO et al., 1975). El clima que presenta es templado, con
leve amplitud térmica y una estación seca escasamente marcada. Las
geoformas más características están constituidas por serranías de baja
altura y amplias llanuras que cuentan con una red de drenaje bien
desarrollada (GENTILE, 2009: 78). Los tres partidos que conforman el
TOA se hallan atravesados por el Sistema Serrano de Tandilia, que se
extiende desde la costa atlántica hasta el centro-norte del partido de
Olavarría.
Desde el punto de vista geológico, la región presenta grupos de
rocas datados en aproximadamente 2.600 millones de años, lo que las
ubica entre las más antiguas del planeta. De acuerdo a numerosas
investigaciones arqueológicas, se pudo demostrar que estas rocas fueron
explotadas por grupos cazadores recolectores desde mucho antes de la
colonización. Posteriormente, hacia el siglo XIX, comenzaron a ser
utilizadas para la actividad minera, artesanal primero, de la mano de
poblaciones inmigrantes, e industrial después, lo que paulatinamente ha
ido generando un proceso destructivo importante de los paisajes serranos
(PAZ, 2009: 283).
En este sentido, resulta interesante revisar las fuentes escritas
disponibles para tratar de caracterizar el antiguo paisaje pampeano y la
particular dinámica social de sus pobladores a lo largo de los primeros
años de ocupación que siguieron al tiempo del avance sobre el territorio
por parte del Ejército argentino. Entre los primeros exploradores se
destaca el naturalista Charles Darwin, quien viajó en 1833 por la zona de
estudio y realizó numerosas observaciones acerca de escenario natural
pampeano (ZÁRATE y FOLGUERA, 2009). En su descripción general
del paisaje mencionó la homogeneidad y la enorme extensión de la
llanura bonaerense, afirmando que “esta llanura es como un océano”
(DARWIN, 1839).
Por su parte, fue Estanislao Zeballos quien, varios años después
que Darwin, atravesó la pampa hasta las orillas del o Negro. Sus
observaciones quedaron registradas en un libro titulado “Viaje al país de
los Araucanos”, editado por primera vez en 1881. Zeballos se refiere a la
pampa como “un panorama monótono, uniforme e interminable…”
67
Carolina Mariano et al.
Opción, Año 37, Regular No.96 (2021): 56-85
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
([1881] 1994: 77). En este libro se publicó una de las primeras fotografías
del pueblo de Olavarría (Figura 2).
Figura 2. Una de las primeras fotografías de Olavarría. Fuente: Zeballos
([1881] 1994)
El origen de las actuales ciudades de Tandil, Olavarría y Azul se
remonta al siglo XIX, principalmente con la creación de una serie de
fuertes y fortines militares que constituyeron la llamada “línea de
fronteras” en la avanzada sobre los territorios ocupados por grupos
indígenas, quienes fueron cambiando progresivamente sus economías y
formas de organización, basando su economía en la cría y el comercio del
ganado. De hecho, para esta época MANDRINI (1987) plantea la
conformación de una sociedad indígena-pastoril en el área interserrana
bonaerense.
Para ese entonces, ya se trataba de un territorio densamente
habitado y “buena parte del mismo era fértil, una extensa llanura de
gramíneas, apta para la agricultura y la ganadería” (GÓMEZ ROMERO.
2007: 14).
A mediados del siglo XVIII, la población criolla de la provincia de
Buenos Aires rondaba los 10.000 pobladores y llegaba territorialmente
hasta el Río Salado. Después de la caída del gobierno de Rosas en el año
1852 se produjeron rotundos cambios políticos que implicaron el fin del
“Negocio Pacífico con los Indios” (PEDROTTA, 2005), proceso que
De todos y de nadie. Reflexiones sobre el Patrimonio del centro Bonaerense 68
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
desembocaría en una avanzada militar sobre los territorios ocupados por
los grupos originarios que concluyera con una ofensiva violenta en la
década de 1880.
Actualmente, el área de estudio se compone de amplias zonas
agrícolas y zonas urbanas donde se concentra la mayor cantidad de la
población. De acuerdo con el Censo Nacional de 2010, la población de
Tandil es de 123.520 habitantes, la de Olavarría 111.500 y la de Azul
65.280 (INDEC, 2010). Las principales actividades de desarrollo
económico del territorio se basan en la agricultura y la ganadería. Por su
parte, la minería también cumple un rol importante, ya que origina una
secuencia productiva con fuerte impacto regional y extra-regional.
La actividad minera generó la aparición de nuevos actores sociales,
así como nuevas formas de trabajo, el uso de tradiciones técnicas y
laborales venidas desde Europa que dieron como resultado culturas
industriales que se desarrollaron ampliamente en las localidades serranas
de la región (PAZ, 2012). Actualmente, la explotación predominante es la
extracción de áridos y rocas de aplicación como la dolomita y el granito.
4. Discusión de hipótesis y casos
Como se mencionó en la introducción, en este artículo se plantean
tres hipótesis troncales que nos interesa discutir a la luz de algunos de los
resultados obtenidos en el marco de nuestras investigaciones.
La primera de ellas se toma de la idea de HALL y McARTHUR
(1996: 9), cuando proponen que “lo económico es el árbitro final que
decide qué cosas son conservadas y qué cosas no” en el campo del
Patrimonio. A partir de esto es posible desagregar como hipótesis
secundaria, que el Patrimonio arqueológico pampeano no es
económicamente redituable y, si miramos hacia el pasado precolombino
argentino, remite a culturas subvaloradas”.
El objetivo, reiteramos, es discutir y poner en tensión nuestros
propios presupuestos y aquellos aprendizajes que ha aportado la propia
experiencia. En el centro de la provincia de Buenos Aires, el Patrimonio
Arqueológico difícilmente representa un recurso de uso económicamente
rentable. Casi se podría decir que, por el contrario, a veces las estructuras
antiguas que “hay que” conservar, como los antiguos hornos o los
corrales de piedra localizados en los partidos de Tandil y Azul (ver Figura
1), implican “un estorbo” para productores mineros y agropecuarios
actuales, a como para dueños de fábricas o canteras, que deben
69
Carolina Mariano et al.
Opción, Año 37, Regular No.96 (2021): 56-85
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
conservar esas viejas estructuras en desuso, patrimonio de pueblos
fundados por inmigrantes en el siglo XIX, etc.
Por otra parte, en esta región bonaerense el “valor” patrimonial es
predominantemente informativo desde el punto de vista científico, o
simbólico en tanto recrea aspectos de la identidad de comunidades
locales (GURÁIEB y FRERE, 2008). Debido a su falta de
monumentalidad dentro de los monótonos paisajes pampeanos (salvo en
escasas excepciones), el Patrimonio Arqueológico no representa un
recurso turístico significativo que conlleve la potencial obtención de un
rédito económico acorde con las inversiones que deberían realizarse para
recibir a potenciales visitantes (CONFORTI et al., 2014).
En el área de estudio, la escasa visibilidad del patrimonio,
particularmente el arqueológico, sumada a la idea de que las pampas no
tienen historia anterior a la llegada de los criollos e inmigrantes, fue
gestando una suerte de subvaloración de todo lo que refiriera a la forma
de vida de las sociedades que habitaban la región en tiempos previos.
Por su parte, HALL y McARTHUR (1996: 9) sostienen que la
preservación de los bienes patrimoniales depende de lo económico; en
sus propios términos: “economics is all too often the final arbiter of
whether or not Heritage is preserved”. Tomamos esta cita que, a pesar de
haberse escrito hace muchos años, mantiene una vigencia sorprendente
en todos los ámbitos que hemos tenido la posibilidad de analizar.
Algunos investigadores, siguiendo la tradición anglosajona referente a la
gestión del Patrimonio argumentan que desde el punto de vista práctico
no es posible protegerlo todo, por lo que es necesario definir adecuados
criterios para la selección de sitios y establecer niveles de protección, así
como medir grados de vulnerabilidad a fin de establecer prioridades
(ENDERE y PRADO, 2009). Ahora bien, para llevar adelante todas estas
acciones hace falta la voluntad del Estado en materia de financiamiento.
Este es un problema de muy difícil solución en el área de interés, ya que
la provincia de Buenos Aires no tiene una política de protección
patrimonial que trascienda la letra escrita y pueda alcanzar el plano de lo
real y concreto.
Estudios previos han abordado la cuestión de la legislación en esta
provincia y han señalado la carencia de una ley de patrimonio
arqueológico, así como la desactualización de la norma de patrimonio
cultural vigente (Ley 10.419/86); la diversidad de normativas que hacen
referencia al patrimonio arqueológico (además de la norma mencionada,
De todos y de nadie. Reflexiones sobre el Patrimonio del centro Bonaerense 70
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
la Ley 10.907/90 y sus modificatorias, regulan las reservas naturales,
parques y monumentos provinciales, entre los que se incluyen las
áreas arqueológicas); la desarticulación entre los organismos
provinciales de aplicación de dichas normas (e.g. Dirección Provincial
de Patrimonio Cultural y Organismos Provincial para el Desarrollo
Sustentable), así como la falta de controles suficientes por parte de las
autoridades competentes, sobre todo en temas de estudios de impacto
arqueológico (ver ENDERE y PEDROTTA, 2010; ENDERE et al.,
2015; ENDERE, 2018).
Para brindar un ejemplo, en una campaña arqueológica
realizada en el año 2010, pudimos comprobar cómo se había
“barrido” un conjunto pequeño de corrales de piedra en la zona de
Gardey (Tandil, Buenos Aires) con el objetivo de liberar las áreas
cultivables. Para esto, el dueño de la propiedad agropecuaria nos
relató informalmente que había comprado una topadora usada a la
Municipalidad y había corrido las piedras fuera de los valles fértiles
aptos para el cultivo, “total, hay más allá arriba del cerro” (Propietario
1, com. pers., abril 2010). Los corrales de piedra constituyen entidades
patrimoniales que han sido georreferenciadas principalmente en el
sector serrano y presentan buen nivel de visibilidad en el paisaje
(Figura 3). En nuestra base de datos SIG, hemos ingresado más de 65
sitios con construcciones de pirca o “corrales de piedra” en las sierras
de Tandil y Azul. Estos han sido estudiados previamente
(PEDROTTA et al., 2011, etc.), sin embargo, aún prevalecen
interrogantes acerca de su funcionalidad específica, cronología y
adscripción cultural, por lo que requieren mayores estudios.
La ubicación de los “corrales de piedra” podría estar
relacionada con la abundante disponibilidad de agua y de pasturas en
el área de emplazamiento, así como la buena visibilidad que brindan
las sierras respecto del paisaje circundante (PEDROTTA et al., 2011).
Actualmente “existe cierto consenso en adjudicar su origen a la
población indígena posthispánica (PEDROTTA et al., 2011: 111).
Esto significa, sencillamente, que ya se está destruyendo un tipo de
Patrimonio del cual todavía no se sabe todo lo necesario para su
comprensión, y cuando los bienes arqueológicos desaparecen, ya no
hay vuelta atrás.
71
Carolina Mariano et al.
Opción, Año 37, Regular No.96 (2021): 56-85
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
Figura 3. Estructura de piedra, Tandil (Fuente: Pedrotta, 2010)
Volviendo a nuestra hipótesis, aquellas estructuras arqueológicas
sobre las cuales aún hay mucho por aprender, ubicadas en áreas
productivas, fueron destruidas por cuestiones que tienen que ver con lo
económico, mientras que los corrales de piedra ubicados en zonas no
fértiles (como las cimas rocosas de las sierras) están conservados de
manera intacta.
Por otro lado, podemos ver que esto que planteamos
anteriormente no se da en todos los casos por igual. En la localidad de
Sierras Bayas (Olavarría) existe un rico Patrimonio Industrial compuesto
por restos de antiguas caleras, canteras y fábricas. Estos vestigios se
visualizan hoy en la maquinaria de molienda en desuso, viejos hornos
caleros, sistemas de transporte (vías, carros y vagonetas), en espacios que
funcionaban como áreas de depósito, así como en las herramientas, e
incluso en las unidades habitacionales que conformaron las llamadas
“villas obreras” o comunidades de fábrica. Todos estos elementos
constituyen un Patrimonio histórico situado temporalmente a finales del
siglo XIX, y que transformó (y sigue transformando en la actualidad) el
paisaje serrano (PAZ, 2009). Se trata de un Patrimonio que también es
inmaterial, vinculado a la memoria de los pobladores de las sierras y a los
trabajadores de la piedra, que rescata tradiciones y formas laborales
extintas al interior de las microsociedades mineras. La desaparición de
De todos y de nadie. Reflexiones sobre el Patrimonio del centro Bonaerense 72
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
estos primeros sistemas de producción gracias al progreso tecnológico
dio por resultado una urbanización fabril a gran escala que provocó la
inactividad de estos espacios industriales, como es el caso de la Calera La
Libertadora, ubicada en Sierras Bayas, Olavarría; una propiedad privada
que fue cedida en comodato al municipio para su puesta en valor.
Como consecuencia de todo esto, los restos materiales remanentes
de los primeros procesos productivos le han otorgado a esta región un
valor que tiene que ver con la conformación de identidades que perduran
en la memoria colectiva de los habitantes de las sierras (PAZ, 2009).
El edificio de la calera mencionada se mantuvo en excelente
estado de conservación y se convirtió, desde el año 2005, en el primer
museo de sitio industrial del partido de Olavarría. El museo incluía una
exhibición permanente sobre la historia de la localidad, la instalación de
los primeros hornos, el proceso de extracción artesanal de la piedra, la
vida minera y el asentamiento de inmigrantes europeos en torno a ella. El
lugar era utilizado, además, para diferentes actividades culturales, tales
como exhibiciones temporales y festivales. No obstante, en la última
década, el Museo de Sitio comenzó a presentar serios problemas de
infraestructura que generaron la necesidad de invertir una importante
suma de dinero para su mejora, por lo cual la Municipalidad decidió no
restaurarlo y devolverlo a la familia propietaria, quedando en desuso y en
un estado de deterioro progresivo hasta la actualidad. Aquí lo económico
volvió a arbitrar en contra de lo patrimonial.
La segunda hipótesis que planteamos sostiene que “el Patrimonio
representa aquellas cosas que queremos conservar del pasado, pero las
razones por las cuales queremos conservarlas son muy diversas y están
altamente determinadas por procesos diferenciales de valoración” (HALL
y McARTHUR, 1996; ver también ENDERE, 2007). A partir de esto,
proponemos como idea desagregada que, en términos generales, “la
comunidad no se identifica con el Patrimonio Arqueológico del TOA”.
Asumimos aquí el riesgo de estar escribiendo ideas que generan cierta
incomodidad intelectual, pero que consideramos que deben ser
discutidas.
Detrás del valor de los bienes siempre existen procesos
identitarios que generalmente remiten al pasado. CARMAN (1996: 21)
sostiene que “la valoración es un proceso esencialmente social y
dinámico”. El Patrimonio Arqueológico es valorado por su capacidad
única de brindar información acerca de un tiempo pretérito; y como si
73
Carolina Mariano et al.
Opción, Año 37, Regular No.96 (2021): 56-85
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
perteneciera a “otro mundo” (CARMAN, 1996: 25); tiene el aura de lo
público: no se ignora, no se compra o vende, no se usa ni se descarta.
Precisamente, la Carta de ICOMOS de Patrimonio Arqueológico (1990)
afirma que “La protección del patrimonio arqueológico debe constituir
una obligación moral para cada ser humano. Pero también es una
responsabilidad pública colectiva. Esta responsabilidad debe hacerse
efectiva a través de la adopción de una legislación adecuada y mediante la
provisión de fondos suficientes para financiar programas que garanticen
una gestión eficaz del patrimonio arqueológico (art. 3)”. Por su parte
nuestra propia normativa establece el carácter de inenajenables,
inembargables e imprescriptibles de los “yacimientos arqueológicos” por
tratarse de bienes públicos del Estado (art. 237 Código Civil y Comercial
de la Nación).
Es por ende interesante contrastar esta fuerte protección legal con
la cotidianeidad de nuestros bienes patrimoniales. No debe dejar de
destacarse que los paisajes actuales están repletos de relictos materiales
del pasado susceptibles de ser considerados patrimonio y a todas luces
desprotegidos.
Para discutir nuestra sub hipótesis, a lo largo de las investigaciones
realizadas por este equipo hemos podido demostrar que aquellos bienes
patrimoniales que son valorados son los que se preservan, como en el
caso de los hornos caleros de Sierras Bayas, y que cuya valoración estaría,
en parte, vinculada a percepción como “monumento histórico”
2
.
En el centro de la provincia de Buenos Aires, la fortaleza de una
estructura no es lo que garantiza su preservación a largo plazo, sino que
es la valoración social el factor que asegura la sustentabilidad de este
patrimonio. No hay método de conservación más eficaz que la
complicidad de la gente. PRATS (2007) propone que uno de los factores
para definir el Patrimonio Cultural es su capacidad para representar una
identidad y, en esta frase, se congregan y entrelazan tres de las ideas
claves que sustentan esta hipótesis: el patrimonio, su valoración y las
identidades. Todas ellas constituyen construcciones sociales que llevan a
cabo los diversos actores en contextos de disputa y espacios de poder. Se
trata de categorías sociales con una alta capacidad de variación y
plasticidad, que están en estrecha relación con aquellos bienes culturales,
materiales e inmateriales, que los grupos consideren como significativos
2
La definición de “monumento histórico” remite a objetos -estructuras arquitectónicas como los
hornos caleros- que poseen la capacidad de recordarnos algo, como testimonio tangible de una
determinada cultura. En este caso solo cuenta con una norma de protección local.
De todos y de nadie. Reflexiones sobre el Patrimonio del centro Bonaerense 74
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
en un tiempo y un espacio determinados. No obstante, no puede dejar de
contemplarse que esa valoración comunitaria podría eventualmente entrar
en conflicto con los intereses de los actuales propietarios de las tierras
donde se emplazan los hornos.
La tercera hipótesis que proponemos refiere a que “las prioridades
sociopolíticas de la provincia de Buenos Aires son tantas y tan básicas,
que el Patrimonio no ha encontrado aún una oportunidad”. Tampoco
existe una voluntad política interesada en efectuar un fiel cumplimiento
de las normas patrimoniales vigentes en la creencia de que ello podría ser
un obstáculo para el desarrollo regional. Asimismo, se hace una selección
de qué pasado se va a proteger, donde están en juego cuestiones que van
más allá de lo puramente económico y donde se entrecruzan intereses,
percepciones y valoraciones que, por acción y omisión, generan un
impacto sobre el patrimonio en su conjunto.
Un claro ejemplo lo constituye la exhibición ADN Olavarría.
Raíces Mineras”, organizada en Olavarría por la Secretaría de Desarrollo
Económico Municipal. En la misma se propuso realizar un recorrido por
los orígenes del partido a través de sus actividades productivas mineras,
con el objetivo de “poner en valor el patrimonio histórico e industrial
local”. A través de dicha muestra pudo analizarse cómo se hace hincapié
en que el “ADN olavarriense” está intrínsecamente ligado a “lo minero”.
Se observa un énfasis en la narrativa oficial en reforzar la identidad
minera local, partiendo de aquellos “pioneros picapedreros”, “visionarios
industriales del siglo XIX”, para luego reafirmar la idea de una identidad
cementera contemporánea vinculada al imaginario de Olavarría, “ciudad
del cemento”, o “del trabajo” (GRAVANO, 2005). Estas ideas estarían
yendo a contramano de la preservación de otros bienes culturales o
patrimoniales, como el arqueológico y paleontológico (además del
natural, obviamente), que desaparecen a través de la explotación en las
canteras a cielo abierto y en fábricas, sin que se implementen medidas
efectivas para mitigar el impacto de manera preventiva ni paleativa (a
pesar de la existencia de normas que lo exigen
como el Decreto 968/97
que regula el impacto Ambiental Minero dispuesto en la Ley 24.585/95).
De hecho, el atractivo principal de esta muestra fue el uso de realidad
virtual y realidad aumentada a través de la cual el público podía
“vivenciar” la detonación de un cerro local que en el presente es utilizado
cotidianamente como fuente de materia prima minera.
Otra cuestión no menos interesante es el lugar que ocupa el
patrimonio intangible, del que todos hablan, pero rara vez ese discurso
75
Carolina Mariano et al.
Opción, Año 37, Regular No.96 (2021): 56-85
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
decanta en medidas concretas. Cabe destacar, por ejemplo, que en el
partido de Olavarría rige la Ordenanza 3934/16 que tiene como
objetivo “la determinación, preservación, restauración, promoción,
acrecentamiento y transmisión del Patrimonio Histórico Cultural del
Municipio de Olavarría”. Esta norma plantea una visión amplia del
patrimonio al incorporar “el conjunto de bienes muebles e inmuebles,
tangibles e intangibles, materiales y simbólicos que fueran generados o se
encuentren ubicados en el ámbito territorial del distrito de Olavarría,
urbano o rural, y que, por su significación definan la identidad y la
memoria de sus habitantes, con independencia de la titularidad y régimen
jurídico de los mismos” (art. 2).
Sin embargo, en el mismo artículo mencionado se especifica que
los bienes sujetos a clasificación son bienes inmuebles; yacimientos
arqueológicos y paleontológicos; piezas de arqueología, antropología,
etnografía, paleontología y zoología, botánica, mineralogía y anatomía;
bienes muebles; libros, periódicos e impresos; obras de arte; piezas de
artesanía y muebles de uso personal o familiar. De modo que se excluye
aquellas representaciones y prácticas correspondientes al patrimonio
inmaterial. Asimismo, el resto de los artículos refieren al patrimonio
material.
5. Conclusiones
Como se expuso anteriormente, tanto estos organismos como
diferentes sectores académicos han promovido el compromiso de las
poblaciones locales, demandando su participación activa en acciones de
protección, conservación, gestión y salvaguarda respecto del patrimonio.
Así, se “planteó la integración de proyectos sostenibles de las
comunidades en las actividades de planificación patrimonial” (ROTMAN
2015: 20). No obstante, esto no sucede ni se traduce en ejemplos
empíricos en el centro de la provincia de Buenos Aires, y esta es una de
las razones por las cuales decidimos pensar nuevas preguntas con
relación con las posibilidades reales que las comunidades locales tienen de
poder contribuir con proyectos sostenibles, el rol del Estado y también
de quienes generamos conocimiento científico en torno de estos temas.
En este marco planteamos las tres hipótesis troncales, que se
articulan entre sí, para incorporar tres nuevos ejes de discusión: lo
económico, las valoraciones e identificaciones sociales y las necesidades
sociopolíticas.
De todos y de nadie. Reflexiones sobre el Patrimonio del centro Bonaerense 76
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
Una de las principales conclusiones a las que hemos llegado es que
el abordaje del Patrimonio Cultural requiere de lecturas multicausales y de
una descentralización de la mirada “profesional experta”. Es necesario
poner en tensión nuestro presupuesto acerca de cómo y por qué los
diferentes actores deberían participar, apropiarse del patrimonio y
protegerlo en el marco de un ejercicio pleno de la ciudadanía. Si bien ya
hay un camino recorrido, es interesante abordar este problema de una
manera más global, integral, teniendo en cuenta la diversidad,
complejidad y dinámica del tema.
En algún punto, como investigadoras observamos que siempre
estamos corriendo detrás del problema y nunca anticipándonos. Tal vez
se deba a que las tradicionales respuestas no conducen a soluciones reales
respecto del deterioro y la desaparición de bienes patrimoniales. Quizás
sea el momento de pensar que, si las viejas respuestas no sirven, habrá
que hacer preguntas nuevas.
Consideramos que una de las claves es la diversidad de intereses
que existen al interior de cada comunidad y frente a determinado tema:
los nuestros en tanto investigadoras, el del Estado con lo económico y
sus políticas, y el de la comunidad en general. Sobre los dos primeros hay
mucho trabajo escrito y estudiado, en relación con el último, su
complejidad radica en que las comunidades actuales difieren en su modo
de apropiación con los bienes patrimoniales, sobre todo con aquellos que
están más alejados en el tiempo y en el territorio. Paradójicamente,
mientras debatimos estas cosas, el tiempo sigue transcurriendo y los
bienes patrimoniales esperan deteriorándose.
En suma, si la economía es la que arbitra en última instancia, si las
prioridades políticas están lejos de las necesidades de protección del
patrimonio y las comunidades lo ven como algo distante de su
circunstancia cotidiana. ¿Hay algún futuro posible para el patrimonio
regional? ¿Cómo hacer para que lo que “es de todos” deje de ser “de
nadie”?. Estos son nuevos interrogantes frente a los desafíos que nos
propone el TOA.
Agradecimientos
Esta investigación fue desarrollada en el marco de la línea
PATRIMONIA del Instituto INCUAPA (U.E. CONICET-UNICEN) y
financiada con fondos provenientes de los siguientes proyectos: PICT
0551/16 (ANPCyT) y PIP 106/15 (CONICET), dirigidos por la Dra.
77
Carolina Mariano et al.
Opción, Año 37, Regular No.96 (2021): 56-85
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
María Luz Endere. PICT 0624/17 (ANPCyT), dirigido por la Dra. María
Eugenia Conforti y PICT 01535/2018 (ANPCyT), dirigido por la Dra.
Mercedes Mariano.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ALONSO GONZÁLEZ, Pablo. 2014. “Patrimonio y ontologías
múltiples: hacia la coproducción del patrimonio cultural”, Camila
Gianotti García, David Barreiro Martínez y Bautista Vienni
Baptista (Coordinadores). Patrimonio y Multivocalidad. Teoría,
práctica y experiencias en torno a la construcción del
conocimiento en Patrimonio. Universidad de la República,
Montevideo (Uruguay).
ATALAY, Sonia. 2012. Community-Based Archaeology. Research
with, by, and for Indigenous and Local Communities.
University of California Press, California (USA).
AVRAMI, Erica; Randall MASON y Marta DE LA TORRE (Eds.).
2000. Values and Heritage Conservation. Research Report.
The Getty Conservation Institute, Los Angeles (USA).
BALLART HERNÁNDEZ, Josep y TRESSERRAS, Jordi. 2007.
Gestión del patrimonio cultural. Ariel Patrimonio, Barcelona
(España).
CARMAN, John. 2012. “History of Archaeological Heritage
Management”, Robert Skeates, Claude McDavid y John Carman
(Editores). The Oxford Handbook of Public Archaeology (pp.
13-35). Oxford University Press, Oxford (Reino Unido).
CARMAN, John. 1996. Valuing Ancient Things. Archaeology and
the Law. Leicester University Press, Leicester (Reino Unido).
CASTILLO, Alicia. 2016. “Introduction: Lights and shadows on the
interpretation of Cultural Heritage through community-engaged
participation”. Complutum. 27. 2: 253-258.
CASTILLO, Alicia. 2015. Proceedings of the Second International
Conference on Best Practices in World Heritage: People and
Communities. Universidad Complutense de Madrid, Madrid
(España).
CONFORTI, María, EZ FERNÁNDEZ-LOMANA, Carlos,
MARIANO, Mercedes, ENDERE, María y ROMERO
ALONSO, Antonio. 2015. “World Heritage and the Local
Community: The case of Atapuerca (Burgos, Spain)”.
De todos y de nadie. Reflexiones sobre el Patrimonio del centro Bonaerense 78
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
Conservation and Management of Archeological Sites. 17.4:
327-339.
CONFORTI, María, GONZÁLES, Nadia y ENDERE, María. 2014. “El
desafío de articular turismo cultural y patrimonio arqueológico. El
caso de Olavarría, Argentina”. Estudios y Perspectivas en
Turismo. 23: 749-767
CONFORTI, María, GIACOMASSO, Vanesa, MARIANO, Mercedes y
ENDERE, María. 2016. “Percepciones y valoraciones
periodísticas en torno del patrimonio arqueológico. El Caso de
Olavarría, Argentina”. HiSTOReLo. Revista Historia Regional
y Local. 15.8: 309-334.
CURTONI, Rafaél. 2014. Multivocalidad, geopolíticas y patrimonio.
Prácticas situadas entre los rankülches del centro de Argentina”,
Camila Gianotti García, Darío Barreiro Martínez y Bautista Vienni
Baptista (Coordinadores). Patrimonio y Multivocalidad. Teoría,
práctica y experiencias en torno a la construcción del
conocimiento en Patrimonio. Universidad de la República,
Montevideo (Uruguay).
DEGELE, Pamela, CHAPARRO, Gabriela y CONFORTI, María. 2018.
“El estudio de las percepciones sociales en una Reserva Natural de
la provincia de Buenos Aires. Un análisis de gestión patrimonial”.
Mundo de Antes. 12. 1: 187-211.
DARWIN, Charles. 1839. Darwin's Beagle Diary 1831-1836. The
Complete Work of Charles Darwin. Universidad de Cambridge,
Cambridge (Reino Unido).
ENDERE, María. 2000. Arqueología y Legislación en Argentina,
cómo proteger el patrimonio arqueológico. UNICEN, Tandil
(Argentina).
ENDERE, María. 2007. Management of archaeological sites and the
public in Argentina. Archeopress, Londres (Reino Unido).
ENDERE, María. 2016. “Los dilemas del patrimonio cultural en el siglo
XXI. Elemento para una discusión”. Ítems del CIEP. 1: 48 62.
ENDERE, María. 2018. “Algunas reflexiones sobre la protección del
patrimonio arqueológico a quince años de la sanción de la ley
25.743”. Práctica Arqueológica. 1. 3: 1-15.
ENDERE, María y PEDROTTA, Victoria. 2010. “¿Para qué hace falta
una ley? Venturas y desventuras de un anteproyecto de ley para la
provincia de Buenos Aires”, Mónica Berón, Leandro Luna,
79
Carolina Mariano et al.
Opción, Año 37, Regular No.96 (2021): 56-85
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
Mariano Bonomo, Carlos Montalvo, Claudia Aranda y Manuel
Carrera Aizpitarte (Editores). Mamül Mapu: Pasado y Presente
Desde la Arqueología Pampeana. Libros del Espinillo,
Ayacucho (Argentina).
ENDERE, María y PRADO, José. 2009. “Criterios de selección,
valoración y zonificación de yacimientos arqueológicos y
paleontológicos”, María Endere y José Prado (Editores).
Patrimonio, ciencia y comunidad. Un abordaje en los
partidos de Azul, Olavarría y Tandil. UNICEN, Olavarría
(Argentina).
ENDERE, María, MARIANO, Mercedes, CONFORTI, María y
MARIANO, Carolina. 2015. “La protección legal del patrimonio
en las provincias de Buenos Aires, La Pampa y Río Negro. Viejos
problemas y nuevas perspectivas”. Intersecciones en
Antropología. 16: 207-219.
GENTILE, Oracio. 2009. “Patrimonio geológico de la región de Tandil,
Olavarría y Azul (provincia de Buenos Aires)”, María Endere y
Prado, José (Editores). Patrimonio, ciencia y comunidad. Un
abordaje preliminar en los partidos de Azul, Olavarría y
Tandil. UNICEN, Olavarría (Argentina).
GIACOMASSO, Vanesa; MARIANO, Mercedes y CONFORTI, María.
2014. “Jóvenes re-significando patrimonios. Análisis de una
experiencia escolar en la ciudad de Olavarría”. Espacios en
Blanco. 24: 225-246.
GIANOTTI GARCÍA, Camila; BARREIRO MARTINEZ, David;
VIENNI BAPTISTA, Bautista. (Coord.). 2014. Patrimonio y
Multivocalidad. Teoría, práctica y experiencias en torno a la
construcción del conocimiento en patrimonio. Biblioteca
Plural, Montevideo (Uruguay).
GRAVANO, Ariel. 2005. “Palimpsesto urbano: sobre-escritura de huellas
diacrónicas de la ciudad imaginada”, Ariel Gravano (Compilador).
Imaginarios sociales de la ciudad media. Emblemas,
fragmentaciones y otredades urbanas. Estudios de
Antropología Urbana. Red de Editores de Universidades
Nacionales, Buenos Aires (Argentina).
GURÁIEB, Ana y FRÉRE, Magdalena. 2008. Caminos y encrucijadas
en la gestión del patrimonio arqueológico argentino. UBA,
Buenos Aires (Argentina).
De todos y de nadie. Reflexiones sobre el Patrimonio del centro Bonaerense 80
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
GONZÁLEZ MÉNDEZ, Matilde. 2000. La revalorización del
patrimonio arqueológico. La definición de un programa para
el ayuntamiento de Toques (A. Coruña). Xunta de Galicia,
Galicia (España).
GÓMEZ ROMERO, Facundo. 2007. Se Presume Culpable: Una
Arqueología de Gauchos, Fortines y Tecnologías de Poder
en las Pampas Argentinas del Siglo XIX. Editorial de los
cuatro vientos, Buenos Aires (Argentina).
HALL, Michael and MCARTHUR, Simon. 1996. “The human dimension
of Heritage Management: different values, different interests,
different issues”, Michael Hall and McArthur, Simon (Editores).
Heritage management in Australia and New Zeland. The
Human Dimension. Oxford University Press, Oxford (Reino
Unido).
HEWISON, Robin. 1987. The Heritage Industry. Methuen, Londres
(Reino Unido).
HODDER, Iann. 1999. The Archaeological Process. An
Introduction. Blackwell, Oxford (Reino Unido).
ICOMOS. 1964. Carta internacional sobre la conservación y la
restauración de monumentos y sitios. ICOMOS, Venecia
(Italia).
ICOMOS. 1990. Carta Internacional para la Gestión del Patrimonio
Arqueológico. ICOMOS, Lausana (Suiza):
ICOMOS. 1994. Documento de Nara sobre autenticidad. ICOMOS,
Japón (Japón).
ICOMOS. 1999a. Carta de Burra para sitios de significación cultural.
ICOMOS, Australia (Australia).
ICOMOS. 1999b. Carta internacional sobre turismo cultural. La
Gestión del Turismo en los sitios con Patrimonio
Significativo. ICOMOS, DF México (México).
ICOMOS. 2008. Charter on the Interpretation and Presentation of
Cultural Heritage Sites. ICOMOS, Quebec (Canadá).
INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS y CENSOS. 2010.
Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas. Instituto
Nacional de Estadísticas y Censos, Buenos Aires (Argentina).
LACARRIEU, Mónica. 2008. “¿Es necesario gestionar el patrimonio
inmaterial? Notas y reflexiones para repensar las estrategias
políticas y de gestión”. Boletín de Gestión Cultural. 17: 1-26.
81
Carolina Mariano et al.
Opción, Año 37, Regular No.96 (2021): 56-85
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
LARSEN, Karl. 1995. Nara Conference on Authenticity. Nara,
Japan, 1-6 November, 1994. Proceeding. UNESCO World
Heritage Centre, Agency for Cultural Affairs (Japan). Agency
for Cultural Affairs ICCROM, ICOMOS, Tokyo (Japón).
LIPE, William. 1990. “Value and meaning in cultural resources”, Henry
Cleere (Editor). Approaches to the Archaeological Heritage. A
Comparative Study of World Cultural Resource Management
System. Cambridge University Press, Cambridge (Reino Unido).
LOWENTHAL, David. 1985. The Past is a Foreign Country.
Cambridge University Press, Cambridge (Reino Unido).
MANDRINI, Raúl. 1987. “Desarrollo de una sociedad indígena pastoril
en el área interserrana bonaerense”. Anuario del IEHS. 2: 71-98.
MARIANO, Carolina. 2013. Herramientas teórico-metodológicas
para la gestión sustentable del Patrimonio Arqueológico del
centro de la provincia de Buenos Aires (Tesis doctoral).
Facultad de Ciencias Sociales UNICEN, Olavarría (Argentina).
MARIANO, Carolina y CONFORTI, María. 2013. “Del registro al
patrimonio, un camino con curvas cerradas. Gestión del
patrimonio arqueológico y comunicación pública de la ciencia”.
Revista Colombiana de Antropología. 49. 1: 279-300.
MASSONI, Sandra. 2011. Comunicación estratégica. Comunicación
para la innovación. Homo Sapiens, Rosario (Argentina).
MERRIMAN, Nick. 2000. “The crisis of representation in archaeological
museums”, Field McManamon y Hatton, Andrea (Editores).
Cultural Resources Management in Contemporary Society.
Perspectives on Managing and Presenting the Past.
Routledge, Londres (Reino Unido).
PAZ, Carlos. 2009. “El desarrollo de la minería en el partido de
Olavarría”, María Endere y Prado, José (Editores). Patrimonio,
ciencia y comunidad. Su abordaje en los partidos de Tandil,
Olavarría y Azul. UNICEN, Olavarría (Argentina).
PAZ, Carlos. 2012. Prácticas Productivas de los Italianos en el
Partido de Olavarría. La incidencia de la inmigración italiana
en la Transferencia de Técnicas y Tecnologías para la
Minería de la Cal y del Granito en las Sierras Olavarrienses
(1880-1920) (Tesis doctoral). UBA, Buenos Aires (Argentina).
PEARCE, Susan. 2000. “The making of cultural Heritage”, Erica Avrami,
Randall Mason y Marta De la Torre (Editores). Values and
De todos y de nadie. Reflexiones sobre el Patrimonio del centro Bonaerense 82
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
Heritage Conservation. Research Report. The Getty
Conservation Institute, Los Angeles (USA).
PEDROTTA, Victoria. 2005. Las sociedades indígenas de la
Provincia de Buenos Aires entre los siglos XVI y XIX (Tesis
doctoral). Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la
Universidad Nacional de La Plata, La Plata (Argentina).
PEDROTTA, Victoria; BAGALONI, Vanesa; DUGUINE, Laura y
CARRASCOSA ESTENOZ, Luciana. 2011. “Investigaciones
arqueológicas en los ´corrales de piedra` del Sistema de Tandilia
(Región Pampeana, Argentina)”, Mariano Ramos y Hernández de
Lara, Oscar. (Editores). Arqueología Histórica en América
Latina. Perspectivas desde Argentina y Cuba. Universidad
Nacional de Luján, Luján (Argentina).
PRATS, LLorenq. 2007. Antropología y patrimonio. Editorial Ariel,
Barcelona (España).
RIVOLTA, Monica; MONTENEGRO, Mónica; MENEZES
FERREIRA, Laura y NASTRI, Javier (Eds). 2014.
Multivocalidad y Activaciones Patrimoniales en Arqueología:
Perspectivas desde Sudamérica. Facultad de Ciencias Sociales
UNICEN y Fundación Félix de Azara, Olavarría (Argentina):
ROTMAN, Mónica. 2015. “Procesos patrimoniales: redefiniciones,
dinámicas y tensiones en la contemporaneidad”. Quehaceres. 11.
2: 11-26.
SALERNO, Virginia. 2013. “Arqueología Pública: Reflexiones Sobre la
Construcción de un Objeto de Estudio”. Revista Chilena de
Antropología. 27: 7-37
SÁNCHEZ-CARRETERO, Cristina. 2012. “Hacia una antropología del
conflicto aplicada al patrimonio”, Bautista Santamarina Campos
(Coordinador). Geopolíticas patrimoniales: de culturas,
naturalezas e inmaterialidades: una mirada etnográfica.
Neopatria, Madrid (España).
UCKO, Peter. 2000. “Enlivening a ‘dead past’”. Conservation and
Management of Archaeological Sites. 4: 67-92.
UNESCO. 1982. Conferencia Mundial de la UNESCO sobre el
Patrimonio Cultural. UNESCO, DF México (México).
UNESO. 2006. El mensajero del patrimonio cultural inmaterial.
UNESCO, Cusco (Perú).
83
Carolina Mariano et al.
Opción, Año 37, Regular No.96 (2021): 56-85
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
UNESCO. 2008. Operational Guidelines for the Implementation of
the World Heritage convention. UNESCO, Paris (Francia).
URANGA, Washington. 2013. “Comunicación: en la encrucijada de la
construcción ciudadana”. Intersecciones en Comunicación. 7:
11-39.
URANGA, Washington. 2007. Mirar desde la comunicación. Una
manera de analizar las prácticas sociales. Mimeo, Buenos
Aires (Argentina).
WATERTON, Emma. 2015. “Heritage and Community Engagement”,
Iann Schofield (Editor). The Ethics of Cultural Heritage,
Ethical Archaeologies: The Politics of Social Justice. Springer,
New York (USA).
ZÁRATE, Marcelo y FOLGUERA, Alicia. 2009. “On the formations of
the pampas in the footsteps of Darwin: south of the Salado”.
Revista de la Asociación Geológica Argentina. 64. 1: 124 -136.
ZEBALLOS, Estanislao. (1881)- 1994. Viaje al país de los Araucanos.
Solar, Buenos Aires (Argentina).
De todos y de nadie. Reflexiones sobre el Patrimonio del centro Bonaerense 84
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
BIODATA DE AUTORAS
Carolina Inés Mariano: Licenciada y Dra. en Arqueología (UNICEN
2013). Su tesis versó sobre “Herramientas Teórico Metodológicas para la
Gestión Sustentable del Patrimonio Arqueológico en el Centro de la
Provincia de Buenos Aires”. Es integrante del Programa PATRIMONIA
(INCUAPA), Auxiliar Docente Diplomada de la FACSO. Investiga
temas de patrimonio arqueológico, identificación, caracterización y
gestión sustentable.
Mercedes Mariano: Antropóloga Social y Dra. en Antropología (UBA
2014). Es investigadora Asistente de CONICET y JTP Ordinaria de
“Fundamentos de Antropología y Antropología Sociocultural II”
(FACSO-UNICEN). Integrante del Programa PATRIMONIA del
Instituto INCUAPA (UE- CONICET-UNICEN), tiene antecedentes en
la dirección de proyectos de extensión y de investigación. Investiga temas
de Patrimonio cultural inmaterial, manifestaciones y expresiones
culturales e identidades.
María Eugenia Conforti: Doctora en Ciencias Sociales y Humanas.
Licenciada en Comunicación Social. Investigadora Adjunta de
CONICET y Jefa de Trabajos Prácticos de la Cátedra "Comunicación en
las Instituciones y las Organizaciones" (FACSO-UNICEN). Integrante
del Programa PATRIMONIA del Instituto INCUAPA (UE- CONICET-
UNICEN) y Co-directora del Observatorio de Patrimonio Cultural
(FACSO-UNICEN). Coordinadora -y Docente- de la Diplomatura
Universitaria Superior en Comunicación Pública de la Ciencia de la
Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.
Investiga temas de comunicación pública del patrimonio arqueológico.
María Luz Endere: PhD in Archeology. MA in Museum and Heritage
Studies. Abogada, Licenciada en Arqueología. Investigadora Principal
CONICET, Instituto INCUAPA (CONICET-UNICEN). Vicedecana de
la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional del Centro de la
Provincia de Buenos Aires (FACSO, UNICEN). Directora del
Doctorado en Arqueología (FACSO, UNICEN). Profesora titular
Ordinaria de la cátedra de Legislación y Manejo de Recursos Culturales
(FACSO). Directora del Programa PATRIMONIA del Instituto
INCUAPA (UE- CONICET-UNICEN) y del Observatorio de
Patrimonio Cultural (FACSO-UNICEN). Se especializa en estudios
85
Carolina Mariano et al.
Opción, Año 37, Regular No.96 (2021): 56-85
Revista de Ciencias Humanas y Sociales. FEC-LUZ
patrimoniales, en especial legislación, gestión y significación social del
patrimonio cultural, derechos culturales y de los pueblos indígenas,
arqueología pública.
UNIVERSIDAD
DEL ZULIA
Revista de Ciencias Humanas y Sociales
Año 37, N° 96 (2021)
Esta revista fue editada en formato digital por el personal de la Oficina de
Publicaciones Científicas de la Facultad Experimental de Ciencias, Universidad del
Zulia. Maracaibo - Venezuela
www.luz.edu.ve
www.serbi.luz.edu.ve
produccioncientifica.luz.edu.ve