Gamboa, L., Sánchez, M. Revista de Filosofía, Vol. 42, Nº Especial 2025, pp. 149-156 155
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela. ISSN: 0798-1171 / e-ISSN: 2477-9598
organizaciones comunitarias, recurriendo a la colaboración de sus líderes. Y ya cuando
estuvimos en el lugar concertado y teniendo presente a las participantes, iniciamos la
actividad con una breve presentación de nuestra parte, luego de lo cual se procedió a hacer
un juego o dinámica grupal para despertar la confianza y la espontaneidad de las adultas
mayores, logrando que, entusiasmadas, se presentaran, comentaran y expresaran
libremente sus emociones.
Después, se inició la lectura de un cuento en voz alta, para proceder enseguida
dando la oportunidad a las señoras de comentar en parejas, tríos o pequeños grupos, las
resonancias del texto y su comprensión, compartiendo, para cerrar, sus conclusiones con el
grupo completo. Este ejercicio se repitió con un poema, y las participantes volvieron a
interactuar y a compartir lo que pensaron, reflexionaron y sintieron. Se solicitó al grupo
una retroalimentación de la experiencia con los facilitadores y finalmente se procedió a
hacer una dinámica de cierre afectivo, en la cual hicieran comentarios no sólo de lo
aprendido, sino de los sentimientos que en ellas despertaron el encuentro y las lecturas.
Estas actividades comenzaron a implementarse en la propia Biblioteca, pero
continuaron desarrollándose en comunidades como La Curva de Molina, la Casa del
Abuelo, en la comunidad de Zapara, el Club de Adultos Mayores, llamado “Marimor”, y en
la actualidad están programadas realizarlas en otros sitios durante los próximos seis
meses, con el fin de estudiar los efectos que puedan tener a mediano plazo, esperando que
sigan siendo acogidas por las comunidades marabinas.
Cabe destacar aquí, que “Leer para sanar”, como se denominó inicialmente el taller,
se fundamentó en algunos principios de la psicología clínica, en un enfoque narrativo y en
la técnica de la biblioterapia; no obstante, se consideró como mejor táctica para lograr los
objetivos propuestos, el uso de cuentos y poemas, por lo que no se tomaron en cuenta
libros del género de autoayuda. Se consideró que el estímulo de la lectura de obras
literarias les permitiría cultivarse culturalmente y sobre todo pensar por sí mismas. Se
leyeron y comentaron poemas y cuentos universales y venezolanos, promoviendo la
participación en un entorno lúdico, sin carácter evaluador.
¿Qué se logró?
Asumiendo la lectura como espacio de bienestar, la lectura en grupo a cargo de
mujeres, permitió que unas ayudaran a entender mejor y más profundamente a las otras;
también generó gestos de apoyo y generosidad, que implicaron risas, mayor participación
de cada mujer y una emotiva aceptación mutua. La reflexión compartida, permitió una