Revista de Filosofía
Vol. 42, Nº Especial 2025, pp. 109-121
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela
ISSN: 0798-1171 / e-ISSN: 2477-9598
Esta obra se publica bajo licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
(CC BY-NC-SA 4.0)
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/
Masking y Educación Inclusiva en Mujeres con Trastorno del
Espectro Autista
Masking and Inclusive Education in Women with Autism Spectrum
Disorders
Norma del Carmen Santilli Rincón
ORCID: https://orcid.org/0009-0004-0922-9730
Universidad Rafael Urdaneta
Maracaibo - Venezuela
nocasari19@gmail.com
DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.17274613
Resumen
La presente investigación tiene por objetivo analizar el fenómeno del masking en mujeres y
niñas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), considerando las deficiencias para un
diagnóstico temprano del mismo y su incidencia en la salud mental y física de las afectadas.
El masking es un tipo de camuflaje social que clínicamente se ha descrito como una
estrategia mediante la cual las niñas y mujeres neurodiversas ocultan su condición, para
adaptarse a patrones sociales y comportamentales convencionales y a las definiciones
estándares de normalidad. Metodológicamente, se trata de una investigación cualitativa, de
exploración documental. Entre los principales resultados se destaca que el masking dificulta
la detección temprana y la intervención terapéutica oportuna, a través de programas
psicológicos y educativos. Queda en evidencia la necesidad de una educación inclusiva,
adaptada a la realidad de la mujer autista, puesto que un entorno educativo respetuoso y
comprensivo, permitiría asumir con naturalidad dicha condición, sin temor al rechazo
social. Finalmente, se concluye en la urgencia del reconocimiento de la neurodiversidad en
la mujer en los diferentes espacios de acción social, viendo a esta como sujeto y objeto de
atención, la cual demanda ser escuchada y aceptada tal y como es.
Palabras clave: Trastorno del Espectro Autista en la mujer, masking, camuflaje social,
neurodiversidad.
_______________________________
Recibido 15-05-2025 Aceptado 15-09-2025
Abstract
This research aims to analyze the phenomenon of masking in women and girls with Autism
Spectrum Disorder (ASD), considering the challenges faced in early diagnosis and its impact
on the mental and physical health of those affected. Masking is a type of social camouflage
Santilli, N. Revista de Filosofía, Vol. 42, Nº Especial 2025, pp. 109-121 110
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela. ISSN: 0798-1171 / e-ISSN: 2477-9598
that has been clinically described as a strategy by which neurodiverse girls and women hide
their condition in order to adapt to conventional social and behavioral patterns and standard
definitions of normality. Methodologically, this is a qualitative, documentary-based study.
Among the main results, it is highlighted that masking hinders early detection and timely
therapeutic intervention through psychological and educational programs. It highlights the
need for inclusive education, adapted to the reality of autistic women, since a respectful and
understanding educational environment would allow them to naturally accept this condition
without fear of social rejection. Finally, it concludes that it is urgent to recognize women's
neurodiversity in different areas of social action, seeing them as both subjects and objects of
attention, who demand to be heard and accepted as they are.
Keywords: Autism Spectrum Disorder in Women, Masking, Social Camouflage,
neurodiversity.
Introducción
De acuerdo con lo planteado por Bonilla y Chaskel
1
, el Trastorno del Espectro Autista
(TEA) varía ampliamente en lo que respecta a sus síntomas e intensidad, siendo este uno de
los mayores retos para el diagnóstico clínico, pues detectarlo tempranamente, aumenta las
posibilidades de brindar una atención terapéutica adecuada, mejorando las condiciones de
vida de las personas neurodiversas
2
. Algunas de las manifestaciones tempranas del TEA se
caracterizan por el retraso en los patrones de desarrollo y otros síntomas, como falta de
contacto visual o de reciprocidad emocional.
Estas alteraciones obedecen a dos condicionantes básicos: la dificultad para
desarrollar un lenguaje expresivo y comprensivo, y dificultades para un adecuado
desempeño social, lo que conduce a la realización de actividades restringidas o
comportamientos repetitivos. La identificación temprana de estos patrones puede ayudar a
un diagnóstico preciso del TEA en los lactantes, infantes o incluso en personas mayores. Por
esta razón, se concibe como una alteración del neurodesarrollo, que según el Manual
Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5)
3
, incluye deficiencias
1
BONILLA, María & CHASKEL, Roberto. 2018. El Trastorno del Espectro Autista. CCAP, 15(1), 19-29,
https://scp.com.co/wp-content/uploads/2016/04/2.-Trastorno-espectro.pdf
2
Para este organismo, la neurodiversidad Como término, la neurodiversidad fue acuñado en la década de los
años noventa del siglo XX, gracias a la intervención de activistas y defensoras de los derechos de las personas
con TEA, como Jim Sinclair, Kathy Lissner, Donna Williams, entre otras. Es una categoría de amplio alcance
que se utiliza para referirse a los individuos que viven con Trastorno del Espectro Autista, pero también abarca
otras condiciones como la dislexia, dispraxia, Trastorno de Hiperactividad, entre otras condiciones que hacen
diferentes sus procesos cognitivos y emocionales. Por este motivo, se asume que la neurodiversidad no es una
enfermedad, sino una condición propia de estos individuos (Cfr. INSTITUTO PARA EL FUTURO DE LA
EDUCACIÓN. ¿Qué es la neurodiversidad? Edu News, Tecnológico de Monterrey, 2021.
https://observatorio.tec.mx/neurodiversidad/).
3
AMERICAN PSYCHIATRIC ASSOCIATION. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5th
ed.), 2013. https://doi.org/10.1176/appi.books.9780890425596
Santilli, N. Revista de Filosofía, Vol. 42, Nº Especial 2025, pp. 109-121 111
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela. ISSN: 0798-1171 / e-ISSN: 2477-9598
comunicativas, patrones restrictivos, intereses focalizados, hiperactividad e
hiporreactividad ante los estímulos.
Garrido et al.
4
suscriben esta misma posición, al señalar que el TEA se caracteriza por
los trastornos en la reciprocidad social y la comunicación, y por patrones de conductas
repetitivos y restrictivos. Aunque sus manifestaciones son diferentes en cada persona, en el
contexto médico presente se les tratan de acuerdo a los siguientes niveles: nivel 1, requiere
apoyo; nivel 2, necesita apoyo sustancial; nivel 3, urge de apoyo constante y sustancial. Estos
niveles concuerdan con lo establecido en el DSM-5; y no hacen más que reafirmar que el
TEA es una condición compleja, heterogénea y multifactorial, que encierra una diversidad
de síntomas y de alteraciones en distintas áreas, incluyendo la posibilidad de adaptación, sin
que se pase por alto los problemas que derivan de una interacción social problemática.
Ahora bien, en el caso de la mujer, se suma el fenómeno conocido como masking,
condición definida como la adopción de ciertos comportamientos, con el fin de encajar
dentro de los modelos normalmente aceptados. Sin embargo, esta estrategia impide la
detección temprana del TEA, de modo que, incluso profesionales de la salud, no pueden
identificar o reconocer síntomas de este tipo de trastorno -o de otros relacionados-, como la
depresión y la ansiedad, que suelen padecer niñas y mujeres con esta condición. De este
modo, el masking se presenta como un impedimento para el apoyo, el ofrecimiento de
mejoras en la calidad de vida, y también la subversión de las tensiones, el agotamiento físico
y emocional que se padecen, y que son producto del esfuerzo sostenido de la niña,
adolescente o adulta para ocultar esta condición ante los demás.
La presente investigación tiene como objetivo analizar el masking o camuflaje social
utilizado por las mujeres con TEA, el cual les ocasiona problemas serios, como la pérdida de
identidad, estrés, ansiedad social, disonancia con la realidad, entre otros.
Metodológicamente, se trata de una investigación cualitativa, de exploración documental,
orientada a ofrecer una respuesta crítica, holística e interdisciplinaria a este problema
presente en la mujer del siglo XXI.
El análisis se realiza apoyándose en resultados clínicos extraídos de la consulta
bibliográfica de documentos especializados en la materia, obtenidos en repositorios de
4
GARRIDO, Dunja; GARCÍA, Manuel; GARCÍA, Rocío & CARBALLO Gloria. 2023. “Perfil comunicativo y de
adaptación social en población infantil con trastornos del espectro autista: nuevo enfoque a partir de los
criterios del DSM-5”. Revista de Neurología, 65 (2): 49-56,
https://pavlov.psyciencia.com/2017/09/bs020049.pdf
Santilli, N. Revista de Filosofía, Vol. 42, Nº Especial 2025, pp. 109-121 112
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela. ISSN: 0798-1171 / e-ISSN: 2477-9598
carácter académico y de reconocido prestigio, tales como Scopus, Web of Science, Dialnet,
Google Scholar, entre otros. La mayoría de los textos consultados considera el masking
como un problema actual, que requiere de atención profesional y de la creación de
programas educativos destinados a crear conciencia y a superar las barreras y limitaciones
que niñas y mujeres con TEA confrontan en el contexto presente.
Dificultades para diagnosticar el Trastorno del Espectro Autista en la mujer
A partir de la introducción del término TEA en el DSM5, se ha aceptado que el
autismo tiene distintos alcances, grados de severidad y síntomas, lo que debería contribuir
a enmendar, en gran medida, el escaso interés por el reconocimiento del autismo en la
población femenina y las consecuencias de su detección tardía. En la actualidad, tal y como
lo sostiene Hervás
5
, existen estudios que confirman que el TEA se detecta tardíamente en la
mujer, lo que impide la aplicación de un tratamiento temprano, además se comete una serie
de errores en el abordaje de su condición, con resultados negativos como el desarrollo de
comorbilidades psiquiátricas. Además, nos llama la atención sobre algunos preliminares
importantes que debemos tomar en consideración.
Se ha encontrado que las niñas con autismo manifiestan mejores habilidades sociales,
así como mejor coordinación comunicativa y verbal que los niños, creando condiciones más
propicias para integrarse a su entorno social, lo que disminuye el desarrollo de conductas
repetitivas y no funcionales.
En líneas generales, las niñas con autismo mantienen mayor interacción social,
aunque en grupos reducidos, por lo que tienen menor probabilidad que los niños de ser
víctimas de acoso. Sin embargo, no puede perderse de vista que también existe un alto
porcentaje de esta población que prefiere el aislamiento o incluso buscan pasar
desapercibidas ante los demás.
En cuanto a la motivación y al intercambio social, las niñas y mujeres con TEA,
utilizan medios verbales y juegos para interactuar. Sin embargo, generalmente, ellas tratan
de que su condición sea reconocida por los otros como timidez o introversión, y para ello
procuran ocultar el déficit de habilidades comunicativas y sociales con una menor
manifestación de las conductas repetitivas, y con una mayor demostración de capacidad de
memoria, de empatía y de capacidades intelectuales más sólidas. Esta actitud lleva a que no
5
HERVÁS, Amaia. 2022. Género femenino y autismo: Infra detección y mis diagnósticos. Medicina, Vol. 82
(Supl. I): 37-42. https://www.scielo.org.ar/pdf/medba/v82s1/1669-9106-medba-82-s1-37.pdf
Santilli, N. Revista de Filosofía, Vol. 42, Nº Especial 2025, pp. 109-121 113
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela. ISSN: 0798-1171 / e-ISSN: 2477-9598
se reconozca fácilmente su condición, ni por parte de las personas de su alrededor ni por
parte incluso de los especialistas, debido a los diferentes subterfugios que aquellas utilizan
para enmascarar los síntomas del autismo.
Ruggieri y Arberas
6
, señalan que la demostración de mayores habilidades lingüísticas
en las mujeres, aunado a las falencias en las técnicas de diagnóstico, fomenta la detección
tardía del autismo femenino. En efecto, han encontrado que la detección de la mujer con
TEA se ha ido desestimando, debido a la creencia de que, a diferencia de los varones que
suelen presentar indicios de pensamiento lógico y estructurado, las niñas o mujeres suelen
presentar mayores grados de empatía. En verdad, las mujeres que padecen esta condición
neurobiológica, tienen un desarrollo lingüístico y cognitivo s elevado que los varones, por
lo que su TEA se presenta con niveles de menor gravedad, y si a ello aunamos sus mejores
habilidades motoras, esto hace más factible no reconocer o enmascarar su condición.
Empero, a pesar de estas aparentes ventajas de las mujeres, las que tienen TEA
muestran mayores grados de pasividad que los hombres, por lo que no suelen participar de
las actividades sociales, integrándose a ciertos juegos o dinámicas grupales, sólo cuando son
invitadas. En los ciclos escolares primarios, sus comportamientos suelen pasar
desapercibidos, pero a partir de la adolescencia, cuando estos ya no pueden esconderse con
tanta facilidad, sufren de hostigamiento, lo que agrava las condiciones de aislamiento o la
búsqueda de medios para disimular su condición.
Merino et al.
7
, consideran que las niñas con TEA no suelen mostrar conductas
estereotipadas. Empero, el hecho de que no sean observables a simple vista, no quiere decir
que no se den, puesto que, al igual que los varones, ellas mantienen intereses especiales y
excéntricos, que tratan de enmascarar para ocultar conductas asociadas al trastorno.
Algunas niñas, en etapas tempranas, podrían mostrar síntomas sutiles, como manifestar un
comportamiento pulcro, pero esto suele ser asociado a la timidez, al recato y a conductas
impuestas a las mismas por la familia. Montagut et al.
8
, plantean que esta forma de
6
RUGGIERI, Víctor & ARBERAS, Claudia. 2016. “Autismo en las mujeres: aspectos clínicos, neurobiológicos
y genéticos”. Revista de Neurología, 62 (Supl 1), 21-26.
7
MERINO, María; D’AGOSTINO, Cynthia; DE SOUSA, Vanesa; GUTIÉRREZ, Angélica; MORALES, Paula;
PÉREZ, Laura; CAMBA, Olatz; GARROTE, Lola & AMAT, Carol. 2018. Guía de buenas prácticas en niñas,
adolescentes y mujeres con Trastorno del Espectro del Autismo. Asociación Española de Profesionales del
Autismo, España. https://mail.autea.org/continguts/multimedia/arxius/G.B.P.TEA_FEMENI-1-2.pdf
8
MONTAGUT, Maite; MÁS ROMERO, Rosa.; FERNÁNDEZ, María & PASTOR, Gemma. 2018. “Influencia del
sesgo de género en el diagnóstico de Trastorno de Espectro Autista: una revisión. Escritos de Psicología, Núm.
11, 42-54. https://scielo.isciii.es/pdf/ep/v11n1/1989-3809-ep-11-01-00042.pdf
Santilli, N. Revista de Filosofía, Vol. 42, Nº Especial 2025, pp. 109-121 114
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela. ISSN: 0798-1171 / e-ISSN: 2477-9598
interpretar las cosas es producto de una ideología sexista socialmente establecida, que obliga
a las niñas a comportamientos más tranquilos y sumisos, de modo que los rasgos autistas,
que pudieran ser diagnosticados, tienden a no reconocerse, incluso ante la mirada
escrutadora de los profesionales, quienes, influenciados igualmente por sus prejuicios
referentes al género, encasillan a las mujeres dentro de estas expectativas patriarcales.
Por otra parte, es de hacer notar que las niñas tienen mayores probabilidades de
recurrir a conductas imitativas, buscando con ello copiar las habilidades sociales de los
adultos a fin de mantener las amistades. Empero, esta conducta se complica durante la
adolescencia, cuando los síntomas del TEA son reconocidos por las propias niñas y
comienzan a ocultarlos para evitar que se detecte su condición. El otro asunto es que, puesto
que las relaciones entre adolescentes femeninas requieren de habilidades sociales más
orientadas hacia lo emocional, o mejor dicho, a la gestión emocional de los problemas, las
mismas representan un desafío muy fuerte para las que tienen TEA.
Al llegar a la adultez, las mujeres con TEA manifiestan no haber encajado
socialmente, pues muchas de ellas no recibieron un diagnóstico temprano, acumulando
comorbilidades como la depresión, la ansiedad y otras anomalías psicológicas, resultantes
del deseo de ser como los demás. Este no encajar socialmente abarca lo personal, lo
profesional, lo sexual y la vida social en general. Este desajuste va acompañado de
sentimientos de desgaste, fractura de la identidad, inhibición social, falta de control de las
emociones, complicaciones a la hora de tener que gestionar la vida independiente, descuido
de los hábitos alimenticios, entre otros aspectos.
En realidad, esta perturbación se experimenta desde la niñez y se prolonga hasta la
etapa adulta, configurando una estructura psíquica y emocional llena de vulnerabilidades,
que acompañan el desarrollo, lo que las haces propensas al acoso escolar y universitario,
y a temer el contacto físico, impidiéndoles participar en actividades sociales; además,
suscitan alteraciones sensoriales, inflexibilidad a los cambios, cansancio, dificultades para
manejar los desacuerdos y autorregular su conducta.
Por eso, se hace necesaria la detección y abordaje temprano del TEA en las mujeres,
considerando ciertas características fenotípicas, como la mayor sensibilidad al tacto, al olor,
Santilli, N. Revista de Filosofía, Vol. 42, Nº Especial 2025, pp. 109-121 115
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela. ISSN: 0798-1171 / e-ISSN: 2477-9598
al sabor o, lo que nos resulta más importante, la mayor tendencia al desarrollo de
habilidades de camuflaje o masking
9
.
Masking o el ocultamiento por parte de la mujer con Trastorno del Espectro
Autista
De acuerdo con lo planteado por Ruggieri
10
, el masking obedece a la motivación
intrínseca de encajar en contextos sociales específicos, por lo cual se busca copiar
comportamientos sociales cercanos, tratando de este modo de subsanar los impedimentos
comunicativos, visuales y de distinta índole producto del TEA. Cabe destacar que la
imitación de comportamientos no es propia del TEA, sino que, como mecanismo adaptativo,
es adoptado por ciertas personas con diferentes particularidades, condicionadas por un
entorno de presión social. Las motivaciones para optar por el masking son variadas:
afectivas, sociales y laborales, en este último caso, las mujeres con TEA camuflan su
condición para ser catalogadas como funcionales en sus puestos de trabajo.
Briones
11
, sostiene que las mujeres con Trastorno del Espectro Autista presentan una
tendencia mayor a la imaginación desde edad temprana, un vocabulario mucho más ligado
a las emociones que los varones y un mayor deseo de interacciones sociales, por lo que
resultan más proclives a desarrollar el masking o distintas técnicas de enmascaramiento de
su condición. A este respecto, agrega Hervás
12
, que con el masking se busca ocultar los
síntomas del autismo en la interacción social, es decir, se constituye en una técnica de
imitación, de adecuación verbal, para enmascarar la condición TEA ante sus semejantes. El
masking está asociado a una idea establecida de vida normal, que la niña o mujer con TEA
cree que puede aprender y copiar, viendo el modo cómo interactúan personas reales o
personajes ficticios.
En efecto, se trata de una capacidad imitativa, caracterizada por copiar las
habilidades sociales e interpersonales de otros, mediante la observación de sus actuaciones
en sus entornos, llevándolas/os a asumir un determinado guion social, con el cual buscan
9
MÉRIDA, Laura. 2024. El camuflaje en mujeres TEA sin discapacidad intelectual. Una investigación
empírica. Universidad de Alcalá. Trabajo de Fin de Master en Psicología General Sanitaria,
https://ebuah.uah.es/dspace/bitstream/handle/10017/61655/TFM_Merida_Munoz_2024.pdf?sequence=1
&isAllowed=y
10
RUGGIERI, Víctor. 2024. “Autismo y camuflaje”. Medicina. Núm. 84, (Suppl 1): 37-42,
https://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0025-76802024000200037&lng=es.
11
BRIONES, Amanda. 2022. “Autismo, género y performatividad: alteridades enmascaradas”. Estudios
LGBTIQ+ Comunicación y Cultura, 2(2), 203-210,
https://revistas.ucm.es/index.php/ESLG/article/view/81953/4564456562445
12
HERVÁS, Amaia. Op. Cit.
Santilli, N. Revista de Filosofía, Vol. 42, Nº Especial 2025, pp. 109-121 116
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela. ISSN: 0798-1171 / e-ISSN: 2477-9598
superar sus dificultades, adoptando una máscara social. El éxito de esta técnica de camuflaje
depende de reproducir, con precisión, modos de interacción ya aceptados, como
conversaciones, formas de comunicarse, imitación de tonos de voz, gestos, risas y demás
conductas que se definen como normales dentro del orden social de adscripción.
Se ha encontrado que algunas niñas, adolescentes y mujeres con TEA imitan
comportamientos sociales estereotipados, con la finalidad de pasar desapercibidas, y lo
hacen en forma reiterativa aunque restringida, dependiendo del nivel de TEA en el que se
ubiquen. El propósito de imitar el comportamiento de otras personas, es satisfacer las
demandas sociales, pero lo hacen a costa de ocultar su real condición, de allí que la ansiedad
y la depresión sean las resultantes de este modo de proceder.
El masking suele darse al encubrir expresiones faciales, obligarse a mantener el
contacto visual, entre otros comportamientos que les resultan incómodos. Estas formas de
actuar dificultan la identificación temprana del TEA y el reconocimiento de las
perturbaciones psicológicas que trae consigo, tales como el agotamiento emocional, la
desproporción entre lo real y la imagen personal disonante construida sobre misma, así
como los síntomas comórbidos o patologías psiquiátricas asociadas al masking
13
Para Gutiérrez y Carrillo
14
, las niñas y mujeres tienen una predisposición mayor para
enmascarar las dificultades producto del TEA a sus familiares, maestros y grupos de
contacto social. Generalmente, es una condición que pasa desapercibida y poco suele ser
reportada por las escuelas y docentes. Existe una serie de prejuicios, que promueven el
distanciamiento y el rechazo, que lleva a las niñas y adolescentes con TEA a optar por el
masking, para construir una identidad artificial, ajena y condicionada por los dictámenes
que impone la sociedad “normal”.
Ruggieri
15
, indica que entre las principales consecuencias del masking se encuentra
el agotamiento emocional, derivando en problemas mentales y físicos, en alteraciones de la
identidad y en negación de su real condición. De esta manera, se crean expectativas irreales
sobre sí mismas, percepciones alejadas de la realidad y, en algunos casos, depresión severa
13
ASOCIACIÓN TABIJO. 2023. Camuflaje en Mujeres con TEA: Ocultando una Realidad no Reconocida.
https://tajibo.org/camuflaje-mujeres-tea-autismo/
14
GUTIÉRREZ, Anasazi & CARRILLO, Irene. 2023. “Exploración del enmascaramiento en mujeres autistas y
la presencia de sintomatología ansiosa y depresiva. EHQUIDAD. Revista Internacional de Políticas De
Bienestar y Trabajo Social, (20), 99–110, https://doi.org/10.15257/ehquidad.2023.0014
15
RUGGIERI, Víctor. Op. Cit.
Santilli, N. Revista de Filosofía, Vol. 42, Nº Especial 2025, pp. 109-121 117
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela. ISSN: 0798-1171 / e-ISSN: 2477-9598
y aislamiento total. El masking consume la calidad de vida de las niñas y mujeres con TEA,
pues sus riesgos superan sus supuestos beneficios
El masking requiere de un enorme y constante esfuerzo psíquico, ocasionando,
además de agotamiento físico y mental, depresión y ansiedad, problemas de personalidad.
Por ello, la asociación del TEA y el masking eleva significativamente los niveles de estrés, de
ansiedad social, de tendencias suicidas, de sensación generalizada de falta de bienestar,
entre otros problemas. Beck
16
afirma que el masking tiene un efecto perjudicial sobre la
salud mental de la mujer con TEA. En su estudio experimental, encontró una relación
significativa entre los rasgos autistas y los patrones de ansiedad, concluyendo que el
camuflaje conduce a esta condición psicológica, con un impacto mayor sobre la mujer. En
las participantes de su estudio, 62% manifestaron padecer depresión, 67% ansiedad, 66%
estrés y 72% requirieron de tratamiento médico y psicoterapia.
En el estudio desarrollado por Gutiérrez y Carrillo
17
, orientado a precisar el grado de
enmascaramiento de mujeres con TEA, se llegó a la conclusión de que el 91.9% de las
mujeres ha camuflado su condición, que de estas el 89.2% ha padecido de trastornos de
depresión y ansiedad, de las cuales un 62.2% presenta depresión grave. En cuanto a la
ansiedad, sólo un 27% reporta un padecimiento severo de la misma. Lo anterior deja en
evidencia la relación entre el diagnóstico tardío del TEA, el masking y distintas patologías
psicológicas.
Cedano et al.
18
, sostienen que el enmascaramiento recurrente del TEA en las mujeres
dificulta la detección y el diagnóstico, sobre todo en etapas adultas. Entre el 48% y el 68%
de las mujeres con TEA y con Síndrome de Asperger
19
, llegan a sufrir trastornos de
personalidad. Otro asunto relevante, es que el camuflaje de los síntomas del TEA, puede
llevar a que los especialistas los confundan con los propios de otras clases de trastornos, por
ejemplo, a creer que están ante un Trastorno de personalidad Limítrofe o ante un Trastorno
de la Personalidad Narcisista, cuando en realidad confrontan un TEA. Por otro lado, Cedano
16
BECK, Jonathan. 2019. “Camouflaging in Women with Autistic Traits: Measures, Mechanisms, and Mental
Health Implications. Theses and Dissertations, 8589,
https://scholarsarchive.byu.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=9589&context=etd
17
GUTIÉRREZ, Anasazi & CARRILLO, Irene. Op. Cit.
18
CEDANO, Yassira; RIVERA, Nicol; ÁLVAREZ; Marcela & VEGA, Marim. 2020. “Trastorno del Espectro
Autista en féminas”. Revista Caribeña de Psicología, 4(3), 281-294. https://doi.org/10.37226/rcp.v4i3.4851
19
Si bien Cedano et al. mantienen el uso de Síndrome de Asperger, como una condición de neurodiversidad, a
partir del año 2013, con la publicación del DSM-5, la American Psychiatric Association (Vid. nota 3), esta
condición ya no aparece como un diagnóstico independiente, sino que es subsumido por el TEA; es decir, queda
unificado bajo el mismo espectro, debido a sus deficiencias comunicativas, patrones repetitivos de conducta,
síntomas persistentes, entre otros aspectos.
Santilli, N. Revista de Filosofía, Vol. 42, Nº Especial 2025, pp. 109-121 118
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela. ISSN: 0798-1171 / e-ISSN: 2477-9598
et al.
20
afirman que el masking en mujeres con TEA suscita mayor posibilidad de padecer
sintomatologías comórbidas, siendo las más recurrentes las autolesiones, las emociones
fuertes, los intentos suicidas y las imágenes personales negativas.
En este mismo orden de ideas, Ruggieri y Arberas
21
, afirman que algunas de las
investigaciones desarrolladas sobre el TEA, han definido la empatía superficial y las
habilidades verbales como capacidades de adaptación, cuando en realidad constituyen
claros indicadores del TEA, lo que ha contribuido a no identificar a una mujer con dicha
condición. Esto retarda el momento de intervenir oportunamente, derivando en un perjuicio
psicológico y físico para estas mujeres, pues al no darles a tiempo el apoyo debido, aumentan
las probabilidades de riesgo de enfermedades mentales, físicas e, inclusive, el suicidio.
El TEA, ¿se da de la misma forma en mujeres y hombres?
Otra cuestión significativa es que, en la actualidad, los instrumentos para diagnósticos,
se han aplicado básicamente para estudiar el TEA en la población masculina, sin esmerarse
en ver si sirven o no para la identificación de esta condición en la mujer.
Para Romo y Hernández
22
, los estudios que se han desarrollado recientemente sobre el
TEA, básicamente en población masculina, han llegado a suponer, erróneamente, que los
condicionamientos psicológicos, sociales y estructurales que inciden en los hombres inciden
del mismo modo en las mujeres. Estos resultados han demostrado no ser fiables, debido a
que otras investigaciones han demostrado que las mujeres presentan claras diferencias con
los hombres, de orden biológico, físico, psicológico y cultural. Por ello, se ha supuesto que
estos factores tienen un impacto diferente sobre la sintomatología del TEA en las mujeres,
pero al no ser tomados en cuenta, ponen trabas al desarrollo de enfoques más amplios sobre
este fenómeno.
El diagnóstico tardío del TEA en mujeres y niñas refleja un problema de desigualdad de
género sustentado por el personal clínico. Esta exclusión sistemática surge de la aplicación
de instrumentos de evaluación diseñados bajo parámetros masculinos, que no contemplan
la diversidad de manifestaciones del espectro autista en la población femenina. Al basarse
20
CEDANO, YASSIRA; RIVERA, Nicol; Álvarez, Marcela & VEGA, Marim. Op. Cit.
21
RUGGIERI, Víctor & ARBERAS, Claudia. Op. Cit.
22
ROMO, R. Y HERNÁNDEZ, E. 2023. Trastorno del Espectro Autista en Mujeres: Un Área Pendiente para
la Investigación en Educación Especial”. INTEGRA2. Revista Electrónica de Educación Especial y Familia,
14(2), 60-73, 2023. https://www.fcdh.uatx.mx:80/media/integra2/articulo_completo/Integra2-Jul-
Dic23_Articulo_5.pdf
Santilli, N. Revista de Filosofía, Vol. 42, Nº Especial 2025, pp. 109-121 119
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela. ISSN: 0798-1171 / e-ISSN: 2477-9598
en criterios incompletos, se ignoran variables clave que podrían permitir una detección más
adecuada y particular en las mujeres.
1. La educación inclusiva como respuesta al masking
Para Brieba et al.
23
, es necesario realizar una revisión crítica de las últimas
investigaciones que se tienen sobre el autismo, debido al sesgo de género que dificulta los
diagnósticos, lo cual fomenta un tratamiento no adecuado del problema. Ahora bien, una de
las soluciones que se puede dar a esta problemática es el reconocimiento de la mujer con
TEA, aceptando sus particularidades, como parte de un proceso de inclusión. A este
respecto, la educación inclusiva, propuesta por distintos organismos internacionales, tales
como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO), la Organización Mundial de la Salud (OMS), Autism Europe, entre otras,
plantea generar entornos formativos y sociales flexibles para afrontar esta problemática.
Este enfoque educativo tiene como fundamento el reconocimiento de la diversidad. Se
trata de una educación que considera las peculiaridades de cada estudiante, pero no sólo
busca el reconocimiento formal del individuo, sino que cada uno se sienta integrado y
seguro, sin presiones para la adaptación social, liberándolo de la obligación de recurrir al
masking.
El enfoque de la educación inclusiva puede ampliarse para incluir a las personas que
padecen TEA, reconociéndolo como un problema que también afecta a las mujeres, con
patrones neurotípicos propios. Con ello, se aspira a crear ambientes inclusivos, de
aceptación y atención a las necesidades particulares. Para ello, es necesario flexibilizar el
currículo, ampliar las metodologías educativas, escuchar las demandas que las mujeres
expresan ante la presión social. Esto amerita de la programación de actividades específicas
que fomenten la autoestima, la expresión natural de la realidad personal, el ritmo de
aprendizaje particular de cada una/o y la autonomía de la persona, facilitando la asunción
de su condición física o psíquica, sin máscaras ni ocultamientos.
Empero, para saber atender la condición de las niñas y mujeres con autismo, se hace
imprescindible la formación integral de las y los educadores en todo lo referente al TEA y
sus distintas problemáticas, y que aprendan que las condiciones y necesidades de las niñas,
23
BRIEBA, Viriam; CALDERÓN, Paulina & CANCINO, María. 2024. “Experiencia de una mujer autista
respecto a su diagnóstico en la adultez y las implicancias en su desempeño social. Informe de Experiencias,
Núm. 32. https://www.scielo.br/j/cadbto/a/y54PPDGPFGwZ7zZdXG4F9Nv/#
Santilli, N. Revista de Filosofía, Vol. 42, Nº Especial 2025, pp. 109-121 120
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela. ISSN: 0798-1171 / e-ISSN: 2477-9598
adolescentes y mujeres no suelen ser iguales a la de los varones. Dicha capacitación
contribuirá a la identificación temprana del TEA y de los patrones formados en torno al
masking, que no son reconocidos como mecanismos de protección ante un entorno
discriminatorio
24
.
Docentes capacitados, que se encarguen de los grados básicos y medios de escolaridad,
disminuirían las estadísticas de detección tardía del TEA, y lo más importante, motivarían
el desarrollo de la autenticidad y la preservación de una identidad más equilibrada y sociable
de la mujer que la padece. Incentivarían un manejo adecuado de las emociones y de la
comunicación, como un refuerzo importante para el desarrollo de la autenticidad como
personas, conduciéndolas a manifestar sus necesidades, carencias y deseos de manera libre
y sin restricciones.
Por esta razón, una educación inclusiva, que reduzca el masking, tiene que contar con
espacios seguros y de apoyo, con grupos de autoexpresión o de intereses compartidos, donde
las niñas con TEA puedan interactuar sin temor a ser juzgadas o etiquetadas. Estos espacios
de apoyo son fundamentales, puesto que les permitirían desarrollar conexiones sociales más
libres, no restringidas por las exigencias de un comportamiento neurotípico.
Conclusión
El masking es un mecanismo de adaptación social y conductual que suele encontrarse
en niñas y mujeres con TEA. Si bien no es una condición exclusiva de la población femenina,
se encuentra mayoritariamente presente en esta. El problema que muchas investigadoras e
investigadores acusan es que los mismos especialistas suelen confundirla con patrones
estereotipados de conducta, lo cual complejiza su detección y atención temprana, con
consecuencias perjudiciales para la salud psicológica y física de la niña, adolescente o mujer
afectada. El camuflaje social, pese a cumplir una función de protección frente a la
discriminación social e incluso médica, implica sobrellevar una carga emocional que
conduce al agotamiento psicológico y a comorbilidades severas, como la depresión y la
ansiedad.
Desde una perspectiva institucional, se reconoce la urgencia de ofrecer una solución
a este problema social y algunas/os autoras/es han propuesto la implementación de una
24
HULL, Laura; PETRIDES, K.V..; CARRIJE, Alliso; SMITH, P.aula; COHEN, Simon. & MANDY, William.
2017. “Putting on My Best Normal: Social Camouflaging in Adults with Autism Spectrum Conditions. Journal
Autism Developmental Disorders, 47(8), 2519-2534. DOI: 10.1007/s10803-017-3166-5.
Santilli, N. Revista de Filosofía, Vol. 42, Nº Especial 2025, pp. 109-121 121
Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela. ISSN: 0798-1171 / e-ISSN: 2477-9598
educación inclusiva, que promueva la comprensión y la atención temprana del TEA en la
mujer y ofrezca espacios para el respeto y valoración de la identidad y la diferencia, donde
cada una/o pueda sentirse feliz con lo que es, sin tener que enmascararse. Lograr este
objetivo implica apoyar la creación de programas de atención estudiantil y de formación
docente, flexibilizar el currículo adaptándolo a las particularidades de este sector de la
población femenina, oponiéndose a la aceptación o a la presión de imitar comportamientos
definidos socialmente como normales.
La perspectiva crítica adoptada en esta investigación demanda el reconocimiento de
la neurodiversidad femenina, entendiendo que esta debe ser sujeto y objeto de una atención
singular, con miras a aplicar un tratamiento particular. Debemos procurar el desarrollo
pleno de las capacidades de la mujer con TEA, sin presiones ni discriminaciones sociales.
Consideramos que una educación inclusiva logrará romper con los patrones que fomentan
el enmascaramiento de la identidad en estas mujeres. En fin, hay que humanizar la vida de
la mujer con una condición neurodivergente.
REVISTA DE FILOSOFÍA
ESPECIAL 2025
Esta revista fue editada en formato digital y publicada en OCTUBRE de 2025
por el Fondo Editorial Serbiluz, Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela
www.luz.edu.ve www.serbi.luz.edu.ve
www.produccioncientificaluz.org