
Lascevena, M., Valenzuela, M. Revista de Filosofía, Nº 99, 2021-3, pp. 448 - 460                                           454 
 
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propias de sus contextos (desastres naturales, pestes etc.)
21
 evidenciaban un fenómeno de 
indiferenciación, es decir, se tendía a la eliminación de las jerarquías sociales
22
. Lo anterior, 
sumado a la ausencia de patrones de dominancia
23
, encargados de apaciguar los conflictos y 
frenar la violencia en las comunidades de homínidos, son la explicación biológica y cultural 
que origina el mecanismo del chivo expiatorio
24
.  
De esta forma, en una primera fase, que Moreno signa como la de “Crisis mimética, 
indiferenciación  y  paroxismo  de  la  violencia”
25
,  Girard  identifica  algo  así  como  una 
“opinión pública sobreexcitada, dispuesta a dar crédito a los rumores más absurdos”
26
, y 
conforme a la cual, los hombres ávidos de violencia, buscan en forma aleatoria un culpable 
de  la  crisis  (chivo  expiatorio),  sobre  el  cual  se  vuelca  la  violencia  de  los  perseguidores. 
Quienes,  convencidos  de  la  legitimidad  de  ésta,  “se  consideran  a  sí  mismos  como 
justicieros”
27
. Así pues, la violencia mimética tiene un carácter contagioso, generando una 
persecución  colectiva.  Por  ello,  es  “siempre  una  crisis  de  indiferenciación,  ligada  a  la 
desaparición de  los objetos  y a  la aparición  de rivales  cuyos roles  se desvanecen  (…) no 
importa ya lo que pudo originar el conflicto”
28
, lo importante es focalizar la atención en la 
víctima expiatoria.  
Así  pues,  los  periodos  de  crisis  producen  el  debilitamiento  de  la  normal 
institucionalidad y favorecen esta formación de “multitudes”, identificadas por Girard como 
“agregados populares espontáneos, susceptibles de sustituir por completo unas instituciones 
debilitadas o de ejercer sobre ellas una presión decisiva”
29
. Dando paso a una siguiente fase, 
de  “Mímesis  antagonista,  polarización  hostil  contra  una  víctima  y  principio  de 
transferencia”. En ella, el grupo convertido en masa o multitud  —gracias a la mímesis—
polariza la violencia “sobre antagonistas cada vez menos numerosos”
30
, transfiriendo en un 
sentido catártico, toda la violencia de la multitud, sobre la figura del chivo expiatorio.  
 
21
 Cabe precisar que, para Girard (1986: 21), “no siempre son las mismas circunstancias las que favorecen estos 
fenómenos”. Pues en algunos casos se trata de causas externas tales como epidemias, sequias u otros desastres 
naturales que generan contextos de misera. En otros casos, se evidencian causas internas, como disturbios 
políticos o conflictos religiosos. Sin embargo, lo relevante para su teoría, es que sean cuales fueren las causas 
reales “las crisis que desencadenan las grandes persecuciones colectivas, quienes las sufren siempre las viven 
más o menos de la misma manera.  
22
  BURBANO,  Mauricio.  “La  “teoría  mimética”  de  René  Girard  y  su  aporte  para  la  comprensión  de  la 
migración”. En: Universitas Philosophica, N° 55, año 27, 2010, p. 161. 
23
 Para la etología, la dominancia es la posesión de un alto estatus social dentro de un grupo de animales que 
exhibe una organización social jerárquica. Esto le permite tener acceso a recursos, como alimento o parejas, a 
expensas de los individuos socialmente inferiores sin necesidad de recurrir a agresión. 
24
 Cfr. MORENO, Agustín. “Descripción y fases del mecanismo del chivo expiatorio en la teoría mimética de 
René Girard”, p. 194.  
25
 Ibíd., p. 195.  
26
 GIRARD, René. Mentira romántica y verdad novelesca. Barcelona: Editorial Anagrama, 1985, p. 14. 
27
 Ibíd., p. 15. 
28
 MORENO, Agustín. “Descripción y fases del mecanismo del chivo expiatorio en la teoría mimética de René 
Girard”, p. 198. 
29
 GIRARD, René. Mentira romántica y verdad novelesca, p. 21. 
30
 MORENO, Agustín. “Descripción y fases del mecanismo del chivo expiatorio en la teoría mimética de René 
Girard”, p. 198.