Pérez, J., Castro, J., Pedroza, O. Revista de Filosofía, Nº 99, 2021-3, pp. 369 – 379                                        373 
 
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significados,  como,  por  ejemplo,  convertir  un  algoritmo  de  una  representación  a  otra, 
explicar un concepto, o presentar un ejemplo de un algoritmo. 
 
          El nivel aplicar se refiere a la utilización de algún procedimiento en una situación dada, 
como, por ejemplo, utilizar un algoritmo conocido en un contexto familiar donde cambian 
los datos, o aplicarlo a un contexto desconocido. El nivel analizar consiste en descomponer 
algo en sus partes constituyentes para determinar cómo se relacionan entre ellas y cómo 
forman el todo. Por ejemplo, descomponer un programa en módulos, organizar módulos 
para  cubrir  un  objetivo,  identificar  componentes  críticos  de  desarrollo,  e  identificar 
componentes irrelevantes. 
 
          El nivel evaluar consiste en hacer juicios basados en criterios y estándares, como, por 
ejemplo,  determinar  si  un  algoritmo  satisface  los  requerimientos,  o  criticar  su  calidad. 
Finalmente, el nivel crear consiste en unir elementos de forma coherente o funcional. Por 
ejemplo, crear un algoritmo que permita solucionar un problema, o encontrar una nueva 
estrategia para aplicar algoritmos conocidos. 
 
          Para mostrar el estado del arte de la evaluación del pensamiento computacional, se 
presenta un ejemplo de cada tipo según la clasificación realizada por Román-González, et al. 
(2019): herramientas de diagnóstico, herramientas formativas-iterativas, herramientas de 
procesamiento  de  datos,  herramientas  de  transferencia  de  habilidades,  herramientas  de 
evaluación sumativa, escalas de percepciones-actitudes, y evaluación de vocabulario. 
 
          Las herramientas de diagnóstico se enfocan en medir el nivel de aptitud del estudiante 
y se pueden emplear con estudiantes sin experiencia previa. Este tipo se puede aplicar antes 
y después de una intervención educativa para verificar si el nivel de aptitud ha tenido algún 
cambio. Además, puede ser usado en cualquier área, tanto de forma presencial como no 
presencial.  Un  ejemplo  de  este  tipo  lo  presenta  Román-González  (2015)  a  través  de  un 
cuestionario vía  Internet  de selección múltiple. Como  su  enfoque es diagnosticar,  por  lo 
general  este  tipo de  herramientas proporcionan  información  sobre cómo  los estudiantes 
recuerdan  y  comprenden  los  conceptos,  es  decir,  este  tipo  cubre  los  niveles  recordar  y 
comprender de la taxonomía de Bloom. 
 
          Las  herramientas  formativas-iterativas  se  enfocan  en  proporcionar 
retroalimentación  al  estudiante,  generalmente  de  forma  automática,  para  desarrollar  y 
mejorar  sus  habilidades.  Este  tipo  no  evalúa  a  la  persona,  sino  a  sus  productos  de 
aprendizaje, que generalmente son proyectos de programación creados tanto dentro como 
fuera de las aulas de clases. Un ejemplo de este tipo lo presentan Moreno-León, et al. (2015) 
con  Dr.  Scratch,  el  cual  permite  evaluar  proyectos  construidos  con  la  herramienta  de 
programación visual por bloques Scratch, en términos de las habilidades del pensamiento 
computacional  utilizadas  en  su  elaboración.  Dado  que  los  proyectos  son  productos  que 
requieren  predominantemente  la  unión  de  elementos  de  forma  funcional,  este  tipo  de 
herramientas se ubican en el nivel crear de la taxonomía de Bloom.