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CUESTIONES POLÍTICAS 
Vol. 42 Nº 81 (2024): 10-15
labor de los hacedores de políticas publicas y, al mismo tiempo, ponen a 
prueba su capacidad para hacer frente a los desafíos y problemáticas que 
puede suceder tendencialmente en el orden político, económico y social. A 
continuación, se presenta un ensayo de prospectiva para el 2025.
En  términos  políticos,  todo  indique  se  espera  que  2025  sea  un  año 
crítico  para  los  países  democráticos.  Las  elecciones  programadas  en 
varias naciones podrían alterar signicativamente el equilibrio del poder 
político.  Se  anticipa  que  los  movimientos  populistas  y  autoritarios,  de 
izquierda y de derecha, seguirán ganando terreno, lo que podría desaar 
los  principios  democráticos  establecidos.  Sin  embargo,  también  hay 
oportunidades  para  que  los  partidos  pro-derechos  humanos  fortalezcan 
su base  apoyándose  en  una ciudadanía cada  vez  más comprometida con 
la defensa de sus derechos. Desde el punto de vista de las oportunidades, 
las  tensiones  geopolíticas  podrían  llevar  a  una  mayor  cooperación  entre 
democracias  para  contrarrestar  inuencias  autoritarias.  La  creación  de 
coaliciones estratégicas centradas en valores democráticos podría ser clave 
para enfrentar desafíos globales como el cambio climático y la desigualdad 
económica. 
Económicamente,  se  prevé  que  2025  presente  tanto  desafíos  como 
oportunidades para los países democráticos. La transición hacia energías 
renovables  seguirá  siendo  una  prioridad,  impulsada  por  compromisos 
internacionales  para  mitigar  el  cambio  climático.  Esto  puede  abrir 
nuevas  avenidas  de  inversión  y  desarrollo  tecnológico.  Sin  embargo,  las 
economías tendrán que navegar por  un entorno inacionario persistente 
y posibles recesiones económicas (Quiroz, et al., 2024). En este contexto, 
la  digitalización  también  jugará  un  papel  crucial  en  la  economía  global 
del futuro. Se espera que las tecnologías emergentes transformen sectores 
enteros,  ofreciendo  oportunidades  para  innovaciones  que  impulsen  la 
productividad  a  niveles  superlativos.  No  obstante,  esto  también  plantea 
riesgos relacionados con la ciberseguridad y la privacidad de los datos. 
Por su parte, los países democráticos enfrentarán desafíos signicativos 
relacionados con la polarización política y el descontento social. La 
creciente desconanza hacia las instituciones puede socavar la estabilidad 
política y económica si no se aborda adecuadamente. Asimismo, las crisis 
migratorias  derivadas  de  conictos  geopolíticos  pueden  poner  presión 
sobre los sistemas sociales y económicos. De modo que, hay oportunidades 
objetivas  para  fortalecer  las  democracias  mediante  políticas  inclusivas 
que promuevan  el  bienestar social y  económico,  de conformidad con los 
parámetros  del  llamado  modelo  de  Desarrollo  Sostenible.  Iniciativas 
centradas en la educación y el acceso a servicios básicos de calidad pueden 
ayudar a mitigar el descontento social. 
A  pesar  de  los  desafíos  mencionados,  2025  puede  ser  un  año  de 
grandes oportunidades si se aprovechan correctamente las circunstancias