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Pedro Luis Bracho Fuenmayor
Justicia desde la óptica de John Rawls y Robert Nozick: una perspectiva comparada
es injusta, entonces se llega a pensar que la justicia se modica a la luz
de la visión de quien la debe asumir. Tal es el caso de los utilitaristas, los
liberales, los pragmáticos, o desde el punto de vista losóco político, por
ello, ha sido una temática conictiva, entender la justicia y tener que aceptar
las distintas posiciones.
Verdaderamente, la justicia debe reposar en varios conceptos o principios
básicos, el de la equidad, imparcialidad y libertad, por cuanto se parte del
hecho que todos los seres humanos son iguales, no se admiten diferencias
por sexo, edad, clase social, cargos, puesto que el trato para las personas
debe estar concentrado en el respeto, la empatía. Es cierto que en la medida
que más se conoce a un individuo, más posibilidad hay de ser justo con él,
de aceptarlo y entenderlo y esto, a la vez, se convierte en un parámetro de
posibles diferencias de atención.
Por ello, la justicia debe ser imparcial, en cuanto todos tienen los mismos
derechos y, por ende, los deberes deben ser cumplidos con la misma
exactitud según esta establecido, lo cual implica que quien se encarga de
generar justicia, debe ver a los individuos de manera similar, para no caer en
mayores oportunidades para unos o consentir más a uno que a otros. Aquí
vuelve a plantearse la misma inquietud, posiblemente si se conoce a una
persona en conicto, más que a la otra, la balanza se incline favoreciendo a
uno sobre el otro, entonces, no se logra ser justo.
El parámetro de la libertad es otro elemento importante de la justicia,
porque determina la posibilidad de los individuos de desenvolverse con
amplitud en su medio, sabiendo esa persona que es lo que debe hacer y no
puede, conociendo sus fortalezas ante el medio y sus limitaciones, esto va
a permitir su comportamiento natural y espontaneo ante los hechos, con
la seguridad de saber escoger lo correcto y no lo incorrecto, para estar del
lado del bien.
Destacan estos tres principios de manera sencilla y clara, estableciendo
que la equidad, la imparcialidad y la libertad prevalecen cuando se habla
de justicia. Sin embargo, podría decirse que hablar sobre este tema es
interesante, sobre todo cuando está cargado de la losofía, de lo teórico,
de las posiciones de personajes losócos de trayectoria, políticos de alto
renombre. Pero cuando se trata de entender la justicia en el plano de la
realidad, de lo pragmático, de lo cotidiano, es posible caer en grandes
incertidumbres, se llega a pensar si realmente la justicia existe, para quien
existe, porque se inclina más en unos que en otros, y se llega a la premisa
que si hubiera justicia en el mundo no existieran problemas, conictos
de tipo políticos, sociales, económicos, porque cada persona con su
comportamiento, haría lo que debe hacer y esto permitiría el respeto a los
demás, y por ende, la fraternidad, solidaridad, apoyo, cooperación. Pero no
es así, esto no siempre se observa en el día a día, ni en la casa, el lugar de
trabajo o la sociedad en general.