
Resistencia antimicrobiana de la microbiota del canal auditivo / Vásquez-Paredes y col. ___________________________________________
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INTRODUCCIÓN
Los antibióticos son sustancias químicas de bajo peso molecular 
que inhiben el crecimiento de las bacterias (bacteriostáticos) o 
eliminan bacterias (bactericidas), estas sustancias son producidas 
por una variedad de organismos, tales como bacterias y hongos [9]. El 
empleo de estas sustancias se menciona desde hace aproximadamente 
2.500 años, cuando la cultura china empleó la cascara enmohecida de 
soja (Glycine max), para el tratamiento del carbunco [15]. A nales de 
siglo XVII en 1676, el comerciante holandés Anton Von Leeuwenhoeck 
descubrió la existencia de las bacterias, en 1881 el médico alemán 
Robert Koch reveló que al introducir un medio solido en una placa 
se podía sembrar y detectar el desarrollo de las bacterias, otros 
acontecimientos importantes a nales de esa misma década fue 
el desarrollo de la técnica de tinción bacteriana descrita por el 
Danés Hans Christian Gram, y el descubrimiento de Louis Pasteur 
al demostrar que al interactuar las bacterias en un caldo de cultivo 
con Penicillium, estás no se desarrollaban [1].
En 1928, el cientíco británico Alexander Fleming descubrió la 
penicilina, cuando observó que varias colonias de las bacterias 
Staphylococcus aureus habían sido eliminadas por el moho que se 
desarrolló en la caja Petri, dando paso a la era de los antibióticos 
[4]. Luego de la presentación de los primeros antibióticos, algunos 
naturales, semisintéticos y otros sintéticos, vertiginosamente 
empezaron los reportes de resistencia a estas sustancias químicas 
debido a uso indebido, generando un impacto negativo, tanto en la 
medicina humana como la medicina veterinaria [5]. El aumento de 
la resistencia microbiana por el uso de los antibióticos a gran escala 
ha logrado que en varias cepas con mecanismos de resistencia en 
tratamiento infecciosos disminuya las posibilidades de un tratamiento 
eficaz y aumente el riesgo de mortalidad [6]. En la medicina 
veterinaria no existe variada información sobre los resultados de 
antibiogramas en animales aparentemente sanos con condiciones 
siológicas normales que permitan conocer la susceptibilidad de 
las bacterias a uno o varios grupos de antibióticos [2], uno de los 
órganos que más se debe tomar en cuenta por su interés clínico es 
el oído, debido a que esté permite la audición y proporciona también 
el sentido del equilibrio [13].
El oído se encuentra dividido en tres partes, la parte externa, 
media e interna, las dos primeras porciones son las responsables 
de recoger y trasmitir las ondas sonoras al sistema nervioso y la 
tercera porción se ocupa del equilibro y la audición [3], un oído en 
condiciones normales posee excelentes defensas como las glándulas 
ceruminosas y sebáceas que forman una barrera para evitar la 
entrada de patógenos o agentes extraños, generalmente la ora 
normal que se encuentra en el oído de los perros son Gram positivas 
tales como Staphylococcus intermedius, S. canis, S. epidermidis, 
Proteus mirabilis, Streptococcus spp., Micrococcus spp., Bacillus spp., 
y coliformes ocasionales [13]. Pero si el entorno del oído permuta 
por alguna anomalía del paciente, las bacterias logran multiplicarse 
y rompen la barrera de defensa provocando alteraciones en la 
salud; existen varios factores predisponentes que provocan estos 
desenlaces tales como la humedad, temperatura, predisposición 
anatómica de las orejas y patologías óticas obstructivas [3]. La 
proliferación de bacterias en el canal auditivo puede desencadenar 
en una patología denominada otitis, que representa entre el 5 y 
el 20 % de la práctica veterinaria diaria, y muchas de las veces no 
responde a la antibioterapia [3], en algunos estudios [3, 12, 13], al 
realizar las pruebas de laboratorio se revela que la bacteria con 
mayor frecuencia fue el S. intermedius, seguido de otros agentes 
como los Streptococcus spp., y el Staphylococcus spp., El uso de 
antibióticos en la producción animal es de gran importancia, debido 
a la resistencia que podrían provocar los residuos de estos fármacos 
en toda la cadena alimenticia, representando una amenaza para la 
salud humana, esto se acredita principalmente a la prescripción 
de antibióticos en exceso o la automedicación con antibióticos de 
venta sin receta para tratar patologías para las cuales la terapia 
antimicrobiana es innecesaria [8].
El objetivo de esta investigación fue evaluar la resistencia 
antimicrobiana en la microbiota del canal auditivo, en pacientes 
con condiciones siológicas normales, dentro de las campañas de 
esterilización de la Universidad Católica de Cuenca, Ecuador.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se seleccionaron 100 perros, hembras y machos al azar, de edad, 
peso y condición corporal heterogéneas. Los animales provenían del 
público que acudió a las campañas de esterilización de la Universidad 
Católica de Cuenca, con una edad promedio de 6 años con un rango 
de 1 año a 10 años, el peso promedio fue de 10,6 kilogramos (kg)
,
 con 
un rango entre los 3,5 a 20,7 kg.
Para la toma de muestras se colocó al perro en una posición de 
decúbito lateral, y se realizó una tracción suave del pabellón en 
dirección ventral, introduciendo el hisopo estéril de algodón con 
medio de transporte que contenía 0,5 mililitros (mL) de cloruro de 
sodio dentro del meato auditivo externo y haciéndolo rotar durante 
cinco segundos contra sus paredes en ambos oídos para obtener la 
muestra del exudado ótico, luego se colocó la muestra en un tubo 
de ensayo estéril, se cubrió de la luz y fue transportado en un cooler 
Coleman portátil de 4,7 L de los equipos Cotopaxi, Ecuador para 
remitir al laboratorio para su procesamiento. El método empleado en 
el laboratorio fue el de recuperación mediante agar selectivo (Müeller 
Hinton) enriquecido con sangre, que fue diseñado para ensayos de 
sensibilidad y susceptibilidad de los microorganismos frente a los 
antibióticos donde se incubo la muestra a 37 °C 24 horas [14].
Diseño estadístico
Para el análisis de los datos se utilizó una estadística descriptiva de 
los casos y se comparó empleando la prueba de ji-cuadrado entre los 
sujetos de estudio, aplicándola en la interacción con la sensibilidad 
estableciendo la asociación entre los inter sujetos.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La FIG. 1 representa la prevalencia de cada uno de los gérmenes 
identicados, donde S. epidermidis con un 28 %, prevalece segundo 
por S. canis  (16 %)  y  S. intermedius  (11 %). Las otras especies 
identicadas aparecen en menor medida. Dentro de la prevalencia 
de las 200 muestras, los casos positivos ocurren indistintamente 
(P>0,05) de la lateralidad del oído. La prevalencia total fue de 60,00 % 
donde el 53,50 % de los casos fueron altamente frecuentes en el 
pabellón, respaldado por un crecimiento acelerado.
De todos los datos se muestra el crecimiento acelerado: color 
plomo claro, crecimiento normal: plomo obscuro y el no crecimiento: 
color azul, de lo microorganismos encontrados en los oídos de los 
caninos. En un estudio reciente [16], donde analizaron la microbiota 
bacteriana y fúngica de los oídos de 257 perras hembras clínicamente 
sanas, destacaron que la microbiota encontrada con mayor frecuencia 
fue el S. epidermidis con un 27,7 %, seguido del S. pseudintermedius,