
______________________________________________________________________Revista Cientifica, FCV-LUZ / Vol. XXXIII, rcfcv-e33188, 1 - 8
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TABLA II 
Prácticas de manejo y eventos aversivos durante el proceso de faenado de bovinos según lesiones 
prefaenado, estado de preñez y estado emocional, en un matadero convencional
Etapas del 
Faenado
Prácticas de manejo y 
eventos aversivos
Lesiones Prefaenado (LP) Estado de Preñez (EP) Estado Emocional (EE)
Sin lesión Con lesión NP 1
er
 tercio 2
do
 tercio 3
er
 tercio Tranquilo Nervioso
Conducción
Golpes 0,6 ± 2,3 1,2 ± 5,0 0,2 ± 0,9 0,1 ± 0,4 4,2 ± 10,2 2,6 ± 3,6 0,6 ± 2,9* 2,1 ± 4,6*
Torceduras de cola 1,7 ± 3,2 0,9 ± 1,6 1,2 ± 2,4 1,9 ± 2,6 1,0 ± 2,0 3,8 ± 5,8 1,4 ± 2,7 2,2 ± 3,6
Gritos del operario 0,4 ± 1,1 0,4 ± 1,1 0,6 ± 1,2 0,3 ± 0,8 0 0,2 ± 0,5 0,3 ± 0,8* 1,3 ± 2,2*
Tiempo (min)
00:45 ± 00:41 00:38 ± 00:30 00:36 ± 00:17 00:40 ± 00:35 00:32 ± 00:22 00:46 ± 00:35 00:40 ± 00:35* 01:04 ± 00:52*
Sujeción
Golpes
0,4 ± 1,4 0,7 ± 1,8 0,2 ± 0,4 0,9 ± 2,4 2,0 ± 3,2 1,4 ± 2,0 0,5 ± 1,4 0,9 ± 2,0
Torceduras de cola 0,8 ± 1,9 0,9 ± 1,9 0,8 ± 1,7 1,1 ± 2,5 1,7 ± 2,7 2,2 ± 3,5 0,9 ± 2,0 0,6 ± 1,2
Gritos del operario 0,5 ± 1,2 0,9 ± 2,6 0,4 ± 0,7 1,4 ± 2,9 0 0,6 ± 1,3 0,6 ± 1,6 0,8 ± 2,4
Tiempo (min) 00:54 ± 01:02 00:55 ± 00:46 00:45 ± 00:26 01:16 ± 02:07 01:16 ± 01:08 00:41 ± 00:21 00:55 ± 01:01 00:53 ± 00:31
Resbalones 0,3 ± 0,6 0,3 ± 0,6 0,4 ± 0,8 0,4 ± 0,6 0,2 ± 0,4 0,4 ± 0,6 0,3 ± 0,5 0,5 ± 0,9
Caídas
0,1 ± 0,2 0,1 ± 0,4 0* 0,1 ± 0,3* 0,7 ± 8,2* 0* 0,1 ± 0,3 0,1 ± 0,4
Derribo
Torceduras de cola
0,8 ± 1,6 1,2 ± 3,0 0,9 ± 1,6 0,5 ± 1,1 2,5 ± 5,7 0,4 ± 0,9 0,8 ± 1,6 1,5 ± 3,7
Gritos del operario 0,3 ± 1,2 0,5 ± 1,2 0,3 ± 1,4 0 1,0 ± 2,0 0 0,3 ± 1,1 0,4 ± 1,3
Puntillazos al derribo 1,9 ± 1,2 2,5 ± 2,0 1,9 ± 1,8 2,2 ± 1,3 2,2 ± 1,5 1,2 ± 0,5 2,1 ± 1,6 2,1 ± 0,9
Puntillazos totales 7,3 ± 3,5 8,3 ± 5,8 7,0 ± 3,6 8,2 ± 5,3 6,8 ± 2,9 7,2 ± 2,2 7,6 ± 4,4 7,6 ± 3,1
Tiempo (min) 02:09 ± 02:35 01:54 ± 01:40 01:46 ± 01:24 01:45 ± 01:39 58 ± 35 02:03 ± 01:51 02:05 ± 02:30 02:03 ± 01:28
Resbalones 0,7 ± 1,4 0,5 ± 1,0 0,4 ± 0,9 0,5 ± 1,0 0 0,2 ± 0,5 0,5 ± 1,0 1,2 ± 2,3
Vocalizaciones 1,0 ± 2,5 1,4 ± 3,1 0,7 ± 1,8 1,3 ± 2,6 0,7 ± 0,8 1,0 ± 1,4 0,9 ± 2,1 2,6 ± 4,5
Intentos de incorporación
0,8 ± 1,3 0,9 ± 1,6 0,7 ± 1,5 1,3 ± 2,0 0,2 ± 0,4 0,8 ± 0,5 0,8 ± 1,4 0,9 ± 1,2
Exanguinado
Tiempo desde derribo (s)
44 ± 29 50 ± 43 41 ± 34 50 ± 41 37 ± 11 42 ± 18 44 ± 34* 57 ± 25*
Vocalizaciones 0,1 ± 0,3 0,2 ± 1,2 0,1 ± 0,2 0 1,0 ± 2,5 0 0,1 ± 0,7 0,1 ± 0,3
Intentos de incorporación 0,1 ± 0,4 0 0,1 ± 0,4 0 0 0 0,1 ± 0,3 0
*: Asociación signicativa mediante prueba Ji-cuadrado (P<0,05), y diferencias signicativas en los tiempos de cada etapa del faenado mediante U de Mann-Whitney (P<0,05)
La calidad sicoquímica de la carne fue afectada de manera no 
significativa por la CC de los bovinos (P>0,05). Sin embargo, los 
animales con CC≥3,25 lograron más alto pH
1h
 y pH
24h
 (6,63 y 5,72, 
respectivamente) (FIG. 1A) y los de CC de 2,75 a 3,25 exhibieron la 
mayor tasa de PG (3,37 %) (FIG. 2A). No se encontró diferencias en 
el pH evaluado en tres momentos (0, 1 y 24 h) entre bovinos con y 
sin presencia de lesiones pre faenado (P>0,05) (FIG 1B), aunque el 
pH nal de carne de bovinos que tuvieron alguna LP (5,73), fue más 
alto que en bovinos sin ninguna lesión (5,67). Similar respuesta se 
observó en la evaluación de PG, donde la carne de bovinos con alguna 
lesión y sin LP lesiones pre faenado (2,70 y 3,24 %, respectivamente), 
perdieron un porcentaje estadísticamente similar de agua en forma 
de gotas (P>0,05) (FIG. 2B). Respecto al EP no se hallaron diferencias 
signicativas entre los valores de pH ni PG (FIGS. 1C y 2C). Además, la 
carne de bovinos con EET y EEN alcanzaron valores de pH
0h
, pH
1h
 y pH
24h
 
que no dirieron estadísticamente (P>0,05) (FIG. 1D), pero las tasas de 
pérdidas por goteo (PG) fueron signicativamente mayores en bovinos 
con EEN (4,57 %) que en bovinos con EET (2,86 %) (P<0,05) (FIG. 2D).
En animales con adecuado faenado y CC de 3,0 a 3,25, Bispo y 
col.
 
[4] encontraron valores de pH
24h
 entre 5,53 y 5,69 en Holstein-
Frisian. El pH nal de la carne está vinculado con el contenido inicial 
de glucógeno [14], y por consiguiente con la actividad física de los 
animales. Si bien las variaciones de pH podrían estar relacionadas a 
factores previos al faenado (distancia de la granja para el transporte, 
descanso, alimentación, entre otros) [12, 33], debido al agotamiento 
de reservas energéticas, en las condiciones del estudio (matadero 
convencional) se partió de un horario de ingreso al matadero y 
tiempo de descanso uniforme (14 a 15 h antes); las condiciones de 
la nca y la forma de transporte deben ser abordados en estudios 
posteriores. Según la literatura, el pH nal puede mantenerse alto a 
medida que el animal es golpeado en el transporte y en el matadero, 
resultando en valores más altos de lo habitual (hasta 5,8) [23, 26]. En 
cuanto a las perdidas por goteo (PG%), los porcentajes son mayores 
a los reportados por Morón-Fuenmayor y Zamorano [25] para carne 
bovina (1,8 %) aparentemente con un método adecuado de faenado; 
evidenciando en este estudio una mayor tasa de exudación liquida, 
propia de carnes pálidas, suaves y exudativas (PSE) ocasionadas por 
intenso estrés agudo. La carne de bovinos EEN y EET exhibió mayor 
PG%, revelando que bovinos EEN pueden sufrir estrés agudo antes 
que EET, y del faenado propiamente dicho, secretando catecolaminas 
que metabolizan anticipadamente el glucógeno, acelerando la 
producción y acumulación de ácido láctico. Consecuentemente, la 
activación de proteasas, catepsinas y glucoronidasas se traducirán 
en mayor liberación de agua de la carne [6, 30].