________________________________________________________________________Revista Cientica, FCV-LUZ / Vol. XXXII, rcfcv-e32174, 1 - 9
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como una vía de infección bacteriana. Si se sospecha de hemorragia 
interna, Fecteau y col. [9] recomiendan realizar un examen ecográco 
de las estructuras umbilicales para localizar el vaso que sangra.
La excesiva acumulación de líquido alantoideo puede ser progresiva 
a partir de la segunda mitad de la gestación. Su volumen normal es 
de 8 a 15 litros (L), pero en esta condición se incrementa 10 veces, 
quizá porque los mecanismos de excreción-reabsorción del líquido 
alantoideo están alterados, o a causa del daño de la microestructura 
y la permeabilidad alterada de la membrana corioalantoidea. Su 
composición electrolítica (Na, K y Cl) diere del líquido normal y se 
parece al líquido extracelular. La ruptura del tendón pre púbico es 
una posible complicación del hidroalantoides [16].
El manejo de los terneros clonados es diferente al de otros, debido a 
su alto valor y la tendencia a desarrollar ciertas condiciones patológicas 
[9]. La asistencia del parto se considera necesaria porque la gestación 
se prolonga y el peso al nacimiento puede ser 25% superior al normal 
[24]; el riesgo de distocia aumenta especialmente en vaquillonas 
receptoras primerizas [9]. Los recién nacidos clonados tienen glándulas 
adrenales normales, por lo que la gestación prolongada puede deberse 
a una falla de la placenta para responder al cortisol fetal, o a la falta de 
liberación de la hormona adrenocorticotrópica del feto. Cuando hay 
gestación prolongada se sugiere realizar la cesárea [24]. Generalmente 
se aplican 20 a 30 miligramos (mg) de dexametasona, acompañada o 
no de 25 mg de prostaglandina, 36 horas (h) antes de realizar la cirugía. 
Además de inducir la parición, el tratamiento con dexametasona mejora 
la viabilidad fetal porque estimula a las células alveolares tipo II para 
que produzcan fosfolípidos surfactantes, acelerando la maduración 
pulmonar [9].
Las pérdidas posnatales son extensas, los problemas que se 
reportan más comúnmente son insuciencia respiratoria, hipertensión 
pulmonar, sobrepeso, vasos umbilicales expandidos, anormalidades 
musculoesqueléticas, defectos congénitos diversos y función 
inmune anormal. Son causas comunes de hipoxemia persistente 
en los terneros neonatos: deficiencia de surfactante pulmonar, 
neumonía, hipertensión pulmonar persistente, anomalías cardíacas 
y respiratorias congénitas y encefalopatía neonatal. Las anormalidades 
hematológicas son: mala regulación de la glucosa, anemia, azotemia 
(creatinina mas de 2 mg·decilitros
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) e hiperbrinogenemia. También 
se ha reportado disfunción renal con riñones dilatados o displásicos 
[9]. Diversos autores coinciden en que la viabilidad de los terneros 
clonados desde que nacen hasta el destete es reducida, a pesar de 
los cuidados intensivos brindados. Wells [24] cita que los terneros 
que sobreviven después de las 24 h tienen un metabolismo y siología 
alterados, posiblemente relacionados con las anormalidades 
placentarias y toma tiempo para que estos procesos se normalicen. 
Un tercio de las muertes puede ocurrir in utero o debido a la distocia; 
después 15% de los terneros mueren antes del destete a causa de 
la gastroenteritis e infecciones umbilicales. Pero también reporta 
defectos cardiovasculares, musculoesqueléticos y neurológicos, 
aplasia tímica, así como mayor susceptibilidad para desarrollar 
infecciones pulmonares y desórdenes digestivos. Brisville y col. [3] 
encontraron en algunos recién nacidos, anomalías como la deformidad 
de los miembros y el engrosamiento del cordón umbilical, además 
de acidemia, hiperlactatemia, anemia, leucograma alterado, niveles 
bajos de proteína, albúmina y globulinas e incremento de los niveles de 
creatinina. También reportan que ciertos terneros que sobrevivieron 
24 h desarrollaron anorexia, hipertermia idiopática, distensión ruminal, 
úlceras abomasales, intususcepción y dislocación abomasal.
La descendencia de los animales obtenidos por la TNCS es normal. 
El fenotipo que predomina es el del clonado y su producción de carne 
o leche no parece ser diferente a la de los animales criados de manera 
convencional, lo que determina la inocuidad de estos alimentos [24].
Yang y col. [25] modicaron el procedimiento de la TNCS para 
incrementar la eciencia de la clonación y reducir las anormalidades pre 
y posnatales. Ellos sugieren que el ovocito enucleado sea de la misma 
vaca que va a recibir el embrión clonado y a este procedimiento le 
denominaron “transferencia nuclear autóloga de células somáticas”. Los 
ovocitos fueron obtenidos a través de la punción guiada por ultrasonido.
MATERIALES Y MÉTODOS
Este trabajo se realizó en la Ganadería Rancho Cerro Frío, municipio 
de Huichapan, Hidalgo; México, cuyo propietario subvencionó la 
implantación con embriones clonados en varias vaquillas, con la 
nalidad de obtener copias de un semental de lidia de alto valor 
genético. Los procesos de clonación e implantación embrionaria 
fueron realizados en Estados Unidos de Norteamérica (EUA). Las 
vaquillas que desarrollaron gestación, se condujeron a la Ganadería 
Rancho Cerro Frío, en donde se obtendrían los terneros. Una de las 
vaquillas de lidia (Bos taurus taurus) utilizada como receptora de 
un embrión clonado, se programó a los 270 d de gestación para ser 
sometida a una cesárea. Se practicó una laparotomía en el anco 
izquierdo, con la hembra en estación, previa sedación con xilacina 
(Procin®, Pisa, México), un método físico de contención, preparación 
del área quirúrgica y un bloqueo anestésico con lidocaína (Pisacaína, 
Pisa, México). La amplitud de la incisión en la pared abdominal 
permitió la exteriorización de la curvatura mayor del cuerno uterino 
gestante. Al incidir la pared uterina, una gran cantidad de líquido turbio 
se derramó fuera de la cavidad abdominal. La cabeza y miembros 
torácicos del producto se acercaron a la incisión y cuando la cabeza 
de éste se exteriorizó, se limpiaron los ollares y la boca para evitar 
la aspiración de líquidos, sin que el ternero mostrara signos vitales, 
aún sin haber realizado el desprendimiento fetal. Enseguida de su 
remoción se practicaron maniobras de resucitación por medio de 
masaje torácico, se administró un analéptico (Frecardyl, Vétoquinol, 
Francia) y se brindó respiración mecánica asistida a través de un ambú 
o reanimador manual (AirLife™ Reanimador manual para adultos, 
Vyaire, EUA); al no obtener resultado satisfactorio, se procedió a 
hacer la necropsia para revelar la causa de su muerte. Se obtuvieron 
muestras de los placentomas, cordón umbilical, pulmón, hígado, 
riñón y bazo. Los tejidos fueron jados en formalina 10% y enviados 
al laboratorio para su inclusión, tinción y análisis histológico.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En el útero se observaron varios placentomas redondeados con 
un diámetro mayor de 8 centímetros y algunas microcarúnculas. La 
unión carúncula cotiledón se hallaba rme. Las membranas fetales 
se encontraban edematosas, con líquido amarillento (FIG.1). Estos 
hallazgos coinciden con lo reportado por Chavatte-Palmer y col. 
[4], Constant y col. [6) y Wells [24], quienes identicaron estas 
alteraciones placentarias y les atribuyeron ser la causa de la muerte 
de los terneros clonados.
Descripción macroscópica del ternero
El ternero de aproximadamente 30 kilogramos se encontró 
fenotípicamente normal de acuerdo con la especie y raza, tal como lo 
describen Chavatte-Palmer y col. [4]. El desgarre del cordón umbilical