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Estos tres títulos recientes, de Ediciones La Fauna
KPT, S. L., elevan a seis los volúmenes publicados en su
Colección La Fauna. Como en las ediciones anteriores
(Cocodrilo americano, Águila arpía y Oso hormiguero),
cada uno tiene 24 páginas con texto e ilustraciones de
gran calidad artística, y están ideados bajo el mismo es-
quema organizativo. Son libros vistosos y elegantes, cuyo
contenido informativo básico está dirigido a un público
joven, con la clara nalidad de despertar interés por la
fauna silvestre. Curiosamente, las especies tratadas en esta
serie son todas ampliamente distribuidas y conocidas en
Suramérica, por lo que creemos que el zoólogo y natura-
lista Pedro Trebbau (1929-2021), quien concibió la idea
primordial de esta serie, seleccionó intencionalmente al-
gunos de los animales más emblemáticos del continente,
y a su vez entre los menos conocidos. Coincidentemente,
Trebbau llegó a publicar artículos cientícos y divulgati-
vos sobre estas tres especies, tanto en vida silvestre como
en cautiverio.
Cada una de estas novedosas ediciones incluye entre
sus apartados la singular relación de estas especies con el
hombre a lo largo de la historia, sus características físicas,
el tipo de hábitat que ocupan, los rasgos de sus compor-
tamientos especícos, curiosidades, las amenazas que se
ciernen sobre ellas en el mundo de hoy, y los desafíos para
su conservación. Los contenidos se desarrollan con base en
información cientíca actualizada por el veterinario vene-
zolano Israel Cañizales. Las magnícas ilustraciones, re-
producciones de lujo de acuarelas realizadas por Leonardo
Rodríguez, convierten estos libros en obras de arte.
En estos volúmenes, cada página está impresa a todo
color sobre cartulina de alto gramaje. El cuadernillo com-
pleto se resguarda de manera segura y perdurable en una
encuadernación lujosa de tapa dura. Son de los pocos li-
bros dirigidos a jóvenes y sobre fauna venezolana que se
hayan producido; comparables con aquellos publicados
por editoriales nacionales como Rayuela Taller de editores
y el CENAMEC. Aunque estén impresos en España, los
consideramos libros venezolanos. El nombre de esta serie
podría haberse tomado de la cadena homónima de progra-
mas documentales y educativos que Pedro Trebbau tuvo
en la televisión venezolana en la década de 1970, mientras
que el logo de la casa editorial, un oso palmero, era la ima-
gen de su tarjeta de presentación.
Gilson A. Rivas*
* Museo de Biología, Facultad Experimental de Ciencias, Universidad del Zulia, Maracaibo.