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ANARTIA
Publicación del Museo de Biología de la Universidad del Zulia
ISSN 1315-642X (impresa) / ISSN 2665-0347 (digital)
https://doi.org/10.5281/zenodo.16499904 / Anartia, 40 (junio 2025): 5-6
Editorial
Este primer número de 2025 ofrece varios artículos
de zoología, que es precisamente como queremos que se
consolide el objeto principal de esta revista, un órgano de
difusión de la zoología no solo de Venezuela, sino también
de otros países, principalmente del ámbito americano. Por
ello, conrmamos aquí nuestro deseo de orientar la revis-
ta a la publicación de artículos de todas las disciplinas de
la zoología en su sentido más amplio que contribuyan al
estudio de los animales silvestres de la región Neotropical
y, en especial, de Venezuela. En este sentido, se aceptarán
trabajos de historia de las ciencias, biografías de personas
vinculadas con el desarrollo de la zoología en Venezuela
(naturalistas, investigadores e ilustradores, entre otros),
biogeografía, ecología, reseñas de libros, paleontología, ta-
xonomia y sistemática.
En cuanto a la zoología académica, queremos rendir ho-
menaje al profesor Juhani Ojasti (Finlandia: Viipuri, [hoy
Vyborg, Rusia] 12 de abril de 1934; Helsinki, 30 de mayo
de 2025), investigador cientíco y profesor universitario
de origen escandinavo que hizo de Venezuela su segunda
patria. Ojasti fue un precursor de la zoología y la ecología
animal profesional y moderna en el país, y en especial, del
estudio de los mamíferos. No obstante, incursionó en el
estudio de los reptiles, especialmente la tortuga del Ori-
noco y también las comunidades de serpientes del norte
de Venezuela. Los resultados de esta última investigación
fueron publicados en coautoría con dos de sus estudiantes
(José L. Silva y Julio Valdez) y siguen siendo los primeros y
únicos trabajos cientícos de su tipo en Venezuela.
Juhani Ojasti llegó a este país siendo muy joven (1959)
y permaneció aquí algunos años después de jubilarse como
Profesor Titular en la Universidad Central de Venezuela
(UCV). Se graduó en ciencias naturales en la Universidad
de Helsinki, Finlandia, y una vez residenciado en Caracas
entró a trabajar como asistente en la recién creada Escuela
de Biología de la UCV en 1959, donde fue cofundador del
Figura 1. Gilson Rivas, Carlos Rivero Blanco y Juhani Ojasti durante el bautizo del libro Una mano por la naturaleza, en el Jardín Bo-
tánico de Caracas, en 2009.
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Instituto de Zoología Tropical (IZT). Posteriormente, en
1978, culminó estudios doctorales en la Universidad de
Georgia (Estados Unidos), los cuales nanció él mismo,
según propio testimonio, gracias a los justos salarios que
entonces ofrecía el sector universitario en Venezuela. A Ju-
hani Ojasti se le debe el estudio pionero de la biología del
chigüire (Hydrochoerus hydrochaeris), por el cual se sabe
cuántos ejemplares podrían ser cosechados de los hatos o
ncas en los llanos venezolanos, para mantener sus pobla-
ciones estables. Ojasti impartió durante años la asignatura
de manejo de fauna en la UCV, desde donde se hizo auto-
ridad mundial en la materia.
Algunos miembros del equipo editorial de la revista
Anartia tuvimos el privilegio de acompañar o compartir
vivencias de aprendizaje con el profesor Ojasti. José Mos-
có (1932-2006), quien participó en el establecimiento del
Museo de Biología de la UCV, fundó el Museo de Biología
de la Universidad del Zulia y su revista Anartia, fue estu-
diante y compañero de labores de Ojasti en la década de
1960. Tito Barros, editor de esta revista, fue su alumno
en uno de los célebres cursos para Guardafauna del pa-
sado Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales Re-
novables, y también en el postgrado de Manejo de Fauna
Silvestre de la Universidad Nacional Experimental de los
Llanos “Ezequiel Zamora” (UNELLEZ). Ojasti fue ade-
más el coordinador de fauna del proyecto Biosfera Delta
del Orinoco, donde Gilson Rivas se encargaba de estudiar
los anbios y reptiles.
Su legado permanece en la instauración de la biología
de la conservación en Venezuela. La vigencia de los resul-
tados rendidos por los muchos estudios de biología y eco-
logía animal que realizó, en la asistencia que brindó a sus
colegas, y en las enseñanzas indelebles heredadas a los mu-
chos alumnos que formó, quienes lo recuerdan con respeto
y admiración, y más que como mentor extranjero, deniti-
vamente como un venezolano ejemplar.
Los Editores